El ejemplo de Gerson

Perdió un brazo, pero esto no le impidió ser bailarín profesional y ahora también instructor de zumba

El ejemplo de Gerson

El ejemplo de Gerson Foto: José Luis Rodríguez

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    Álvaro Valdez Amachuy ECOS
    Ecos / 06/10/2019 23:31

    No triunfa por su condición, sino por sus cualidades. Gerson (26 años) es un ejemplo de que no existen barreras para la superación.

    Su nombre completo es Gerson Ariel Urquidi Daza y nació el 27 de agosto de 1993. Cuenta que tuvo una infancia normal, con el apoyo y el cariño de su familia, lo que le marcó el futuro.

    “En la escuela, ni muy bueno ni muy malo. En el deporte, un tiempo intenté hacer esto del karate, pero no me gustó mucho”, cuenta a ECOS.

    Gerson empezó a bailar desde pequeño, pero lo hacía a escondidas porque presentía que no iba a tener el apoyo de su familia. Cuando se enteraron, grata fue su sorpresa.

    A partir de entonces se sintió más libre en hacer lo que le gustaba, y rápidamente pasó a un siguiente nivel: enseñar. “Hasta yo me sorprendía que desde pequeño ya me contraten para dar clases, eso me sorprendía porque mi primera clase la di a los 15 años”, recuerda.

    Gerson se capacitó en academias de Sucre y Santa Cruz, fue parte de ExpresArte, Sport Dance y Gildance, donde fue instructor. “Ahí daba clases, ahí adquirí mucha experiencia como profesor”, remarca.

    En el “Bailando por…”

    Sus ansias de seguir adelante lo llevaron a concursos nacionales.

    En 2015 se presentó al casting para ingresar al famoso “Bailando por un sueño”, de la Red Uno de Bolivia, y clasificó entre más de 5.000 personas a nivel nacional. Del certamen participaban 20 parejas.

    Llegó bien consigo mismo y confiado en su talento, aunque ahora, ya con más experiencia, reconoce que no le gusta tanto cómo bailaba por entonces. La experiencia le sirvió de mucho, sin embargo.

    “Pienso que todos los artistas somos muy exigentes con uno mismo y, ahora que han pasado los años, veo los videos y no me gusta nada de lo que hice en el programa (televisivo). Me da ganas de volver a ir ahora que he ganado muchísima más experiencia y demostrar lo que sé”. Mal no le fue ese 2015. Al contrario, tanto él como su pareja de baile, Vanessa Áñez, llegaron a la semifinal del concurso.

    Retornó a Sucre y dice que querían contratarlo en todos los estudios de danza para que dictara clases. Gerson siguió por un tiempo en la academia Gildance; un gesto que considera ético, pues allí creció como profesor.

    Conociendo la zumba

    Conoció la zumba sin querer, cuando a tanta insistencia aceptó ir con una amiga. “La acompañé y yo bailé atrás, al fondo de la clase y, no pues, me he loqueado porque a mí me gustaba bailar y zumba combina la gimnasia con el baile, con diversión”, narra.

    Ese mismo día recibió otra oferta de trabajo. “Me dicen que si podría dar clases a partir del día siguiente. Yo le hablo a la dueña, doña Leito, a quien siempre recuerdo, le fui sincero y le dije que nunca había hecho zumba y no podía aceptar”, añade.

    Ahí nació su interés por la zumba como una opción de trabajo, pues en la danza, según confiesa, uno gasta más de lo que puede ganar.

    “Lo increíble de zumba es que me ayudó a madurar, ya es como un trabajo para mí. Es por eso que acepté el reto de dar clases de zumba, que es muy diferente a dar danza”, explica Gerson.

    Empezó con diez alumnas y llegó a tener 70 en una clase de épocas altas. “Es increíble para mí, nunca pensé que iba a hacer esto de zumba, tal vez me iba a quedar en danza, que es mi pasión, y zumba lo veo como un trabajo. Pero con el tiempo me ha ido atrapando”.

    Sus primeros pasos como profesor de zumba los dio en Curves Fitness, durante un año. Ahora también ama esta popular práctica y le dedica todo su esfuerzo. Incluso, creó su propio estudio, Top Dance, hace dos años.

    “Decidía abrir mi propio estudio y con el apoyo de doña Leito, de mi familia, mi hermana mayor, Danitza, que está conmigo desde el primer día que abrí el estudio. A ella tampoco le gustaba zumba, ella practicaba Fight Do y, al verme dar clases, ¡uh!, ahora también es profesora”, complementa.

    Danza y zumba

    Llegó a estar tan comprometido con la zumba que dejó de practicar la danza por un año, lo que le entristeció porque su pasión siempre fue el baile. Y así, hace diez meses decidió hacer de Top Dance un estudio fitness y, a la vez, una academia de baile.

    “Lo he mezclado. Como ve, ahorita tenemos horarios en los que doy danza, que es lo que me encanta y estoy muy feliz con eso”, explica. El estudio se encuentra en el Shopping María Clotilde, último piso, expeatonal de la calle Junín.

    Para Gerson, la zumba es como vivir una fiesta cada día haciendo ejercicios. “La mayoría de mis alumnas me dicen: ‘no voy al gimnasio porque aquí me divierto, y los aparatos me parecen aburridos’. Pero yo siempre les aclaro, les mentiría si les dijera que con zumba llevas una vida superfitness. Zumba te ayuda a bajar de peso, solo bajar, pero tonificar, no. Por eso les digo que es bueno que combinen con aparatos o con Fight Do”, concluye él

    Gerson: “Estar vivo es lo que más importa”

    Gerson perdió el brazo derecho en un accidente cuando tenía 18 años. Él piensa que todas las cosas pasan por algo en la vida y asegura que su mejor terapia fue la danza.

    “Cuando salí del hospital, me sentía bien porque decía: ‘estoy vivo y eso es lo que importa, y puedo seguir haciendo muchísimas cosas’”.

    A la familia de este joven instructor de danza y zumba le costó creer que él estaba bien, por eso contrataron psicólogos. “Yo insistía en decir que estaba bien; de hecho, quería ir a ayudar a otras personas. Pero también les entendía por qué nadie me creía”, recuerda.

    Después pensaban que se había inscrito a la carrera de Psicología para ayudarse; él aclara que esta decisión la tomó cuando cursaba primero medio de colegio. “Esa materia me gustaba, me encantaba, no me veía en otra carrera”.

    Concluyó Psicología y empezó a estudiar Comunicación Social, influido por amigos que veían mucho potencial en él tras haber participado en el reality show “Bailando por un sueño”.

    “Me decían: ‘no te va a servir Psicología, Comunicación sí, porque vos ya has ido a la tele, ya sabes de esa movida’ y lo intenté, acabé Psicología e ingresé a Comunicación y, como no puedes hacer algo que no te gusta, estuve medio año y dejé esa carrera”, cuenta a ECOS.

    Un trato igualitario

    Gerson se sentía incómodo porque algunas personas lo querían apoyar más que a otras cuando él solo esperaba un trato por igual. “No me gusta que sea el apoyo por lástima, sino que les nazca un apoyo porque realmente estás haciendo bien tu trabajo”, dice.

    Reconoce que imaginó que la gente lo buscaba por solidaridad. “Al principio lo sentía así, me decía: ‘tal vez solo me están llamando por esto’, o no sé, entonces me enfoqué en mejorar cada día y ahora sí siento que me reconocen por mi trabajo, nunca me preguntan nada, solo me dicen ‘qué lindo trabajo, qué lindo bailas’”.

    Gerson tiene una discapacidad física y, según le comentaron después del accidente, él, con un carnet de discapacidad, podría reclamar el pago de un bono.

    Enterado de esto, negó esa ayuda. “¿Cómo voy a recibir? Prefiero que otras personas que de verdad necesitan los medicamentos y todo se beneficien con ese dinero, porque hay discapacidades físicas que para mí no son un impedimento, siempre hay una solución para todo”, reflexiona.

    Además, dice que hay otro tipo de discapacidades de mayor atención, como las mentales, que necesitan hasta tratamiento y medicación diaria. “Si bien yo tuve una curación, claro, ha gastado mucho dinero mi mamá, pero fue en ese momento y luego ya no, ya estoy bien en este momento”, compara con gesto de humanidad.

    La Ley 223 establece una renta solidaria solo para personas con discapacidad grave y muy grave.

    Gerson nació en Sucre y tiene 26 años; sus padres son Julieta Daza y Julio Urquidi; sus hermanas, Danitza y Jeanine.

    Amar y vivir

    “Yo pienso que lo más importante es amar lo que uno hace y aprovechar a la familia, a los amigos, disfrutar la vida en todo sentido”.

    Zumba

    Es una actividad deportiva, muy de moda en la actualidad, que combina la gimnasia con el baile. Su creador es el bailarín y coreógrafo colombiano Beto Pérez, que define su invención diciendo que “no es para bajar de peso, es para sentirse feliz y alegre”.

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