Amistad en tiempos de opuestos políticos
Sociólogo: Lo que está pasando es necesario y democrático; más bien lo antidemocrático sería que todos pensemos igual
La crisis que no termina de cerrarse dejó, además de luto y dolor, lazos de amistad que se vieron fracturados. La intolerancia y la falta de respeto estuvieron a la orden del día, simplemente, por el atrincheramiento de posiciones políticas o ideológicas.
Esta realidad se ha visto reflejada en el plano físico, directo, tanto familiar como de amistad, y también en el menos palpable ámbito de las redes sociales, especialmente en Facebook.
Proceso de reconfiguración
“Como toda sociedad que interpela a un modelo de Estado hegemónico, de casi 14 años, que buscaba generar una fuerte raíz cultural con un ámbito social y político, es lógico que en ese tipo de procesos se generen rupturas sociales, porque se alteran ciertos símbolos, valores, prácticas culturales y políticas que se generan al interior de las sociedades”, explica a ECOS el sociólogo Andrés Delgadillo.
Dice que “todo ello ha generado que estemos en un momento de reconfiguración de la Bolivia de los próximos 20 o 30 años, porque no es solo un cambio de Gobierno sino una interpelación al tipo de Estado que se ha construido”.
Tensiones extremas
Acota que las relaciones sociales y de amistad que se generan a partir del respeto mutuo, del consenso y de la valoración como sujeto social de la “otredad” (esto significa no percibir al otro como igual, sino como alguien diferente, que no forma parte de nuestra comunidad), no serán de ningún modo fracturadas ni tensas.
Pero, según Delgadillo, uno de los grandes problemas que tienen los bolivianos es la cultura política del autoritarismo. Una situación patentizada en los 21 días que duró el paro cívico nacional, cuando algunas discusiones encarnizadas de un lado y del otro fueron muy visibles en las redes sociales.
Hubo comentarios cargados de insultos, improperios y burlas. En algunos casos el intercambio de palabras reflejó odio, discriminación, intolerancia y hasta racismo. La tensión llegó a tal punto que algunos optaron por bloquear y hasta eliminar de sus cuentas a sus, antes, “amigos”.
¿Golpe?
“Es muy complicado cuando una persona cree que lo que aconteció en Bolivia fue un golpe de Estado y la otra cree que no lo fue. O sea, son dos formas de mirar la vida. Ahí, no hay puntos intermedios.
Sin embargo, se tiene que reconocer que el orden constitucional y la vida en democracia en Bolivia, que no pasan por ‘izquierdas’ o ‘derechas’, han sido alterados”, dice el sociólogo.
Delgadillo asegura que lo acontecido es muy importante. “Puede haber sido incluso más importante que la Revolución de 1952. Lo que pasó en octubre de 2003 solo fue en la ciudad de El Alto, en los demás departamentos estaban como si nada. Veremos lo que sigue a todo esto”, comenta.
“Cuando realmente entendamos la importancia de esto nos daremos cuenta de que el no haber tenido posiciones claras en esos momentos, conforme a los principios de vida, habrá sido como darle la espalda a Bolivia”, agrega.
Falta de autocrítica
También refiere que uno de los grandes problemas de nuestro país es la falta de autocrítica en el boliviano. En estos momentos hay una sociedad polarizada con dos extremos. Y lo que está pasando es necesario y democrático; más bien, lo antidemocrático sería que todos pensemos igual.
“Como país tenemos que empezar a entrar a debates, no ocultarnos. Pensar que un falso abrazo ayuda en algo a conseguir un mejor país es un error. Más bien, la discusión sana y en democracia, con respeto a la otredad, sí construye un país”, concluye Delgadillo •
“Me llegó a decir que los bolivianos somos unos idiotas”
Mónica Calabi (Sucre)
Comunicadora social
“No me he peleado con ninguno de mis amigos del MAS, pero sí con simpatizantes de Evo, socialistas de escritorio que viven en el exterior y que se quedaron con la imagen idealizada del indígena que hace casi 14 años asumió la Presidencia.
El debate comenzó luego al expresar en mis redes el rechazo al fraude y mi adhesión a la causa por la libertad y la democracia. Una de mis amistades era argentina, de ideología comunista y estaba muy mal informada. No entendía por qué ya no queríamos más a Morales. En vano expliqué que hubo fraude, los antecedentes del régimen y que nuestras reivindicaciones iban más allá de lo macroeconómico. Me llegó a decir que los bolivianos somos unos idiotas por querer que Evo no siga siendo el presidente (vitalicio), considerando la excelente situación del país.
La segunda persona es boliviana y estaba muy bien informada, pero no creía en el movimiento cívico, al que evaluó de loco y confrontacionista. Tampoco entendía que la fe nos dio la fuerza. Me llegó a decir que China es un ejemplo, porque a los chinos les importa poco quién gobierne mientras se hagan ricos, y que los bolivianos retrocedimos a la inquisición por clamar a Dios”.
“Respeto de tus derechos, igual de importante que respeto de mis derechos”
José Manuel Alfaro (Sucre)
Asambleísta departamental (MAS)
“Fueron días muy difíciles para todos. En lo personal, no fui objeto de insultos o agresiones de manera directa, pero muchos otros bolivianos sí. Las redes sociales, lamentablemente, han logrado transformar el respeto individual de las personas en acciones colectivas de odio y agresión.
Los amigos, si son amigos, nunca se pierden, y creo ser afortunado al haber recibido muchas expresiones de fortaleza y buenos deseos de gente que, al igual que yo, buscan una sociedad más justa y con equidad social.
Nuestro credo, ideología, partido político o condición social nunca deben ser barreras para mirarnos y sentirnos como somos: todos iguales. El respeto de tus derechos es igual de importante que el respeto de mis derechos o el derecho de los otros, de los de aquí o de los de allá. Paz y esperanza para Bolivia”.
“Mi lucha, nuestra lucha, valió la pena”
Ruth Velasco (Potosí)
Empresaria
“He tenido ‘rupturas’ con algunas personas amigas, especialmente de Europa. Manifestaban una idealización del ‘presidente indígena’ supuestamente destituido por un golpe de Estado inexistente para la mayoría de la población boliviana. Dieron mucha ‘guerra’, ‘Bolivia 500 años atrás’, decían. Esta intromisión idealista me pareció una total falta de respeto a nuestras decisiones.
Bolivia, de manera pacífica, en 21 días recuperó la democracia y la libertad perdidas hace 14 años.
Tuve que bloquear sus cuentas para resguardar la amistad. Si no las recupero me dará pena, pero mi lucha, nuestra lucha, valió la pena”.
“La política intoxicó nuestras relaciones humanas”
Jimmy Saavedra (Sucre)
Comunicador social
“Una constatación, sobre el reciente conflicto en Bolivia, es que la política ha intoxicado nuestras relaciones humanas. Del ‘arte de lo posible’ hemos pasado a demostrar que cada día podemos ser peores y muy primarios en nuestras formas de afrontar nuestras diferencias. Me han insultado y mi respuesta también fue el insulto. No me siento orgulloso de esta forma de confrontar la disidencia.
Está claro que como actuamos en público es como somos en nuestras relaciones personales y familiares, y es algo que me cuestiono tras el conflicto.
¿Que si he perdido amigos? Probablemente, espero que no. Ojalá que después de todo podamos seguir hablándonos y discutir de política, pero ya no de forma tan descarnada”.
“No coincidir con alguien no es sinónimo de chasquearse"
Daniela Peterito (Sucre)
Diseñadora gráfica y escritora
“Ya que las últimas semanas las redes sociales y las mismas charlas cotidianas se fueron polarizando, esperando que todos tomemos bandos, salieron a flote muchas personas tratando de tener la razón. Fue difícil discernir qué hacer: ¿escuchar en silencio asentando con la cabeza, esconderme detrás de algún meme, correr en sentido contrario por la calle? Nada.
Los contactos que decidí eliminar no fueron sacados tras acaloradas peleas, fue más bien una decisión práctica: no coincidir con alguien no es sinónimo de ‘chasquearse’ constantemente por medios impersonales sino de, quizás, si es que la amistad lo vale, tener una charla en vivo, sin necesidad de improperios digitales, que es lo que más abunda en estos días; y si no es tan importante, pues no se dará y punto.
Así que, con el fin de tener una vida real y virtual saludable, pasé a varios contactos del plano amistoso al limbo de las circunstancias raras de las cuales hablaremos en algún momento, o no.
Esa maravillosa herramienta que me hace sentir como el mismísimo Kari Kari, ese botón que inventó Mark Zuckerberg que dice ‘eliminar’, es la cura de muchos males”.
“Me colocó en una posición difícil de comprender por algunos actores sociales”
Gabriel Salinas (Sucre)
Escritor
“El conflicto recientemente experimentado por los bolivianos, cuyas aristas aún se dejan sentir en el presente, son el resultado de la identificación de los actores sociales con las representaciones políticas que se pusieron en juego en el proceso de convulsión, resultando en una radicalización de los sentidos apropiados por los distintos sectores.
Esto estableció una polarización irreconciliable, en mi caso por mi postura progresista que busca desentrañar la complejidad del fenómeno político intentando abarcar los matices del proceso de reconfiguración hegemónica.
Por ello, al desarrollar una visión del panorama desencajado de la polarización, me colocó en una posición difícil de comprender por algunos actores sociales enceguecidos por esquemas semánticos dicotómicos.
Ellos me atacaron por las redes sociales, muchas veces desde perfiles falsos, pero creo, al menos, que la diferencia de lecturas de la situación no significó perder amistades relevantes, sino todo lo contrario: pude observar cómo mis círculos sociales valoraban mi opinión”.