LasTesis: Historias de sororidad y una polémica excesiva
Se arman de valor —algunas después de muchos años— y lo cuentan.
Se arman de valor —algunas después de muchos años— y lo cuentan. Este hecho trascendental para alguien que ha sufrido un abuso sexual, porque representa el día en que al fin logra expresar lo que nunca pudo por miedo a su victimario o por temor al “qué dirán” —incluso— en su propia familia, no siempre es comprendido y, a veces, recibe como respuesta más agresiones. Mujeres —y algunos hombres—, en una increíble muestra de entereza, se atreven a denunciar quizá el momento más difícil de su vida. En Sucre, una 'performance' al aire libre con la temática de los violadores y a cargo de grupos feministas generó polémica en las redes sociales.
La frase “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía”, parte del himno “Un violador en tu camino” (cuya letra reproducimos en recuadro aparte), se viralizó por Internet con historias de abusos contra mujeres, principalmente, pero también contra varones de toda Latinoamérica. ¿Cómo surgió esta campaña? ¿Qué objetivo tiene?
Colectivo LasTesis
La iniciativa partió de un colectivo interdisciplinario (así se presenta en Twitter) de mujeres de Valparaíso (Chile) denominado LasTesis. Se trata de un proyecto artístico de cuatro amigas que, mediante música y teatro, buscan evidenciar la realidad femenina en un contexto social como el que vive actualmente Chile.
El mensaje cobró fuerza el Día Internacional de Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, que se recordó el pasado 25 de noviembre.
El diario El País de Uruguay recoge las declaraciones de una integrante de ese colectivo, en las que explica que la performance “Un violador en tu camino”, popular en varios países, responde a la necesidad de “hacer cambios radicales, generar políticas realmente equitativas”.
Una polémica excesiva
En Sucre, colectivos y ciudadanos autoconvocados en la plaza 25 de Mayo repudiaron el lunes pasado la impunidad que existe para casos de violación a través de aquella misma acción artística, que incluye una canción (cuya letra reproducimos en la pág. 17) y una coreografía.
Muchas personas aplaudieron la 'performance' realizada justo frente a la Alcaldía, pero otras —especialmente mediante las redes— la cuestionaron; algunas, con frases inmoderadas o con mensajes intolerantes y discriminatorios.
Esta polémica desmesurada (con comentarios desaprensivos tales como “será que alguien tendrá el estómago tan resistente como para haber violado o para violar a una de esas???”; “y quién se va a animar a violarlas en su sano juicio a esas mujeres?”; “por qué no las violan así tal vez calman sus hormonas”; “como mujeres debemos respetarnos nosotras primero, vestirnos con pudor y modestia”; “a esito se dedican, en vez de que lean un libro”) llegó al punto de alentar la violencia y el odio entre personas en vez de provocar un debate inteligente y constructivo.
Uno de los orígenes de este tipo de reacciones es la resistencia de algunos sectores de la sociedad a las posturas de organizaciones que apoyan la despenalización del aborto, en ciertos casos con acciones públicas radicales, tal como se puede observar en videos que hace años vienen circulando profusamente por Internet.
El insulto común para estos colectivos es el de “feminazis”, un término despectivo que suelen usar quienes se oponen a la defensa feminista del aborto por considerar que la muerte de bebés no nacidos es un crimen. Esta postura puede ser legítima para muchos, pero patrocinarla empleando la comparación con el nazismo suena —por decirlo suave—destemplado.
Historias de sororidad
La denuncia de la violencia machista ha ganado espacios los últimos años en los medios de comunicación tanto tradicionales como digitales. Y en esto bastante ha tenido que ver la creciente solidaridad entre las mujeres, eso que ahora tiene nombre: el neologismo “sororidad” (del latín ‘soror’, que significa “hermana”).
En Twitter, en semanas recientes, una apreciable cantidad de mujeres —y también varones— hicieron cadenas de 'trinos' (o de tuits) que han ido saltando de país en país.
Antes fueron el #MeToo, el #Cuentalo y el #MePasó. Todas iniciativas promovidas desde distintas zonas del mundo y generadas a partir de etiquetas (o 'hashtag') para unir a personas dispersas que tienen algo en común. Y, principalmente, para crear conciencia.
En casi todos los casos se cuentan abusos sexuales o, como en el #NiUnaMenos, las muertes de mujeres a manos de hombres.
En la movida de LasTesis que se difundió por Twitter, no hay etiquetas. Solo son historias muy cortas que tienen el distintivo del formato en tres partes: “Y la culpa no era mía”, “ni donde estaba”, “ni cómo vestía”. Ese fue el disparador para que aquellas/os que vivieron el mal momento de una violación, pudieran contarlo.
No les creen
Y, para colmo, no les creen.
El de la violación o el abuso sexual es un problema grave en sí y difícil de sobrellevar, entre otras cosas, porque las víctimas chocan con la resistencia de su entorno. Hay miles de casos de mujeres y varones que, después de su denuncia, deben soportar la humillación de que no les crean.
Por eso cundió también la etiqueta #YoSiTeCreo. Un abrazo virtual de personas que empatizan con las víctimas, sin siquiera conocerlas.
ECOS recopiló algunas de esas historias que, por LasTesis, se originaron en Chile, pero que terminaron borrando fronteras hasta provocar una gran movilización digital a nivel internacional. Aquí se las presentamos (textuales) junto con reacciones, en varios casos, conmovedoras •
“Un violador en tu camino”
El patriarcado es un juez
que nos juzga por nacer.
Y nuestro castigo
es la violencia que no ves.
El patriarcado es un juez
que nos juzga por nacer.
Y nuestro castigo
es la violencia que ya ves.
Es feminicidio.
Impunidad para mi asesino.
Es la desaparición,
es la violación.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
El violador eras tú.
El violador eres tú.
Son los pacos,
los jueces,
el Estado,
el presidente.
El Estado opresor es un macho violador.
El Estado opresor es un macho violador.
El violador eras tú.
El violador eres tú.
Duerme tranquila, niña inocente,
sin preocuparte del bandolero,
que por tu sueño dulce y sonriente,
vela tu amante carabinero.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
TESTIMONIOS EN TWITTER: “Y LA CULPA NO ERA MÍA…”
Tenía 19 años
Y la culpa no era mía.
(tenía 19 años)
Ni donde estaba.
(en mi primer trabajo)
Ni como vestía.
(usaba un mandil)
Tenía 8 años
Y la culpa no era mía.
(tenía 8 años)
Ni donde estaba.
(la casa de mi bis abuela)
Ni como vestía.
(ropa infantil)
Tenía 7 años
Y la culpa no era mía.
(tenía 7 años)
Ni donde estaba.
(la casa de mis abuelos)
Ni como vestía.
(ropa infantil)
Tenía 30 años
Y la culpa no era mía.
(tenía 30 años)
Ni donde estaba.
(en mi trabajo, un periódico a nivel nacional)
Ni como vestía.
(jean, polera, tenis)
Tenía 5 años
Y la culpa no era mía.
(tenía 5 años)
Ni donde estaba.
(en mi casa)
Ni como vestía.
(era una niña)
Era mi abuelo
Y la culpa no era mía (era mi abuelo)
Ni cómo andaba (uniforme escolar)
Ni cómo dormía (8 años, esperando a mi mamá)
Me costó 40 años escribirlo, lejos lo más descarnado que he confesado.
*No espero palabras, solo un emoji de empatía, no es fácil. Gracias!
La culpa de mi padre
Y la culpa no era mía.
(Era la culpa de mi padre, yo tenía 8 años aprox.)
Ni dónde estaba.
(En mi cama, durmiendo)
Ni cómo vestía.
(pijamas de Minnie)
A los 31 años puedo confesar mi “delito”.
Me costó 26 años
Y la culpa no era mía (7), ni dónde andaba (hijo mayor de la señora que me cuidaba), ni cómo vestía (ropa de día). Escribir este tuit me costó 26 años.
Se puede salir
Y la culpa no era mía (7), ni dónde andaba (en mi casa).
Pero lo importante es que se puede salir adelante y dejar eso atrás. Cuesta mucho, pero se puede lograr.
Pocos varones
Tenés toda la razón, es muy difícil expresarlo. Tengo 41 y recién me atreví a contar los abusos que sufrí desde los 8 hasta las 12 años por parte del tío "ejemplar" y otro que también lo intentó, porque tal vez al ser el niñito gay de la familia, me lo merecía...
Sí, mi mayor deseo es poder ayudar. No puedo quedarme sentado sin hacer nada...
REACCIONES A LOS TESTIMONIOS EN LA MISMA RED
Me parece increíble la cantidad de mujeres que han sufrido abusos y violaciones , de los que nos hemos enterado por la claridad y valentía de un colectivo de mujeres de Valparaíso que hizo que todo esto se hiciera visible.Abrazos, disculpas y admiración por Uds.
(@arturo_arturogz)
Las admiro, qué fuerza y entereza han tenido!!
Esto no debería suceder.
Tengo hija y no puedo imaginar lo que haría si alguien la lastima.
Tiene 18, pero será mi bebé por siempre.
Siento mucho que tuvieran que pasar por esto.
Ya lo escribí, pero muy conmovido por la cantidad de relatos que han visibilizando... aún yo siendo un don nadie en twiterland, mis respetos para todas uds. esperando q sea una nueva etapa y una de vuelta la página...son increíbles y referentes....sld2.🌻(@Enriq_77)
Duele, aunque no te conozco, aunque no lo viví, porque soy mujer y madre, porque solidarizo contigo y tampoco entiendo q un adulto q debe proteger actúe así. Por las niñas y niños q siguen en riesgo. 😢 (@solpradoj)
El alivio
Te abrazo fuerte, me alegra que haberlo dicho te cause alivio, creo que en un futuro ojalá cercano puedas enfrentar esta dura verdad con tu familia, te lo debes y se los debes , así quizás puedas reparar algo , ese ser se merece el rechazo de toda tu familia, lo lamento mucho. (@AndreaBannach)
Sacarse un peso de encima (su testimonio). Una satisfacción después del sufrimiento. Orgullo de uno mismo: No pensé que fuera tan satisfactorio esto, no sabes el peso que me he sacado de encima! Me siento orgullosa de mí.
En verdad aún no me explico cómo se puede superar esto en silencio, sola y miro hacia atrás y me siento feliz por haber publicado esto, es sacarse un peso de encima gracias #lastesis
No sé cuál situación es peor, lo que me hizo o seguir viviendo con él. Sin decir nada a nadie hasta ahora que publiqué esto. Ahora vivo sola pero feliz y tranquila en silencio aún.
Venganza, sed de justicia
Todo en esta vida se paga, te lo aseguro
Y no digo lo que deseo para él. @yupipiolin2016
Preventivas
Duele el alma conocer estos casos, cuántas niñitas sufren algo así, x Dios eduquemos desde temprana edad, de no tener miedo ni vergüenza, que nuestras futuras niñitas sepan los límites, y educar para q griten cuando sean traspasados! un besito en la frente para ti, te deseo lo mejor. (@pamviri31)
Y aquí están grandes mujeres, conmovida con sus relatos y a la vez feliz por ser parte de este gran género, fuerte y aguerrido. (@SanFrancisco_S)
Te doy las gracias por tu valentía, no todas somos capaces de confesar abusos familiares. Así que tienes mi apoyo y abrazo, de una hermana feminista, necesitamos mujeres tan valientes como tú, nunca, nunca, pagarán por destrozar nuestras infancias, te abrazo mujer valente! #yotecreo
(@ellainsumisa)
De aliento
Nunca lo vivan en silencio, su relato anima a muchas mujeres y hombres que han sufrido o sufren de abusos de todo tipo! Son valientes y guerreros. Fuerza, estamos con ustedes y claramente jamás será tú culpa!
(@AndreaDenisseF1)
Desconocidos
Ohhh CSM! No te conozco, pero un abrazo a la distancia creo que es lo mínimo.
Impresionante la cantidad de cosas que se leen, y eso que uno se imagina cosas horribles, pero al final siempre se queda corto.
Eres muy grande!
(@BlackbirdSCV)
La fortaleza
El #MeToo también ha hecho y el #Cuéntalo... Esto solo está empezando. No se va a callar más. Se les ha acabado el cuento.
(@marianalvarezma)