Casa Museo de la Chaskañawi
Un homenaje a la musa inspiradora de la novela de Carlos Medinaceli.
Está en plena construcción la Casa Museo de la Chaskañawi, la seductora chola de amplias curvas, la de los ojos de estrella, con cejas espesas y pestañas largas y revueltas que fue la musa inspiradora de la novela de Carlos Medinaceli, considerada un clásico de la literatura boliviana.
Al parecer, Claudina García existió y vivió en el pueblo de Cotagaita, actual capital de la provincia Nor Chichas (Potosí), que se asume como “la tierra de la Chaskañawi”.
Dicen que los habitantes antiguos así lo afirmaban con toda seguridad. Como prueba está la casa que tenía la familia de la famosa chola y que hace no mucho fue arrasada por una riada, dejando apenas algunos vestigios de la construcción original, donde ahora se levanta una nueva edificación.
El Gobierno Municipal de Cotagaita, a la cabeza del alcalde Macario Navarro Quispe, decidió construir la Casa Museo de la Chaskañawi gracias al tesón de su gestora, la ingeniera Ivana Puchs, responsable de la Unidad de Cultura y Turismo.
¿Cómo empezó todo?
El proyecto data desde que Puchs asumió su cargo, en 2016. Finalmente se concretó pese a los problemas —especialmente de tipo administrativo— de siempre.
Luego hicieron una larga investigación sobre Claudina, conversando con los adultos mayores del pueblo, recabando datos de su familia, propiedades, etc. Allí se enteraron de que sobrevive una tataranieta de García y que estaría en Tupiza.
La actualidad
La presentación y exposición del proyecto fue el 3 de septiembre del año pasado. La construcción empezó el 10 de diciembre y la entrega definitiva está prevista para el 30 de mayo de 2020.
Se construye con un presupuesto de 638.858,80 bolivianos. Este dato fue corroborado por el exresponsable del Control Social, Hernán Alurralde.
De acuerdo con la información proporcionada por Puchs, la construcción de la Casa Museo de la Chaskañawi empezó de cero, con un nuevo diseño en el que destacan los detalles de arcos de medio punto.
Esta casa costumbrista es de una sola planta. Tendrá una chichería, un depósito, el aqha huasi (cuarto de chicha), dos dormitorios, una sala, un pasillo, un patio, un zaguán, un stand de exposición, cocina, baños para mujeres y hombres, y una huerta.
Está asentada en la calle Sucre del barrio San Javier (antes denominado San Javier de la Chirca), Distrito 16 de Cotagaita. Limita al norte con Villa Santiago, al sur con el río Cotagaita y al oeste con el barrio Chichas.
La Chaskañawi (1945) es la célebre novela de Carlos Medinaceli que cuenta la historia de Adolfo Reyes, estudiante de leyes en Sucre que regresa a su pueblo, San Javier de Chirca. Allí conoce a la Chaskañawi, una hermosa y vital chola que expendía bebidas alcohólicas en el mostrador de una tienducha. Ella le cambiará la vida, una vida que se había propuesto dedicar a los estudios y la meditación.
La Casa Museo de la Chaskañawi, sin dudas, se convertirá en un gran atractivo turístico de Cotagaita con buenas proyecciones de visitantes nacionales y extranjeros.
Hallazgo
Marcelino Vedia, impulsor de turismo comunitario en Potosí, cuenta a ECOS que durante un tour que hizo por la comunidad de Cotagaitilla tuvo la inquietud de visitar Cotagaita para conocer la casa de la Chaskañawi.
Después de mucho indagar, finalmente, llegó al lugar el 9 de septiembre de 2018 y conversó con la cuidadora, a la que pidió visitar el interior de la casa.
Por entonces, la construcción estaba muy deteriorada, había pocos muros sin techos.
Recuerda haber recorrido sus ambientes y, en medio del patio, al lado derecho un hermoso árbol de molle donde piensa que Claudina, bajo su sombra, servía la rica chicha de Cotagaita.
“Era casa grande con división, había una k'oncha; seguro era su cocina. También había otro cuarto grande que estaba dividido en dos. En uno de los rincones, unas calaminas. Le pregunté a la mujer ‘¿qué hay aquí?’. Entonces, las moví un poco y detrás estaba una maleta de madera que tenía en su interior una petaca y, dentro de ella, un barril de madera de singanis y vinos”.
“A su lado había alfarería, cántaros, p'uños, jarras y vasos, que seguro utilizaba la Chaskañawi para conservar y servir la chicha de Cotagaita”, supone Vedia. Como prueba tiene las fotografías que tomó del lugar y de los objetos que encontró allí •