Parque Cretácico Municipal Fancesa: 15 años
La “fábrica de dinosaurios” se consolida como el museo nacional más visitado del país
Amos y señores de la tierra, de los aires y de las aguas pululan los dinosaurios de la prehistoria. Son libres, son incansables, son voraces. Son también distintos, variados, y ofrecen a la vista un espectáculo de misteriosos tamaños, texturas, colores y sonidos.
¿Cómo se logra detener el tiempo de setenta millones de años atrás?
Vertebrados terrestres, reptiles voladores y acuáticos dominan el horizonte. No son todos dinosaurios: hay además cocodrilos, serpientes, tortugas e incluso pequeños mamíferos y peces. Se mueven en su territorio, que es vasto, abierto e irregular, salpicado de una flora por momentos incipiente.
¿Cómo era la vida hace casi setenta millones de años?
Enigmas que la paleontología busca desentrañar para la humanidad…
Es la misma humanidad que, ya adentrada en el siglo XXI, no deja de estar absorta ni de verse diminuta frente a la vigilante presencia de un Tiranosaurio rex, como parte de un inextricable universo de astros conocidos y desconocidos, muchas veces huidizos para la lente humana, todavía inasibles para la ciencia y, por tanto, infinitamente posibles.
Sensaciones mágicas despiertan al interior de cada uno de los miles de visitantes que anualmente recorren el Parque Cretácico Municipal FANCESA, un lugar sinigual en Latinoamérica ubicado en las afueras de Sucre que este jueves 26 de agosto cumplirá 15 años desde su apertura y que se ha consolidado como el museo nacional más visitado del país.
Orígenes
El Parque Cretácico abre oficialmente sus puertas al público el 26 de agosto de 2006, fecha en la que se inaugura este parque temático con los componentes Infraestructura, Equipamiento, Dinosaurios, Turístico y Social concluidos, según recuerda la entonces directora de este ambicioso proyecto, Roxana Acosta.
Ubicado en las faldas del yacimiento paleontológico de Cal Orck’o, el más grande certificado en el mundo, con el mayor número de caminatas continuas y una información extraordinaria con relación al comportamiento social de los dinosaurios, el Parque es, hoy en día, un destino turístico que captura el interés de un público variado y, además, atrae a científicos de diferentes latitudes.
“Representa una ventana a un importante periodo de tiempo en la historia de la Tierra al conservar el registro de la gran diversidad de estos animales antes de su desaparición final”, remarca Acosta, que en 2006 era también Directora Municipal de Turismo.
El paseo inhabitual por el Parque Cretácico es apasionante y edificante: sirve para aprender en el camino sobre la historia geológica y evolutiva del planeta y, sobre todo, despierta la imaginación. Nadie sabe exactamente lo que pasó hace tanto tiempo como 70 millones de años, pero la perseverancia de la ciencia nos da alguna idea; el resto corre por cuenta de la fantasía de cada uno…
Las primeras gestiones
A fines de febrero y principios de marzo de 2003, tras gestiones realizadas por Acosta desde la Dirección Municipal de Turismo, el doctor Christian Meyer, director del Museo de Historia Natural de Basel (Suiza), y su equipo de especialistas arribaron a Sucre con el objetivo de elaborar un proyecto de conservación del yacimiento paleontológico de Cal Orck’o.
Cal Orck’o ya maravillaba, sobre todo, desde 1998, pero faltaba un estudio que avalara el hallazgo. Por eso el contacto con el paleontólogo Meyer resultó fundamental para conocer a ciencia cierta la información del lugar y la futura construcción del Parque Cretácico.
Esa empresa descomunal se constituyó en un verdadero desafío. Carlos Calvimontes era en 2005 el Gerente de Finanzas de Fancesa y cuenta que un día de mayo de aquel año, el Directorio de la empresa lo sorprendió pidiéndole que se integrara al Directorio del Proyecto del Parque Cretácico. Se hizo cargo del Componente Esculturas de Dinosaurios. Además de empaparse del asunto, comenzó a tomar contacto con varios paleontólogos, “paleoartistas” (artistas gráficos y escultores que se dedican a representar especies prehistóricas) y museos de Argentina, el país que tenía el mayor desarrollo en esta ciencia en Latinoamérica.
Calvimontes, conocido por su brillantez, se contagió rápidamente de la pasión de los expertos, y supo de inmediato que el éxito del proyecto dependía en gran medida del acompañamiento científico, desde la selección de las especies de dinosaurios hasta la creación de las esculturas. Así fue que, primero, se contrató al paleontólogo Sebastián Apesteguía, doctor en Ciencias Naturales, quien condujo el equipo de profesionales del área.
Según el testimonio de Calvimontes recogido en el libro “La Fábrica de Dinosaurios. El libro del Parque Cretácico Municipal FANCESA” (2021), se organizó un concurso entre paleoartistas de Argentina, Brasil y Chile, “quienes debían aportar con las técnicas de reproducción y de texturizado de las esculturas de dinosaurios, dirigiendo y capacitando a equipos de escultores nacionales. Como resultado de esto, contratamos a los argentinos José Luis Gómez, Carlos Papolio, Jorge Blanco, Jorge González y Santiago Druetta, todos con manos expertas de artista paleontológico y a la vez, o en esencia, con corazón de niño enamorado de los dinosaurios”.
En simultáneo se convocó al Concurso Nacional de Escultores, que tuvo una respuesta de más de 60 artistas de todo el país; la fusión de conocimientos, de las técnicas escultóricas de extranjeros y de bolivianos, dio como resultado 26 réplicas de dinosaurios de un alto nivel científico y artístico. Varias anécdotas publicadas en dicho libro son una muestra del grado de convivencia alcanzado entonces y que hasta hoy, 15 años después, perviven entre los nostálgicos recuerdos de sus protagonistas.
Y entre esas anécdotas hay algunas verdaderamente traumáticas —como la de un accidente de avión—, y otras que evidencian la pasión y también la tensión que se vivieron durante los largos meses de construcción del Parque —por ejemplo, una huelga de hambre realizada nada menos que en la panza del titanosaurio de 36 metros de longitud de cabeza a cola y 18 metros de altura.
Un nuevo estudio
Meyer y su equipo publicaron un informe el 24 de noviembre de 2020 con el título original de “The Late Cretaceous dinosaur track record of Bolivia – Review and perspective” (El historial de dinosaurios del Cretácico Tardío de Bolivia - Revisión y perspectiva), en el que se confirman nuevas evidencias de la riqueza paleontológica de toda la región de Sucre y municipios aledaños, tanto en Chuquisaca como en Potosí.
Allí, los expertos aportan datos hasta el momento desconocidos sobre las localidades Lirio Mayo (Potolo, en el Distrito 8 del municipio de Sucre), Cal Orck’o (a 4,4 kilómetros del centro de la capital de Bolivia) así como Toro Toro (provincia de Charcas, en el norte del departamento de Potosí).
De inicio, dejan sentado que el geólogo sucrense Hugo Heymann fue quien descubrió “una gran superficie con huellas de dinosaurios en la cantera de Fancesa”, en el sinclinal Cal Orck’o y que “el primer trabajo de campo se realizó en 1998 (...) Las pistas fueron posteriormente estudiadas por un equipo del Museo de Historia Natural de Basilea en 2002, 2003, 2006, 2009, 2015 y en 2017 y 2019”.
Dicho libro, que está a la venta en el Parque Cretácico, cuenta sin embargo el día que “Waira” (Antonio Ortiz Morales), antiguo trabajador de Fancesa, vio las huellas junto con dos compañeros y dio la alerta a la Universidad San Francisco Xavier: “los que hemos descubierto esas huellas somos nosotros, los trabajadores de cantera”.
También reconoce los aportes de Klaus Schütt en un emotivo capítulo que sirve de merecido homenaje al investigador, profesor universitario y exautoridad de turismo en Sucre y Chuquisaca. Personaje sucrense fallecido el 30 de octubre de 2020 a quien se recuerda no sin la picardía característica del capitalino: “hombre agudo y de rictus travieso, se le atribuye el bautizo del saurio que dejó la sucesión de huellas más larga del mundo, en el farallón de Cal Orck’o, con el simpático nombre de ‘Johnny Walker’”.
Presente y futuro
Párrafo aparte para Elizabeth Baldivieso, administradora del Parque Cretácico desde el año 2007; ella, casi con cariño maternal, cuida de las esculturas como si fuesen sus propios hijos.
Baldivieso se encarga de que las cosas funcionen como un reloj dentro de este parque temático pese a las dificultades impuestas por la pandemia.
Desde su inauguración, el 26 de agosto de 2006, hasta este domingo 22 de agosto de 2021, el Parque ha recibido a cerca de 2.064.000 visitantes (más de dos millones de personas). De ellos, aproximadamente el 90% eran bolivianos y el 10% extranjeros.
Después de varias mejoras, como complementos de tipo tecnológico que a lo largo de los años fortalecieron el atractivo natural de la zona de Cal Orck’o, ahora es Baldivieso y su equipo, junto con las actuales autoridades municipales, quienes encaran un nuevo proyecto de gran magnitud: la ampliación del Parque, que permitirá duplicar el espacio actual del museo y, entre otros elementos que seguramente lo volverán todavía más fascinante, incluirá “mechatronics” (dinosaurios que se mueven y emiten sonidos).
Entretanto esto se concreta, el aporte del Parque Cretácico a la comunidad se traduce también en el fomento a la microempresa mediante la creación de pequeñas unidades productivas que generan empleos para la producción de los souvenirs que oferta en su tienda a los visitantes.
En este artículo no están citados, como en el libro “La Fábrica de Dinosaurios. El Libro del Parque Cretácico Municipal FANCESA”, todos los profesionales, artistas y personas anónimas que, con su granito de arena, contribuyeron a lo largo de estos cinco lustros a la construcción y mantenimiento del Parque, ejemplo exitoso de gestión público-privada, la mayor inversión en desarrollo turístico de la región •
* La información de este artículo fue colectada de “La Fábrica de Dinosaurios. El Libro del Parque Cretácico Municipal FANCESA” (2021) que, mediante información histórica, científica, técnica y estadística, recrea los orígenes del Parque Cretácico de Sucre con testimonios de los actores que hicieron posible esta monumental obra arquitectónica.