Sepa qué es la copa menstrual

La copa menstrual es un invento que data de la época de los años 30 y recién empieza a despertar el interés de muchas bolivianas porque es reutilizable, dura hasta diez años, resulta más económica, no tiene químicos, no contamina y se puede estar con ella hasta 12 horas. 

Sepa qué es la copa menstrual

Sepa qué es la copa menstrual Foto: Internet

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    Evelyn Campos López ECOS
    Ecos / 13/09/2021 22:20

    La copa menstrual es un invento que data de la época de los años 30 y recién empieza a despertar el interés de muchas bolivianas porque es reutilizable, dura hasta diez años, resulta más económica, no tiene químicos, no contamina y se puede estar con ella hasta 12 horas. 

    Este recipiente o dispositivo se inserta en la vagina durante la menstruación para recolectar el sangrado. Es una alternativa a las toallas higiénicas y los tampones desechables. 

    Es un invento de la actriz estadounidense Leona Chalmers, quien la patentó en 1937. Actualmente su uso no es generalizado en el mundo. España es el país europeo donde más lo utilizan las mujeres.

    Ventajas y desventajas  

    Ventajas: Rita Belén Poveda, ginecóloga y gerente regional de CIES Sucre, explica a ECOS que la copa es reutilizable. Con el debido cuidado en el lavado e higiene, puede durar hasta diez años (dependiendo la marca) y tiene una protección hasta de 12 horas. 

    Está hecha de silicona de grado médico hipoalergénica, tiene costo bajo, es amigable con el medio ambiente porque genera menor cantidad de deshechos, permite realizar todas las actividades de la vida cotidiana sin mayor inconveniente (libertad de movimiento) y evita los malos olores. 

    Desventajas: En algunos casos, si no se coloca correctamente, puede causar incomodidad (dolor) y en ocasiones fugas.  

    En criterio de Poveda, este producto no es muy popular por el temor que tienen las féminas de experimentar nuevas formas de higiene femenina, por “pudor”, ya que en muchos lugares no se habla con libertad de la menstruación y sigue siendo un tema tabú.  

    Se estigmatiza a la menstruación de la mujer con la suciedad, el cansancio, el mal humor y otros. “Es decir, las representaciones sociales de la menstruación exhiben un rol tradicionalista, estigmatizado y negativo sobre lo que representa”, manifiesta la galena. 

    Según la profesional, el uso es poco común en Bolivia, pero como el pensamiento de las nuevas generaciones ha cambiado, la mentalidad de ahora es usar insumos que generen menor impacto en su salud, economía y el medio ambiente.  

    Por eso, en el servicio de Orientación del CIES reciben consultas sobre la copa menstrual, quieren saber si es de uso fácil y cuándo tendrán para la venta. De a poco, las mujeres empiezan a investigar sobre nuevas alternativas para su higiene femenina. 

    Qué dice la ciencia 

    Lo más importante es tener la garantía de que esté hecho de silicona de grado médico, debidamente certificada.  

    Al ser un insumo que recolecta el sangrado menstrual y no lo absorbe, como las toallas o tampones, no contamina la vagina, no altera el PH, no absorbe la humedad vaginal y no libera ningún químico. Además, no se relaciona con las infecciones vulvovaginales, alergias, u otras alteraciones dérmicas.  

    La copa menstrual es certificada por la FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés) que es la agencia gubernamental de Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos (humanos y veterinarios), cosméticos, médicos biológicos (incluyendo derivados sanguíneos) y vacunas, entre otros.   

    Sin embargo, según la farmacéutica Lucía Amusquívar, es recomendable que se realice más estudios a largo plazo para determinar el riesgo de complicaciones por una exagerada colonización bacteriana o menstruación retrógrada. 

    Se ve que usar este producto higiénico tiene muchas ventajas pero también hay quienes piensan que tiene incompatibilidades con el estilo de vida actual, cuando prima la inmediatez.

    Cómo usar 

    La copa menstrual puede ser usada por cualquier mujer que esté en periodo de menstruación. No tiene restricciones. 

    Como este producto recolecta el sangrado menstrual, es importante esterilizarlo en agua hirviendo. Para colocarse hay que hacerlo con las manos bien lavadas, doblar la copa en forma de “C”, buscar una posición cómoda (sentada o de pie), e introducirla doblada. Una vez dentro de la vagina, la copa vuelve a su forma. 

    “La primera experiencia al usar la copa menstrual puede resultar un tanto dolorosa, por eso es importante seguir todas las recomendaciones de uso y sobretodo mantenerse relajada, después solo es cuestión de práctica”, explica la ginecóloga Poveda. 

    Para retirarla, hay que hacerlo con las manos bien lavadas, presionar la base de la copa y extraerla, vaciarla, lavarla con agua y se puede volver a usar. 

    No hay ninguna contraindicación para el uso de la copa en mujeres vírgenes, solo se debe considerar su tamaño en función al flujo menstrual.  

    Algunos estudios indican que no tiene inconveniente para tener relaciones sexuales; sin embargo, es importante explicar que la copa menstrual ocupa gran parte de la vagina y, como las relaciones sexuales son con penetración, el impacto con ella puede generar dolor o incomodidad, además de experimentar fugas. “Mantener relaciones sexuales orales o con masturbación, no será ningún problema”, manifiesta Amusquívar.

    Consejos  

    La esterilización debe ser adecuada y hay que seguir las instrucciones para su colocado, retirado, evacuo y limpieza. 

    Al ser un producto “novedoso”, al que recién se están acostumbrando las mujeres, se requiere de tiempo para que su uso se normalice y familiarice. 

    Algunos estudios indican que se requieren de por lo menos tres ciclos para lograr una curva de aprendizaje óptima con relación a su introducción, vaciamiento y limpieza. 

    “Es importante conocer nuestro cuerpo y darle el tiempo necesario para que pueda habituarse a este nuevo producto. Una vez que se tiene la práctica en el colocado y retirado, se terminarán los días de usar toallas y tampones”, concluye la profesional •

    Experiencia de Farmacias San Agustín 

    La farmacéutica Lucía Amusquívar, de Farmacias San Agustín, explica que, por el momento, no tienen a la venta la copa menstrual, porque en Bolivia no hay un distribuidor oficial con registro sanitario.  

    Informa que en el país la venta de esos productos se hace por internet y en cantidades pequeñas. Dice que actualmente es muy solicitado en las farmacias por las chicas.  

    “Ojalá pronto podamos tener en la farmacia este excelente producto. La gente joven es mucho más informada y sabe que esta opción contamina menos que las toallas higiénicas y los tampones. Por eso han decidido pasar a la copa menstrual”, comenta. 

    Algunos estudios indican que lo normal es que una mujer menstrúe cada mes, durante 40 años; esta cifra puede variar de una persona a otra, puede ser más o menos.  

    En la cadena de farmacias San Agustín, una mujer compra entre una y dos bolsas, cada mes. Tomando en cuenta el uso de dos bolsas por mes, durante cuatro décadas, se compraría 960 cajitas en 480 meses.   

    En el comercio hay una gran variedad de marcas, modelos y tamaños de toallas higiénicas. Los precios oscilan según el número de unidades que tienen cada bolsa o caja que, por lo general, son de diez. 

    Por ejemplo, en San Agustín, las toallas que más se venden son las de ocho y diez bolivianos. Considerando el uso de dos paquetes de toallas por mes, cada una a Bs 8, una mujer gasta Bs 192 en 24 bosas de toallas higiénicas al año. Es decir, en 40 años gastaría Bs 7.680.  

    Los tampones (rollo pequeño de celulosa u otro material absorbente que se introduce en la vagina de la mujer para que absorba el flujo de la menstruación) son otra opción que usan una menor cantidad de mujeres. 

    Amusquívar explica que cada caja de tampones viene con 8, 10 y 16 unidades, dependiendo de la marca. Los precios están a Bs 12 y Bs 20. No obstante, el 80 % de las clientes usan toallas higiénicas y el 20 % tampones.  

    En cambio, una copa cuesta entre 18 y 31 dólares, una cifra muy superior a una caja de toallas higiénicas o tampones, pero se puede reutilizar cada mes y dura hasta 10 años, lo que es una opción rentable a largo plazo. 

    Etiquetas:
  • crisis económica
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