Volviendo a casa
Bolivianos descendientes de croatas que inmigraron a nuestro país a finales del siglo XIX o inicios del XX encuentran mejores oportunidades de vida en ese país europeo, después de tramitar su nacionalidad.
Bolivianos descendientes de croatas que inmigraron a nuestro país a finales del siglo XIX o inicios del XX encuentran mejores oportunidades de vida en ese país europeo, después de tramitar su nacionalidad.
Un poco de historia
Según el sitio web Iberoamérica Social, la inmigración de personas del territorio que conforma la actual Croacia hacia Sudamérica fue uno de los desplazamientos migratorios más grandes de europeos fuera del Viejo Continente. Se calcula que fueron unas 700 mil personas.
La inmigración se realizó desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Hubo dos grupos de población claramente diferenciados: los marineros, que iban en busca de una mejora profesional, y los jesuitas.
En cambio, el grupo poblacional que llegó tras la Segunda Guerra Mundial tenía un marcado carácter político de extrema derecha ya que eran refugiados políticos del Estado Croata conocido como Ustaza, afín al movimiento nazi en la Segunda Guerra Mundial.
El Estado yugoslavo formado en los Balcanes tras la Segunda Guerra Mundial no se preocupó de los croatas en Sudamérica, salvo de los que ellos consideraban como anti-yugoslavos.
Sin embargo, esta tendencia cambió en los años 80 del siglo pasado pues surgió un fuerte sentimiento nacionalista en Croacia y los líderes de ese movimiento vieron en los descendientes croatas en Sudamérica una buena fuente de votos. Así, en 1987, el futuro presidente croata Franco Tudjman visitó a descendientes de croatas que emigraron a otras partes del mundo e inventó el término “Croacia en el Extranjero”, manifiesta la publicación.
Una vez que Croacia se independizó en 1991, se promulgó una ley que garantizaba la ciudadanía croata y el derecho a voto a toda persona que pudiera demostrar que sus descendientes habían vivido en lo que hoy es Croacia y tuvieron que emigrar.
Croacia necesita gente joven
Mariana Tomianovic, descendiente de un croata en Sucre, afirma que uno de los objetivos de esa ley es que los descendientes de los migrantes conozcan a sus ancestros.
Con todos los conflictos, guerras y divisiones que sufrió Croacia, quedó mucha gente de la tercera edad, por eso quieren que vayan los parientes de los inmigrantes, para tener gente joven que pueda trabajar.
Se estima que actualmente hay en Bolivia 8 mil descendientes de croatas. Radican en La Paz, Oruro, Santa Cruz, Cochabamba y Potosí. Sucre sería donde menos hay.
Juan Tomianovic
Se piensa que el abuelo de Mariana, Juan Tomianovic, migró de Croacia a Bolivia entre 1918 y1939 debido a los cruentos conflictos bélicos que había en la antigua Yugoslavia, ahora llamada Croacia.
En Yugoslavia había pueblos y comunidades con orígenes y costumbres diferentes: serbios ortodoxos, bosnios musulmanes, croatas católicos, eslovenos, albaneses, macedonios y húngaros.
Todo este territorio estaba bajo la influencia de la Unión Soviética, uno de los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, las diferencias culturales, religiosas y políticas eran demasiado grandes.
La nieta de Juan afirma que no se sabe con exactitud cuántos años tenía su abuelo cuando llegó a Sucre, pues no contaba con documentos que dieran fe de ello. Para escapar de su país, así como sus compatriotas, destruyó sus documentos personales con el fin de que nunca lo encuentren.
Juan ingresó a Bolivia por Argentina (otros lo hacían por Chile), y se dirigió a Sucre usando un pasaporte yugoslavo. Según Mariana, después de muchos años se confirmó esa hipótesis con el certificado de matrimonio donde declara esa nacionalidad.
“No teníamos su cédula de identidad, pero mi hijo, cuando viajó a Irlanda para conocer los requisitos que hay que cumplir para conseguir la nacionalidad croata, encontró el certificado de bautismo de mi abuelo, en el que dice fue bautizado el 15 de febrero de 1881”, afirma Mariana.
Añade que Juan se dedicaba a la construcción y que sus obras permanecen de pie hasta ahora. Edificó el Ferrocarril Sucre-Potosí, la ex estación de trenes Aniceto Arce y la Escuela Normal de Maestros Mariscal Sucre.
Asimismo, construyó varios caminos. “Al parecer, el hecho de trabajar con bastante piedra caliza provocó que contrajera bacilosis”, comenta.
Mariana realizó una exhaustiva investigación sobre el árbol genealógico de su familia, ya que es un requisito indispensable para conseguir la nacionalidad croata.
Cuando cumplía esa tarea, encontró en la Biblioteca del Banco Central de Bolivia el certificado de entierro de su abuelo donde indica que murió el 24 de septiembre de 1943, a los 63 años y fue enterrado en la Sociedad de Socorros Mutuos del Cementerio General de Sucre.
Árbol genealógico
Juan se casó el 11 de abril de 1929 con la boliviana Sofía Garnica Chavarría. Engendraron seis hijos, de ellos cuatro fueron mujeres y dos hombres. El padre de Mariana, Iván, era el menor de los varones, quedó huérfano de padre a los 11 años.
A su vez, Iván tuvo dos hijos: Mariana, la mayor, y José Iván. La primogénita tiene cinco hijos: Mariana, Juan Diego, María de los Ángeles y Carla Geraldine Mercado Tomianovic y Francisco Villafán Tomianovic, mientras que su hermano menor tiene un solo hijo, Gabriel Tomianovic.
Trámite de la nacionalidad croata
Cuando se enteró sobre esa política, el hijo mayor de Mariana, Juan Diego, viajó a Irlanda a fin de averiguar qué requisitos se debe cumplir para conseguir la nacionalidad croata. Uno de ellos era tener el árbol genealógico de sus antepasados.
Logró dar con la ciudad natal de su abuelo, Senj. También pudo ubicar la casa de Juan, pero descubrió que ya no quedan sobrevivientes de su familia.
Como en Bolivia no hay una representación diplomática de ese país (solo tiene en Perú y Chile), conseguir ese derecho junto con su esposa y sus dos hijos le costó dos años de trámites. Comenzó en 2016 y concluyó en 2019.
No obstante, tener la nacionalidad croata le dio acceso a la beca Croaticum para que pueda estudiar primero el idioma croata. Juan Diego es licenciado en turismo y habla inglés.
“Nadie es profeta en su propia tierra, le fue difícil conseguir una fuente laboral en Bolivia. Ha sido muy valiente al irse con su esposa y sus dos hijitos. Ni bien llegó a Croacia consiguió colegio para sus hijos y unos días después le dieron una fuente laboral. También tiene acceso al servicio de salud y vacaciones obligatorias”, relata contenta Mariana.
Mejores oportunidades de vida
Juan Diego trabaja en un call center (centro de llamadas) grande, que contrata España, Portugal e Italia. Brinda todo tipo de información y despeja las dudas de los usuarios. Lo hace en idioma croata, inglés y español.
En el colegio de su hija de siete años visualizaron su talento para la danza y le incentivan a pasar clases de ballet.
Del mismo modo, observaron que el hijo mayor, de 15 años, es muy bueno para jugar fútbol y lo integraron en el equipo del colegio. Hace unos días pasó a las filas de una liga superior donde es el onceavo jugador.
Mariana explica que una Kuna croata equivale a un peso boliviano pero el salario que gana Juan Diego es tres veces más que en Bolivia.
Describe que “la calidad de vida en Croacia es muy buena, la cultura es distinta a la boliviana, los conflictos políticos se solucionan de manera civilizada. Es un país muy seguro donde el índice de criminalidad es muy bajo. Hay lugares espectaculares donde la actividad turística es normal”.
Mariana sostiene que le duele quedarse sin sus hijos, pero reconoce que en Croacia tienen mejores oportunidades para su futuro. “Hay que ser el arco de la flecha”, sostiene.
El otro hijo de Mariana, Francisco Villafán, está en ese país desde hace medio año, después de conseguir su nacionalidad. Una de sus hijas también tramita ese derecho.
“Los que tienen descendencia croata anímense y contáctense con una de las tres comunidades de Croatas que hay en Bolivia; La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Si gustan pueden contactarse conmigo para que pueda guiarles sobre lo que tienen que hacer para tramitar la nacionalidad croata”, invita •