Edmundo Andrade, el héroe
El Liceo Militar “Teniente Edmundo Andrade” está de aniversario. Cumplirá 56 años de fundación el martes, 5 de octubre. Se puso ese nombre a la unidad castrense en homenaje a un héroe de la Guerra del Chaco.
El Liceo Militar “Teniente Edmundo Andrade” está de aniversario. Cumplirá 56 años de fundación el martes, 5 de octubre. Se puso ese nombre a la unidad castrense en homenaje a un héroe de la Guerra del Chaco.
Las primeras referencias históricas datan del decreto expedido por el Libertador Simón Bolívar el 13 de diciembre de 1825, donde se establece la creación de un Instituto con el nombre de Compañía de Alumnos Militares en la ciudad de Chuquisaca.
“A esa Escuela Militar tenían la opción de ingresar todos los jóvenes de la República comprendidos entre los 12 y 20 años de edad”, manifiesta el historiador y docente de la Universidad San Francisco Xavier, Guillermo Calvo.
Con el paso del tiempo, el propósito del Libertador de fundar en Sucre un instituto militar educativo se hizo realidad gracias a la promulgación del Decreto Supremo Nº 07350 que disponía que se funde un Liceo Militar, el 5 de octubre de 1965, con el nombre del “Teniente Edmundo Andrade” para que su destacada actuación en la Guerra del Chaco se perpetúe como ejemplo de la juventud estudiosa.
De esta manera, el Liceo Militar comenzó sus actividades en el Cuartel de San Francisco y desde 1973 hasta la fecha funciona en la Glorieta, conocido desde la época colonial como el Valle de Saucini.
Entre 1974, en que se graduó la primera promoción con 29 caballeros cadetes, hasta la gestión 2020 ya existen 49 promociones.
Centenario del nacimiento olvidado
De acuerdo con unos datos que Calvo extrajo de una fuente documental primaria en 1996, un testimonio asegura que el 2 de abril de 1911, en la Parroquia de San Pedro de la Nueva Paz, en la sede de Gobierno, fue bautizado por el párroco José Manuel Cardozo un párvulo de 97 días al que le pusieron el nombre de José Manuel Eduardo, hijo natural de Natalia Reyes Ortiz.
“Apadrinó la ceremonia Edmundo del Carpio. Desde ese momento su ahijado llevó el nombre de Edmundo”, relata Calvo.
Deduciendo el día del bautismo, se determina que la fecha exacta del nacimiento de José Manuel Eduardo fue el 25 de diciembre de 1910.
Por tanto, en esa misma fecha, pero, de 2010, se recordó el primer centenario del nacimiento del héroe de la Batalla de El Algodonal.
“Esta es una ocasión propicia para recordar los 111 años de su nacimiento y rememorar con mucha tristeza los 87 años del fallecimiento de tan ilustre y gallardo militar”, expresa el estudioso.
Una vez realizada la prueba supletoria (significa la sustitución de un documento por otro no oficial), se evidenció que fueron sus padres el hacendado y cultor del hipismo José Andrade y Lara y la respetable dama Natalia Reyes Ortiz Quiroz.
Andrade estudió en el Instituto Americano de la ciudad de La Paz, cuando cursaba el tercer curso de secundaria y al cumplir los 16 años ingresó al Colegio Militar.
Durante su permanencia en el Instituto Militar, sobresalió en sus estudios obteniendo altas calificaciones, siendo además excelente deportista en equitación, atletismo y tiro al blanco.
Se dice que Andrade heredó la personalidad de su padre: ordenado y estudioso, metódico en su trabajo, bueno, cariñoso y ocurrente. Era de tez blanca y cabellos castaños, su estatura era de 1.80 metros, era robusto y de complexión atlética.
Ni bien egresó de subteniente en 1931, fue incorporado al Regimiento Ingavi 4 de Caballería, el 16 de agosto de 1932. Ingresó a la campaña del Chaco en la unidad que se organizó en Tupiza, el célebre Regimiento Chichas 7 de Caballería.
Durante su estadía en la zona de operaciones tuvo varios destinos, habiendo actuado en las tres fases de la guerra, tomando parte tanto en pequeñas como en grandes acciones.
Batalla de El Algodonal
Lastimosamente, el 22 de septiembre de 1934, a las 17:00, Andrade perdió la vida en la Batalla de El Algodonal, sector de Ballivián.
Las referencias de esa acción bélica librada durante la Guerra del Chaco dan cuenta que “luego de la victoria boliviana de Carandaití el 5 de septiembre de 1934, la VI División paraguaya se desplegó a ambos lados del camino a Picuiba, retrocediendo luego hasta 14 kilómetros al oeste de El Algodonal.
Fue perseguida por el Destacamento Toro, o Carandaití, y se dividió en dos columnas por el norte (los regimientos Abaroa y Chuquisaca) y el sur (regimientos Lanza y Chichas). Debían reunirse en El Algodonal para cortar la retirada paraguaya.
El 22 se produjo dicha reunión y envolvieron al enemigo. Para romper el cerco, los paraguayos efectuaron tres asaltos, rechazados.
Luego, concentraron sus fuerzas en un corto sector de 200 metros, logrando finalmente romper la línea tras varios intentos, huyendo hasta Villazón.
En esa acción, Andrade, que comandaba el 5º Escuadrón del Regimiento “Chuquisaca”, murió a machetazos. El médico cirujano Roberto Orihuela Medinaceli, que atendía sus heridas, también fue asesinado justo en ese momento.
Esa hazaña glorificó a Andrade y mereció el reconocimiento del comando general, cuyo superior, el general Enrique Peñaranda, comunicó al Ministerio de Guerra que el subteniente Edmundo Andrade, cayó en “forma gloriosa y heroica en defensa de la soberanía nacional”.
Sus restos
En octubre de 1934, procedente de San Antonio de Villamontes, llegaron a la ciudad de La Paz los restos incinerados de Andrade. Se dice que la urna tallada en madera de huyacán fue construida por los soldados paraguayos que reconocieron el valor y la valentía del intrépido combatiente.
Las Fuerzas Armadas y el pueblo en general le rindieron los máximos honores en el Círculo Militar.
Después de 62 años, el 5 de septiembre de 1996, una de las promociones del Liceo Militar realizó las gestiones del traslado de la urna a Sucre, para ser inhumada perpetuamente en el montículo construido para ese efecto en su sede.
Los honores militares al máximo héroe de la Guerra del Chaco que se realizaron en el aeropuerto Juana Azurduy de Padilla, la Casa de la Libertad y el Liceo Militar, fueron llenos de patriotismo, admiración y respeto •