Chuquisaqueño para el mundo
Eduardo Ortiz Imbelloni es un chuquisaqueño que triunfa en el mundo y coloca en alto el nombre de Bolivia con su trabajo. Ingeniero de mezcla y arreglos del disco “Atlantico a pie”, del cantautor argentino Diego Torres que fue nominado al Latin Grammy 2021.
Eduardo Ortiz Imbelloni es un chuquisaqueño que triunfa en el mundo y coloca en alto el nombre de Bolivia con su trabajo. Ingeniero de mezcla y arreglos del disco “Atlantico a pie”, del cantautor argentino Diego Torres que fue nominado al Latin Grammy 2021.
Su nombre artísitco es Eduardo Imbelloni (41 años), nació en Sucre, es hijo de Carlos Ortiz Leytón y Rosario Imbelloni Moreno.
Inquieto como es, estudió en varios colegios de la capital, salió bachiller del Juan Pablo II. También se formó en la Escuela Nacional de Música Simeón Roncal. Cuenta que comenzó con su formación musical de forma autodidacta desde muy niño.
Posteriormente, participó en Champagne Show Producciones y en Santa Cruz trabajó como cantante y siguió con ese aprendizaje de vida.
Esas experiencias le dieron el impulso para ir a conocer otros países y culturas que coadyuvaron en la ampliación de sus conocimientos musicales. Así, se trasladó a Chile, donde permaneció siete años; después se marchó a España donde radica desde hace 16.
Eduardo no solo canta, también toca guitarra y algo de piano. Sin embargo, desde hace muchos años se desempeña como productor musical.
En España su trabajo se visualizó mucho más, demostró ser muy versátil con sus composiciones. “La música funciona y conecta perfectamente cuando sacamos todas nuestras sensibilidades y raíces, más que todo. También aprovecho el hecho de estar rodeado de otras culturas de las que aprendo mucho y, por qué no, de los sonidos de los nuevos tiempos. Junto todo eso y trato de sacar algo bonito”, sostiene.
Asegura que se consigue todo eso cuando se tiene raíces y sentimiento musical desde muy pequeño. “Eso es el folclore boliviano para mí. Entonces, sutilmente voy dejando huella con alguno de mis trabajos con la esencia que tengo”, explica.
Por ejemplo, tratar de introducir a géneros actuales un ritmo caporal. Intentaba innovar porque tenía la oportunidad de hacerlo en ese momento.
“Yo creo que eso es lo que tenemos que plantearnos los bolivianos: aprovechar lo que tenemos y sacarlo a flote”, aconseja el productor musical.
Un productor musical muy versátil
El productor y compositor boliviano, destacado por su versatilidad de estilos, emprende retos que lo llevan a conseguir sonidos originales que lo sitúan en lugares privilegiados del quehacer musical internacional.
Eduardo tiene varias composiciones en su haber que creó para artistas o catálogos de disqueras. En el momento de componer saca toda la sensibilidad que tiene y profundiza en lo que quiere contar, especialmente sobre las convivencias cercanas a él. Ahí se suma la estructura musical, el ritmo o género con las que creció y vivió.
Otro detalle digno de destacar es que sensibiliza a la gente a través de su música. Por ejemplo, compuso la canción “Tiembla mi voz” de la que dice que “le marcó” porque le dio mucha satisfacción componer una canción tan sensible enfocada en la mirada de un niño hacia la tragedia de un seísmo.
En realidad, la canción se puede referir a cualquier catástrofe, como un terremoto, la erupción de un volcán o la pandemia de coronavirus, situaciones a las que, de una forma u otra, los adultos saben responder, pero los niños no entienden y buscan a su mamá.
La canción fue interpretada ante 15 mil personas por Sergio Almagro y la cantante Rosana, en un concierto donde estuvieron otros famosos como David Bisbal.
Por otra parte, tuvo la oportunidad de trabajar con el famoso compositor Juan Carlos Calderón, creador de los éxitos más grandes de Luis Miguel, Nino Bravo, Mocedades y Miriam Hernández, entre otros.
Asimismo, es contratado como productor y compositor de la afamada firma mundial de baile Zumba, con una variedad de ritmos y fusiones, los cuales consiguieron gran aceptación entre los instructores y seguidores y se bailan en todo el mundo. Una de ellas, llamada “Marioneta”, está posicionada como una de las principales de esa disciplina.
Actualmente, Eduardo tiene pareja y un hijo de un año llamado Ian. Relata a ECOS que trabajó dentro del nuevo disco del cantautor y músico argentino e intérprete del género pop latino Diego Torres y su bebé llegó a este mundo en 2020, justo cuando era el lanzamiento del single “Amanece”.
“Fue muy significativo: pasó justo cuando mi mujer estaba dando a luz. Fue una experiencia súper bonita porque la canción habla de un amanecer, después de la pandemia y de todas las cosas que pasaron. Como que había cosas bonitas que venían”, comenta.
Su propio estudio de grabación
En 2016 abrió las puertas de su propio estudio de grabación situado en su domicilio privado, que organizó y preparó a su gusto. Cuando quedó listo, empezó a llevar gente para grabar.
Su fin era que sea un laboratorio de trabajo, porque empezó en su garaje. No obstante, quedó sorprendido cuando fue surgiendo mucho trabajo y empezó a llegar gente de diferentes lugares, como de Suecia, Bolivia, México y Estados Unidos, entre otros.
Le va muy bien, afirma que su trabajo es el resultado de haber aprendido a escuchar y seguir aprendiendo; no dar por hecho de que ya sabe.
Dice que el éxito radica en cómo uno obra. Si se tiene que dedicar tres, cinco o siete días a un trabajo (que en teoría solo debería ser uno), lo hace; su éxito personal es conseguir un buen resultado.
“Primero tengo que estar satisfecho yo, haber cumplido sin ponerme límites. Es mejor no darte cuenta que tienes éxito, es mejor seguir buscándolo”, comenta.
Le preguntamos a Eduardo si el éxito le da dinero y él responde: “Me da estabilidad, pero lo más importante es que vivo de lo que realmente me gusta hacer y eso me da felicidad”.
Uno de sus mayores logros
Diego Torres es nominado al Latin Grammy 2021. Para Eduardo, como parte del proyecto del cantautor argentino es su primera nominación como ingeniero de mezcla del disco nominado “Atlantico a pie”, trabajo del que cuenta duró un año y lo hicieron con mucho cariño.
La premiación será en Las Vegas el 18 de noviembre. “La nominación es para Diego Torres y todo el equipo del cual soy parte. No estoy nominado yo, está nominado mi trabajo”, aclara.
“Estoy orgulloso de esta nominación porque comparto créditos con gente de mucho nivel en el área de mezcla y producción, que ha trabajado con muchos artistas grandes. Esto me hacer dar cuenta de que puedo ser competitivo a la hora de ofrecer mi trabajo”, manifiesta.
Valorar la música nacional
Eduardo aconseja conocer y valorar nuestras raíces y la música nacional. “Tenemos canciones folclóricas muy lindas ¿Por qué no aprovechamos eso? Por ejemplo, tenemos a los Kjarkas que son parte de la historia del folclore mundial, los tenemos que aprovechar. Yo soy súper fan de ellos desde pequeño”, dice.
Dice que no planeó trabajar con sus ídolos, no lo hace por codearse con ellos, por sacarse una foto o por tener la oportunidad de tener los créditos. “Trato de ser muy ético en esto, todo lo que se ha ido dando es porque trato de hacer mi trabajo lo mejor posible”, indica.
“Yo crecí con la música de los K’jarkas y hacer un trabajo para ellos, y que les guste, es un orgullo. Lo mismo con el cantante y actor Milton Cortez. Esas cosas te enorgullecen, pero como es orgánico, o sea, no lo has buscado, te reconforta más”, declara.
Agrega que la música boliviana tiene canciones hermosas y mágicas. “Una buena canción lo es todo. A veces en nuestro país preferimos sacar un cover de México o de Argentina. Cuando viene un grupo brasileño y saca una canción nuestra como “Llorando se fue” y tiene gran éxito. No sabemos aprovechar lo que tenemos”, reflexiona •