El verdadero amor no condiciona

Tres obras sociales que son ejecutadas desde hace varios años, y benefician a los más necesitados, son una muestra del amor y solidaridad que se debe tener por el prójimo, practicando acciones y no solo palabras.  

Diez años mostrando el amor de Dios.

Diez años mostrando el amor de Dios. Foto: Cedida

Niños recibiendo alimento y palabra de Dios.

Niños recibiendo alimento y palabra de Dios. Foto: Cedida

Ofreciendo alimentos y la palabra de Dios en el Hogar Santa Rita.

Ofreciendo alimentos y la palabra de Dios en el Hogar Santa Rita. Foto: Cedida

Son diez años que demuestran el amor de Dios en el penal de San Roque.

Son diez años que demuestran el amor de Dios en el penal de San Roque. Foto: Cedida


    Evelyn Campos López ECOS
    Ecos / 27/12/2021 01:42

    Tres obras sociales que son ejecutadas desde hace varios años, y benefician a los más necesitados, son una muestra del amor y solidaridad que se debe tener por el prójimo, practicando acciones y no solo palabras.  

    José Manuel Arias, pastor de la iglesia cristiana El Tabernáculo del Espíritu Santo, que está Sucre y Bolivia desde hace 13 años, explica que las actividades que organizan son llevadas a cabo gracias al amor, la unidad y el compromiso que tienen las familias de la congregación.  

    Afirma que Dios los utiliza para extender su mano de amor y ayuda a los más necesitados. Esa congregación se caracteriza por predicar la palabra de Dios y practicar tres pilares: ser una clínica para sanar corazones, un cuartel para entrenar soldados y un lugar donde la presencia del Espíritu Santo habita. 

    Su misión es impregnar de la presencia del Espíritu Santo a las familias, matrimonios, jóvenes, niños y ministros para que se conviertan en portadores de su gloria, influenciando así su entorno y comunidad con la unción transformadora de un avivamiento para el país. 

    Su visión es exponer a cada hijo de esa casa a la presencia de Dios, a través de servicios, discipulados, encuentros, cumbres ministeriales, a fin de llevarle a una comunión íntima con el Espíritu Santo y puedan convertirse en soldados entrenados y capacitados para cumplir la misión.  

    Esta iglesia tiene presencia en el mundo desde hace más de 15 años, trabaja con tres obras sociales denominadas “Pan de vida”: desayunos semanales, visitas al penal de San Roque y la dotación de mercados completos. 

    Asimismo, hace pocas semanas empezaron a trabajar en Villa Marlecita con una pequeña obra social que atiende a 30 niños aproximadamente. 

    Desayunos semanales 

    Desde hace más de diez años continuos, trabajan con una obra social, la más antigua, denominada “Pan de vida”. A través de ese brazo social se ayuda a los niños de K’uchu Tambo, ubicado por la salida hacia el municipio de Ravelo, por donde hay una escuela. 

    Arias explica que todos los sábados del año atienden a 150 niños, aproximadamente, proporcionándoles un desayuno completo y nutritivo. Además, se ora por ellos, se les habla de Dios y en diferentes temporadas del año se les ayuda con ropa, zapatos y juguetes.  

    Entre ellos vieron situaciones muy complejas, por ejemplo, madres solteras muy enfermas, que no se pueden ni parar de la cama a causa de la debilidad.  

    Entonces tienen que proporcionar ayuda extra a esas familias, según las necesidades, porque están en condición de pobreza extrema. 

    El 31 de diciembre, los niños se incrementan en un 100 por ciento o incluso más, por las fiestas de fin de año. 

    Visitas al penal de San Roque 

    Otro brazo de “Pan de vida” consiste en visitar el penal de San Roque una vez al año. Van llevando Biblias para entregar a los reclusos, transmitir la palabra de Dios y un mensaje de esperanza.  

    Además, distribuyen entre los internos y guardias de vigilancia que cumplen turnos (como gratitud por permitirles realizar esa obra social, por parte del Señor), alimentos y artículos de higiene.  

    Según Arias, la mayor parte de los internos se sientan y escuchan con humildad la palabra de Dios y reciben con gratitud lo que se les da.  

    “Creo que hay un gran porcentaje de aceptación. Nuestro enfoque es compartir el amor de Dios haciendo obras”, indica el pastor.   

    Dotación de mercados mensuales 

    El tercer brazo de “Pan de vida” consiste en la entrega de dos mercados completos mensuales, para dos familias necesitadas.  

    Les dan, por ejemplo, carne de res, de pollo, atún, aceite, arroz, fideo, azúcar e implementos de aseo. Es decir, todo lo que comprende una canasta básica familiar, aclara el pastor.  

    Durante el servicio que prestan se dan cuenta que el estado del corazón de muchas personas expresa mucha tristeza, también observan bastante soledad y decepción en los niños.  

    Dice que a un principio los pequeños eran muy tímidos y tenían miedo de aceptar algo, porque pensaban que era condicionado, pero con el tiempo se dieron cuenta de que no era así, que lo hacían por amor y sin esperar nada a cambio. 

    “Ese parámetro es repetitivo: se observa mucha soledad, tristeza, decepción y abandono de las familias”, reitera. 

    Complementa que “como seres humanos somos imperfectos, nos podemos equivocar, somos falibles, pero, si queremos agradar a Dios, hay que hacer lo correcto, haciendo obras de justicia, tomando decisiones adecuadas en cualquier área, pero empezando primero con la familia, desde adentro. El amor verdadero no obliga ni condiciona y no hay que ser egoístas”, manifiesta. 

     ¿Qué es el amor? 

    Arias afirma que el amor no se dice, sino se hace; o sea, pesa más lo que se hace en comparación a lo que se dice. Y en el momento de manifestar ese sentimiento no hay que olvidarse de aquellos que tienen necesidades, porque el amor es verbo, es decir, acción. 

    Indica que, en la Biblia, en el libro de Santiago capítulo 1 versículo 27 dice que la religión verdadera es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones. Habla de la ayuda y de demostrar amor al que lo necesite. 

    “Dios no es una religión, es solidaridad genuina; no es apariencia o esperar retribución. Es bienaventurado dar que recibir”, manifiesta. 

    Sostiene que Dios ama a la humanidad y se interesa por ella; su amor es puro e incondicional. No obstante, el amor que supuestamente recibe la gente es condicionado; es decir, es a cambio de algo. 

    El pastor asegura que el 50 por ciento de la congregación que dirige son jóvenes que conocen del amor de Dios. 

    Dice que incluso hay gente que no asiste a la iglesia, pero conoce de sus obras y desea participar, y también son jóvenes. “Eso nos ha sorprendido”, señala. 

    Los interesados en asistir para escuchar la palabra de Dios, pueden ir a la iglesia que se ubica en la calle Ismael Montes 109, los domingos a las 10:00. El ingreso es libre, sin ningún compromiso •

     

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