Después de la inundación

El 15 de marzo de 1626, el tajamar de la laguna de San Ildefonso, llamada de Kari Kari, cedió por la presión del agua almacenada en el embalse e inundó varias de las calles de la Villa Imperial de Potosí.

Después de la inundación Después de la inundación Foto: Juan José Toro Montoya

Juan José Toro Montoya
Ecos / 24/03/2022 19:13

El 15 de marzo de 1626, el tajamar de la laguna de San Ildefonso, llamada de Kari Kari, cedió por la presión del agua almacenada en el embalse e inundó varias de las calles de la Villa Imperial de Potosí.

La principal fuente sobre lo sucedido es el cronista Bartolomé Arzáns que le dedica gran parte de sus “Anales” y su “Historia” a este episodio que, según él, causó la muerte de hasta 4.000 personas.

Y aunque son varias las voces que consideran “fantasioso” al autor potosino, la revisión de los documentos de la época permite encontrar coincidencias con sus relatos. 

Ese es el caso, por ejemplo, de Antonio Cerón, un azoguero cuyo ingenio y vivienda fueron destruidos por las aguas que avanzaron en furiosa corriente por las irregulares calles de la Villa.

En su “Historia…”, Arzáns relata así los daños sufridos por Cerón:

“Ya en esto la madre de aquella espantosa corriente se había sorbido el ingenio de don Salvador de Campos y el de don Antonio Cerón, que poco antes era de Lorenzo de Fanes a quien lo tenía usurpado, y fue tal el estrago que en ellos hizo que sus dueños no sabían el sitio otro día, y llevándose eje, rueda, mortero, mazos, almadanetas, y mucha gente, hizo de daño (…) más de 50.000 pesos a don Salvador de Campos y más de 30.000 a don Antonio Cerón, dejando hecha una sierra de piedras todo aquello”.

A Cerón lo encontramos en el acuerdo del Cabildo Secular de Potosí (CSP) labró el 1 de septiembre de 1626 y en el que se puede leer que esta persona pidió que se le ceda un solar en el que pueda reconstruir la cabeza de ingenio y vivienda que tenía.

Hierro y madera

Pero veamos cómo reaccionó el cabildo a los graves sucesos del 15 de marzo de aquel año. Si Arzáns habló de cuatro mil muertos, cualquiera pensaría que Potosí estaba sumido en el duelo, pero, extrañamente, el CSP no se ocupó de los fallecidos, ni mucho menos de sus familias, ni siquiera en los días siguientes a la tragedia.

La primera sesión del cabildo luego de la inundación fue la del viernes 20 de marzo de 1626 a la que concurrieron 14 de sus 24 integrantes, incluido el corregidor y justicia mayor, Bartolomé Astete de Ulloa. Los asistentes no se refirieron a los muertos, pero sí hablaron sobre los efectos de la inundación, particularmente por la elevación de precios que se estaba registrando, especialmente del hierro y la madera.

Pero, además, se acordó asumir medidas para mitigar los efectos que la inundación, y la destrucción de ingenios, habían causado en los azogueros, así que se decidió enviar una comisión a La Plata, hoy Sucre, “a suplicar a la Real Audiencia venga uno de los señores oidores de ella a ver por vista de ojos el daño y ruina sucedido para que con ello se disponga lo que más convenga en el socorro que tienen tanta necesidad los azogueros”.

En otra petición, se lee que “Cristóbal del Salto, procurador general de esta villa por lo que toca al bien público de ella, digo que en la reventación de la laguna de Cari Cari, de los ingenios y casas que se arruinaron y llevó el ímpetu del agua, van apareciendo entre las piedras que fue llevando, barras, piñas, guayacas de reales cajas, escritorios, joyas, almanetas, tejos y hierro, ropas de todo género y muchos bienes, todo lo cual van ocultando españoles, mestizos, indios, mulatos, sin atender a la excomunión de la Bula de la Cena del Señor en que han incurrido e incurren y que es cierto quitárselo y ocultárselo a los verdaderos dueños que han padecido tan grande daño y detrimento en sus personas y haciendas, para cuyo remedio a vuestra señoría pido y suplico y acatadamente requiero mande diputar algunas personas diligentes de buena conciencia que recorran la rivera y rancherías, casas del lugar donde se tuviere noticia que se ha llevado alguna cosa y lo saquen…”.

Por este documento sabemos que “muchos indios han salido y salen de esta villa con barras, piñas y otras cosas que han sacado de esta ruina”, así que se pide que “que detengan (a) los indios y los traigan o envíen ante vuestra señoría con todo lo que les hallaren” •

(*) Juan José Toro es presidente 2018-2020 de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).

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