Cambio de sexo

Cuando una persona que nació hombre da a conocer a su familia que en realidad se siente mujer, causa los efectos de un terremoto.

Cambio de sexo

Cambio de sexo Foto: Defensoría del Pueblo

Andrea, persona trans.

Andrea, persona trans. Foto: Cedida

Reuniones con la Defensoría del Pueblo.

Reuniones con la Defensoría del Pueblo. Foto: Defensoría del Pueblo

Yesenia Fernández

Yesenia Fernández Foto: Cedida


    Juan José Toro ECOS
    Ecos / 23/05/2022 03:25

    Cuando una persona que nació hombre da a conocer a su familia que en realidad se siente mujer, causa los efectos de un terremoto.

    Y todo tiene que ver con el tipo de país que es Bolivia. En nuestro país, los niveles de discriminación son elevados, porque todavía hay mucha gente que juzga por las apariencias, nivel de ingresos, procedencia familiar o geográfica. Sin ir lejos, todavía existen sectores en la sociedad cruceña que considera que la gente del occidente es físicamente inferior y considera hasta razonable la opinión que expresó, en 2004, la entonces Miss Bolivia, Gabriela Oviedo, que dijo que en Santa Cruz la gente es alta, rubia y sabe hablar inglés. En contrapartida, señaló que en el lado oste del país hay “gente pobre y gente de baja estatura y gente india”.

    La apariencia, entonces, es importante y, por eso, los anuncios de cambio de sexo son un tema que las familias no pueden manejar con la debida serenidad, salvo las excepciones que confirman la regla.

    Uno de los miles de casos que hay en el país es el de Beymar, quien decidió admitir que le gustan los hombres, pero, cuando lo confesó a su familia, eso provocó tensión. Las cosas no fueron mejor en el colegio, donde sus compañeros se le burlaron. Sin embargo, él no tiene mayor problema porque físicamente se sigue viendo como hombre y mantiene su identidad original.

    No es el caso de Yesenia Fernández, la presidenta de las mujeres transexuales y transgenéricas en Potosí, porque ella no solo ha cambiado su apariencia física, sino también su identidad. Por eso, llegar al banco y presentar su documento, todavía con la identidad anterior es un problema. A primera vista —que es la base de la apariencia— es una mujer, pero en su documento dice otra cosa. “¿Es usted?”, le preguntan y, generalmente, la solución tiene que pasar por plataforma. Pero los inconvenientes no son tan grandes en los bancos, porque la Autoridad Superior del Sistema Financiero (ASFI) ha aprobado la Resolución Administrativa ASFI/164/2016 que norma el cambio registro de las personas que cambiaron su identidad sexual.

    Pero todo tiene que comenzar en el Servicio del Registro Cívico (Serecí) que es donde debe proceder el cambio de identidad. La Ley 807 “tiene por objeto establecer el procedimiento para el cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen de personas transexuales y transgénero en toda documentación pública y privada vinculada a su identidad, permitiéndoles ejercer de forma plena el derecho a la identidad de género”, pero no es suficiente porque necesita reglamentarse y, en un país tan burocrático como Bolivia, eso significa que debe haber reglamentación en todas las instituciones en las que se maneja datos de las personas. Y ahí está el problema. El último informe de la Defensoría del Pueblo detalle que 12 instituciones “han desarrollado un procedimiento interno propio enmarcado en la norma, a efecto de garantizar el cambio de los datos personales de las y los beneficiarios. (Pero) por el contrario, un total de ocho entidades públicas y privadas han informado que no han realizado modificaciones a su procedimiento interno o no se ha emitido alguna disposición que determine los plazos e instancias que deben atender las solicitudes”. 

    Entonces, para que la Ley 807 se aplique plenamente, las instituciones tienen que adecuar su normativa y, según el informe defensorial, ocho no han hecho nada al respecto. Entre estas se encuentra la universidad boliviana así que, si la persona que está cambiando identidad sexual es profesional, como es el caso de Yesenia, sus problemas se multiplican porque en su documentación sigue figurando su nombre anterior. Es licenciada en Lingüística, pero no puede ejercer porque se supone que el título lo obtuvo un hombre y ella es mujer.

    Similares problemas tiene Andrea, de Sucre. Ella también figura como hombre en sus papeles en Derechos Reales, una institución anacrónica, con legislación especial que data del siglo XIX, así que no puede hacer valer sus derechos sobre su inmueble.

    Derechos Reales es parte del Órgano Judicial, que tampoco hace efectiva la normativa para el cambio de sexo. Mediante la Resolución TSE-RSP-N.° 229/2016, el Serecí ha aprobado el “Reglamento para el cambio de nombre propio y dato del Sexo en partidas de nacimiento de personas Transexuales y transgénero” que señala que, una vez aprobado el cambio, se lo debe notificar en un plazo de 15 días al Órgano Judicial, Procuraduría General del Estado y Ministerio de Justicia. Pese a toda esa normativa, los problemas continúan e, incluso, una entidad se negó a brindar información al respecto a la Defensoría.

    RECHAZO  

    Pero en una sociedad discriminadora como la boliviana, la burocracia e ineficiencia son apenas algunos de los problemas para las personas que han decidido asumir su verdadera identidad de género.

    Si las personas gay, como Beymar, deben afrontar el rechazo de sus círculos sociales, y provocan tensión en su familia, peor es la situación de las lesbianas como Dayan Karla Ricaldi que todavía hoy debe soportar la presión de sus hermanos que creen que ella ha sido embrujada y, por tanto, necesita una limpia. Ella cuenta que fue obligada a casarse con un hombre, con quien vivió en Argentina y, al descubrir que era lesbiana, terminó la relación. Volvió a Bolivia, donde estuvo en pareja durante siete años, y ahora está en proceso de sanación. Se ha convertido en activista de la causa de la comunidad de Trans, Lesbianas, Gais y Bisexuales (TLGB).

    Pero quienes peor la pasan son las personas trans, cuya apariencia las hace más visibles que las de otras identidades sexuales y quienes, además, son las que deciden hacer un cambio no solo de apariencia, sino también de identidad. “Lamentablemente, todavía no tenemos la tolerancia ni la aceptación de nuestro entorno social —dice Maya Vásquez, presidenta colect8ivo TLGB en Potosí—. Muchas personas te miden por tu apariencia y no ven la capacidad intelectual que tiene una persona trans para ejercer un cargo”.

    El 17 de mayo de 1990 se eliminó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud y, debido a ello, se fijó a esa fecha como el Día Internacional contra la homofobia, transfobia y bifobia. Pese a ello, en países como Bolivia, donde la gente sigue viviendo de las apariencias, se sigue pensando que la diversidad sexual es una patología que necesita tratamiento psicológico.

    Andrea, de Sucre, dice que no solo quieren llevarla al psicólogo, sino que también les siguen tratando como fenómenos.

    Maya dice que, por esa forma de ver las cosas, las personas trans son las más atacadas, las más expuestas no solo a maltratos y palizas sino, incluso a asesinatos. 

    Es emblemático el caso de Dayana Kenia Zárate Bustamante, una paceña que solo se atrevió a hacerse el cambio de sexo cuando se fue a vivir a Santa Cruz, lejos de su familia. La mató Alex Villca, un potosino que no pudo sobrellevar la noticia de que su pareja, Dayana, era originalmente hombre.

    Este año, la comunidad TLGB ha reportado la muerte de Génesis, a quien no se quiso atender en dos hospitales de La Paz, y de Danna Gozalbes Bautista, que habría muerto en Potosí en accidente de tránsito.

    La comunidad está atenta a estos casos porque siempre existe la sospecha de que la mujer pudo haber muerto por ser trans. Son los verdaderos crímenes de odio •

    Orientaciones sexuales 

    Heterosexuales: Personas que se sienten atraídas afectiva y eróticamente hacia personas del sexo opuesto.

    Homosexuales: Personas que se sienten atraídas afectiva y eróticamente hacia personas del mismo sexo. Popularmente se emplean los términos gay para el hombre y lesbiana para la mujer.

    Bisexuales: Personas que se sienten atraídas afectiva y eróticamente hacia personas del mismo sexo y o del sexo contrario.

    Pansexualidad: Personas que sienten atraídas afectiva y eróticamente hacia otraBolivias personas, con independencia del sexo asignado al nacer, género, identidad de género, orientación sexual o roles sexuales.

    Fuente: Profamilia

    Definiciones 

    Transexual. Personas que se sienten como pertenecientes al género opuesto al que se les asignó al nacer y que optan por una intervención médica para adecuar su apariencia física ? biológica a su realidad psíquica y social.

    Transgénero. Hombre o mujer cuya identidad de género no corresponde con su sexo asignado al momento del nacimiento, sin que esto implique intervención médica de modificación corporal.

    Fuente: Ley 807

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