La muerte de un puma

Uma fue una hermosa cría de puma que murió aproximadamente a los dos meses de edad, después que fue separada del lado de su madre, cuando tenía aproximadamente un mes y medio de vida. Se presume que es un caso de tráfico de animales silvestres.  

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La muerte de un puma Foto: Cedida

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    Evelyn Campos López ECOS
    Ecos / 23/05/2022 03:56

    Uma fue una hermosa cría de puma que murió aproximadamente a los dos meses de edad, después que fue separada del lado de su madre, cuando tenía aproximadamente un mes y medio de vida. Se presume que es un caso de tráfico de animales silvestres.  

    Este lamentable deceso no puede pasar desapercibido, debe quedar como un precedente sobre el daño que se ocasiona a la fauna silvestre por el puro capricho de algunas personas que quieren tener en casa un animal exótico como mascota. 

    Sus rescatistas le pusieron el nombre de Uma, palabra quechua que significa jefe o cabeza.  

    Según la explicación proporcionada por veterinarios expertos, las crías de pumas son muy frágiles durante los primeros meses de su vida, dependen en gran manera de la leche materna para poder subsistir.  

    Se calcula que la cachorra fue separada de su madre cuando tenía un mes y medio de vida. Sus captores le alimentaron de manera deficiente, o sea, le daban cualquier cosa que encontraban, así como suelen hacer con las crías de gatos y perros en el campo. 

    “Es una equivocación muy grande que la gente comete por falta de conocimiento. Los animales silvestres necesitan una alimentación específica, según su especie”, explica el biólogo Mauricio Peñaranda, experto en carnívoros y docente de la carrera de Biología en la Universidad San Francisco Xavier. 

    “Cuando llegó a lo de nosotros estaba extremadamente debilitada y desnutrida, tenía anemia, una pata fracturada y parásitos. Su estado de salud era muy precario”, añade. 

    La Protectora de Animales S.A. se enteró del caso el 26 de abril. Los voluntarios fueron a buscar al animal para rescatarlo.  

    Aunque la vio un veterinario experto, y pese a todos los esfuerzos que hicieron para alimentarla de buena manera y corregir la fractura de su pata mediante una cirugía, el animalito no resistió y murió el 10 de mayo. Su sistema digestivo estaba demasiado comprometido por la precariedad del alimento que le dieron desde un inicio sus captores. 

    Laura Lagrava, vicepresidenta de la Protectora de Animales S.A., indica que la trataron como un gato común, le hacían jugar como a cualquier minino sin darse cuenta que le estaban exponiendo a un gran peligro. 

    Dice que la muerte de la cría de puma fue un suceso muy doloroso y complejo para ellos ya que pusieron todo lo que estuvo en sus manos y en su ser para salvarla. “No fue posible, no resistió, se fue dejando un golpe muy duro para los rescatistas”, expresa. 

    ¿Quiénes la separaron de su madre? 

    La historia no es clara. Encontraron a un par de jóvenes que no supieron decir con exactitud cómo fue que tenían en su poder al pequeño mamífero, posiblemente durante dos semanas. Además, al parecer habrían vendido al hermano de Uma. Hay muchas variables por resolver en este caso. 

    Los chicos contaron que rescataron al felino de una comunidad cercana al municipio de Icla, Chuquisaca. Según Peñaranda, se contradijeron al contar la historia varias veces, haciendo sospechar sobre cuál fue realmente su participación en el “rescate” del animal. 

    “Después de que estos chicos no fueron totalmente honestos con nosotros, llegamos a la conclusión de que puede tratarse de un caso de trata y tráfico de animales silvestres. Es decir, que consiguieron al felino de los comunarios de la zona con la intención de venderlo como mascota en el mercado negro de animales silvestres”, opina el biólogo. 

    También piensan que podría tratarse de un caso mixto, es decir que los comunarios de la zona probablemente tenían conflictos con el puma que resultó ser una hembra con crías, a la que quizá pudieron haber matado para quitarle sus dos crías con la intención de venderlas. 

    Falta de apoyo 

    En Chuquisaca existen instituciones de la alcaldía y la gobernación que deberían hacerse cargo del rescate de animales silvestres; sin embargo, no hay instalaciones, presupuesto, ni personal suficiente para hacerlo.  

    Entonces, cuando se presenta casos de animales silvestres en cautiverio, normalmente son rescatados y salvados por la Protectora de Animales S.A. que trabaja desde hace varios años con ese tipo de casos.  

    Siendo la capital, Sucre es una de las pocas ciudades que no cuenta con un Centro de Rehabilitación u otro tipo de infraestructura especializada para atender a animales silvestres. 

    Siempre que surgen casos de este tipo se busca derivarlos a otros Departamentos, por las carencias mencionadas. No reciben ningún tipo de apoyo económico, ni gubernamental, ni privado; asumen las deudas en base a la organización de diferentes actividades de vez en cuando para conseguir los recursos. 

    En el caso de Uma, por lo delicado de su condición no era aconsejable su traslado. La Protectora de Animales S.A se hizo cargo de su alimentación, cuidados y tratamiento en Sucre. Ahora se quedaron con una importante deuda, cuyo pago deben honrar. 

    Cuando los voluntarios rescatan cualquier especie, siempre buscan asesoría con expertos de vida silvestre, biólogos específicos para cada especie.  

    “Simplemente somos voluntarios de una protectora de animales que trabajan con expertos que participan en el proceso de curación de los animales”, aclara Lagrava.  

    Otros rescates 

    Dos cóndores envenenados fueron rescatados cerca del municipio de Yamparáez y liberados hace unos meses después de haber recibido un tratamiento que les salvó la vida. 

    Asimismo, se rescató a la cría de un zorro andino encontrado cerca de Ravelo al que se restableció y mandó al Bioparque Urbano de Tarija. 

    Del mismo modo, atendieron casos de animales menores como una paraba de frente roja, otra paraba de frente azul, un par de loros habladores, entre otros rescates en diversos escenarios. 

    Según un estudio, es muy probable que solo nos enteremos del 10% de los casos de trata y tráfico de animales en el Departamento. 

    Peñaranda sostiene que, si bien es cierto que la gente de campo tiene relación directa con los animales silvestres, son algunas personas del área urbana que los buscan como mascotas.  

    Es común ver en varias casas, animales silvestres como loros, zorros e incluso pumas. Esto pasa porque las personas no están conscientes de que esos animales no son mascotas, expresa Peñaranda. 

    Para que los silvestres puedan ser domesticados, así como perros y gatos, pasaron miles de generaciones para que se acostumbren a vivir con los humanos. No podemos tener en casa tortugas, aves o felinos, sufren al estar fuera de su hábitat, no la pasan bien, se enferman y estresan; están bajo un grado de amenaza”, detalla Lagrava. 

    Los animales silvestres pertenecen a la naturaleza, y no son propiedad de las personas sino propiedad natural del Estado que penaliza la trata y tráfico de especies silvestres y el biocidio, casos que están estipulados dentro del Código Penal.  

    Cualquier persona que incurra en esos delitos puede ser procesada penalmente y tener alguna sanción.  

    El triste desenlace que tuvo Uma refleja varios factores: el primero, la gente cree que los animales silvestres son como cualquier otro animal y no es así. 

    Segundo, se necesita tener conocimientos especiales para poder alimentarlos y criarlos. Otra debilidad es que en Chuquisaca no se tienen las condiciones para rescatar a los animales; o sea, no hay nada que permita a las instituciones hacerse cargo de animales rescatados de forma efectiva.  

    Ya es tiempo de que Sucre tenga un centro de rescate o algo parecido como el Bioparque Urbano de Tarija, concluye Peñaranda.  

    Animales domésticos pertenecen a la naturaleza 

    “La gente debe tomar conciencia y entender que hay que diferenciar entre animales silvestres y domésticos. Los primeros no son mascotas”, expresa Lagrava. 

    Anuncia que se seguirá un proceso penal porque alguien tiene que responder por la vida del puma que no estaba preparada para ser separada de su madre a tan corta edad. Pregunta: ¿Por qué fue sacada de su hábitat? ¿Por qué no dieron a conocer a tiempo sobre su caso? ¿Quizá se le pudo salvar la vida? 

    Dice que la partida de Uma tiene que servir para que la gente se dé cuenta del mal que se les hace a los animales silvestres, pensando que puede estar en una casa o familia, cuando debería estar en la naturaleza • 

    El puma y su relación con los humanos

    El puma, cuyo nombre científico es puma concolor, es uno de los felinos con mayor extensión en cuanto a territorio.  

    Está presente en todo el continente americano y tiene una serie de problemas con los campesinos porque se alimenta de animales domésticos como cabras, ovejas y chanchos. Algunas veces mata perros y terneros. 

    Esto le ha creado una serie de conflictos con las personas que viven en el campo principalmente. A los productores no les agrada este animal y, si tienen la oportunidad de matarlo lo hacen sin el menor reparo. 

    Con todo, el puma ha logrado mantener hasta cierto punto su presencia y población estables en todo el continente, no como el caso del oso de anteojos, el cóndor y el jaguar, cuyas poblaciones se han visto severamente diezmadas en los últimos años por la caza indiscriminada. 

    Peñaranda explica que el puma es un animal mucho más resistente, que se adaptó mejor a la presencia de las personas, por eso se considera que no está amenazado en gran parte del territorio en el que está distribuido. 

    Sin embargo, esto no significa que se debe dejar de lado la preocupación por la pérdida de estos animales ya sean crías, jóvenes o adultos. Si su caza se sigue replicando en diversos niveles y países empezará desaparecer de su hábitat.   

    El mejor ejemplo es Estados Unidos, que tiene extensas áreas donde este carnívoro está casi extinto a causa de la cacería intensiva del puma.  

    “Nosotros tenemos que ser conscientes de que, si estos animales se siguen perdiendo, algún momento serán escasos y comenzarán a desaparecer creando un tremendo desequilibrio en todo el ecosistema donde viven. Cualquier pérdida es importante, por más que sea un animal resistente a la presencia de las personas”, manifiesta el experto.

    Depredadores topes 

    Cada uno de los seres vivos cumple un rol específico en el ecosistema donde vive. Hay ciertos animales como el puma que son considerados depredadores topes, es decir son los que están en lo más alto de la cadena trófica; o sea, se alimentan de todos los animales que están por debajo de ellos. 

    Cuando está presente en un ecosistema, el puma se alimenta de cualquier animal con el que puede coincidir en un mismo lugar.  

    Este rol de depredador tope hace que el puma sea un animal muy importante en los ecosistemas donde vive. 

    Básicamente, se trata de un regulador del ecosistema, se come a los animales enfermos y débiles. Asimismo, cuando hay ciertas especies como venados o chanchos de monte que empiezan a sobrepoblar un lugar, el puma se encarga de regular esas poblaciones. 

    Pero cuando un depredador tope desaparece de un hábitat, todo el ecosistema sufre un desbalance porque muchos animales que eran regulados por un depredador tope, empiezan a reproducirse y a consumir más de la cuenta y todo el ecosistema se ve comprometido.

     

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