Potosí y Cuzco

La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV, cuando el inca Pachakuti Yupanqui logra someter a los guerreros aimaras de las naciones Charkas y Qhara Qhara

Cerro Rico de Potosí y los barrios indigenas

Cerro Rico de Potosí y los barrios indigenas Foto: Marco Antonio Flores Peca

El indio Diego Huallpa y el inca Huayna Capaq - Pintura la Virgen del Cerro

El indio Diego Huallpa y el inca Huayna Capaq - Pintura la Virgen del Cerro Foto: Marco Antonio Flores Peca

La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV

La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV Foto: Marco Antonio Flores Peca

La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV

La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV Foto: Marco Antonio Flores Peca

La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV

La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV Foto: Marco Antonio Flores Peca


    Marco Antonio Flores Peca
    Ecos / 14/06/2022 00:23

    La relación entre las ciudades de Potosí y Cuzco se remonta a mediados del siglo XV, cuando el inca Pachakuti Yupanqui logra someter a los guerreros aimaras de las naciones Charkas y Qhara Qhara, los cuales, liderados por el Tata Ayra Kanchi otorgan al rey inca dos de sus más importantes wak’as sagradas y minas de plata: el cerro de Potosí y el Cerro de Porco. (Platt, Cassagne y Harris, 2006). La plata para los incas tenía un uso ornamental ligado al estatus social, pero también una función sagrada, pues este preciado metal estaba asociado a diversas divinidades del panteón andino. De esta manera, el rey inca ordena la explotación de las minas de plata del Tata Porco para embellecer los templos sagrados del Cuzco, como el legendario templo solar de Q’urikancha.  

    Según el cronista Cieza de León “en este cerro de Porco, que está cerca de la villa de Plata, había minas, donde sacaban plata para los señores (Incas) y afirman que mucha de la plata que estaba en el templo del sol de Curicancha fué sacada deste cerro” (1922, p.332).  De igual manera Diego de Ocaña (1969) menciona que el carro, las andas y muchas otras cosas más que utilizaba el inca estaban elaboradas con la plata de las minas de Porco pues era de alta ley y más blanca que la plata del cerro de Potosí. (Platt, et al. 2006).

     Desde luego, la plata del cerro de Potosí, también fue explotada durante el dominio inca, pero en menor proporción posiblemente por su cualidad de wak’a y centro ceremonial dedicado al sol.

    El Cuzqueño Diego Huallpa 

    En 1540, las ricas minas de plata del Tata Purco pasan a ser el asentamiento minero de Gonzalo Pizarro, mientras la riqueza del cerro de Potosí es encubierta por años a los conquistadores españoles por órdenes de los incas. Sin embargo, a la muerte de Manco Inca a manos de los españoles, el indio cuzqueño Diego Huallpa; hijo de los señores de Chumbivilca y muy allegado a los incas gobernantes, decide romper el silencio y devela las riquezas del Sumaq Urqu.  (Platt y Quisbert 2008). 

    El 1 de abril de 1545, los españoles toman posesión del cerro de Potosí e inician la explotación de la plata de alta ley mediante el uso de las wayrachinas; especie de hornillos que se empleaban para la fundición de la plata. según el padrón de yanaconas de 1575, muchos de los yanaconas wayradores dedicados a este oficio provenían del Cuzco. En 1555, Bartolomé de Medina inventa un sistema mucho más efectivo para el proceso de la plata mediante el uso del mercurio o azogue en Nueva España (México) y que veinte años más tarde sería introducido en las minas de Potosí. Para tal efecto, el Virrey Fransisco de Toledo ordena la construcción del sistema de lagunas artificiales y los ingenios mineros del rio de la Ribera. El mercurio que abastecía a este gigantesco centro industrial minero provenía de las minas de mercurio de Huancavelica ubicado a casi mil millas de Potosí. (Ballantine, G. (1977). En los primeros años, Cuzco se convirtió en el nexo principal del trasporte en llamas del mercurio desde Huancavelica a Potosí, posibilitando el resurgimiento económico del virreinato del Perú y la creación de nuevas vías comerciales. 

    Mitayos y comercio entre Cuzco y Potosí

    El Qhapaq Ñan o gran camino era un complejo sistema vial desarrollado por los incas y que en tiempos coloniales permitió el desarrollo de un enorme circuito económico entre Cuzco y Potosí. Desde el Cuzco se traía una gran diversidad de mercaderías y productos como la coca, elemento indispensable para la labor minera.  Por otra parte, la implementación del sistema de beneficio de la plata a través de la amalgamación por mercurio, y la consolidación de la mit’a minera por parte de Toledo, hizo necesario contar con un gran número de indígenas que permitieran el funcionamiento de uno de los centros industriales mineros más grandes del planeta. Según Zagalsky P. (2014) entre 1578 y 1610, el universo global de repartimientos de indios obligados a la mita comprendían las jurisdicciones de Charcas, La Paz, Chucuito y Cusco. Entre estos últimos se tenían a los mitayos Canes y Canches, que se asentaron en los barrios de indígenas de la ciudad de Potosí donde recibían la doctrina católica. Según el historiador Juan Mamani, las provincias mitayas de los Canas y Canchis asistían a las parroquias de San Juan, Concepción, Copacabana, Santa Bárbara y San Pedro. (Nicolas, V. 2018). Muchos de los mitayos cuzqueños decidieron quedarse en la ciudad de Potosí, o bien en las cabeceras de valle circundantes a esta región minera. 

    Finalmente, en el Potosí colonial se contaba con la presencia de una gran cantidad músicos, artesanos, orfebres y pintores provenientes del Cuzco cuyas obras aún son visibles en la Villa Imperial, tal es el caso de las pinturas que actualmente se conservan en las iglesias y conventos de potosí correspondientes a la denominada escuela de pintura cuzqueña

    (*) Marco Antonio Flores Peca es presidente de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).

    Bibliografía

    Ballantine, G. (1977). Potosí y Huancavelica. La Paz – Bolivia. Litografias e imprentas unidas La Paz. 

    Cieza de león, Pedro (1922) La Crónica del Perú. Madrid : Calpe 

    Nicolas Vincent (2018). Mita y Mitayos en la villa de Potosí (Siglos XVI- XVIII). La Paz – Bolivia: El Cuervo.  

    Platt Tristan y Quisbert Pablo (2008). Tras las huellas del silencio. Potosí, los incas y el virrey Toledo. En Cruz Pablo y Vaccher Jean-joinville. Mina y Metalurgia en los andes del sur, desde la época prehispánica hasta el siglo XVII. Sucre Bolivia: Imprenta Tupaj Katary. 

    Platt, T., Bouysse – Cassagne, T., y Harris, O. (2006). Qaraqara – Charka, Mallku,                 Inka y Rey en la provincia de Charcas (siglos XV-XVII). La Paz, Bolivia: IFEA,                 Plural Editores, FBCB, University of St. Andrews.

    Paula C. Zagalsky (2014). La Mita De Potosí: Una Imposición Colonial Invariable en un Contexto de Múltiples Transformaciones (Siglos XVI-XVII; Charcas, Virreinato Del Perú. Chungará (Arica) versión On-line ISSN 0717-7356, ChungaráArica) vol.46 no.3. 

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