Arte mudéjar

Aparece el arte mudéjar cuando nace en Siria bajo la influencia del Bizantino, se extiende con rapidez asombrosa y en poco tiempo alcanza desarrollo geográfico extraordinario.

San Benito antes que un rayo destruya su torre, en 1952. Se aprecia sus seis cúpulas similares a una mezquita.

San Benito antes que un rayo destruya su torre, en 1952. Se aprecia sus seis cúpulas similares a una mezquita. Foto: Cristóbal Corso Cruz

Templo de Yocalla después de su restauración. Se aprecia las cúpulas de media naranja en la cubierta.

Templo de Yocalla después de su restauración. Se aprecia las cúpulas de media naranja en la cubierta. Foto: Cristóbal Corso Cruz


    Cristóbal Corso Cruz
    Ecos / 28/06/2022 03:18

    Aparece el arte mudéjar cuando nace en Siria bajo la influencia del Bizantino, se extiende con rapidez asombrosa y en poco tiempo alcanza desarrollo geográfico extraordinario. Como parte integrante de la arquitectura mudéjar española, algunas de sus creaciones escalan, en los tiempos de la colonia, los más remotos valles de la Cordillera de los Andes. La arquitectura árabe con la romana y la barroca española es una de las que han logrado mayor amplitud geográfica.

    Entre las característica de la arquitectura mudéjar merece destacarse su gran amor a la decoración, que forma vivo contraste con su menor interés por los problemas constructivos. En el contexto geográfico, la inserción del mudéjar en el actual territorio boliviano, cuyas manifestaciones se concretaron fundamentalmente en obras de arquitectura religiosa, donde la configuración de espacios fragmentados entre naves principales y la capilla mayor posibilitaron el desarrollo de armaduras para las techumbres que recogían antiguas tradiciones hispano-mudéjares.

    Pedro Querejazu ha señalado la vigencia de un eje partiendo del Lago Titikaka, se articula con los núcleos urbanos de La Paz, Oruro, Potosí y Sucre, inclusive se proyectan y testimonian en múltiples conjuntos rurales y pueblos de indios de las regiones. En lo tecnológico, las transferencias de los sistemas constructivos de arquitectura de tierra dan lugar a los tradicionales ejemplos de adobe y tapiales, sistema este último de raíz árabe, lo mismo el empleo del ladrillo.

     El poblado de la Villa Imperial de Potosí se consolidó en torno a un templo (parroquia) y la Plaza-atrio de un caserío indígena compacto de una arquitectura de clara raigambre popular. En algunos pueblos se puede señalar los rasgos mudéjares en la arquitectura y las técnicas constructivas, tales los casos del Templo San Miguel de Tomahave, el templo San Salvador de Salinas de Yocalla y el Templo de Pocoata.

    El epicentro de la riqueza del Virreinato del Perú fue, a partir del inicio de la explotación de la plata, en 1545, el Cerro Rico de Potosí. Durante casi un siglo, la Villa que se formó en torno a las labores mineras constituyó una de las aglomeraciones urbanas más densas del mundo entero, alcanzando los 125.000 habitantes hacia 1625. En Potosí, ubicada a más de 4.000 metros de altura, convergían regularmente las mitas de indios que trabajarían en los socavones de plata del Cerro Rico y que configurarían una gran ciudad campamento con 13 parroquias periféricas de comunidades indígenas y una central destinada a la sociedad española y criolla. Esta estructura se consolidó con la reorganización del Virrey Toledo en 1572, que marca la vigencia de una raza que tendió a rectificarse en la zona central y una periferia de crecimiento organicista y espontáneo. La ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO ofrece no solamente monumentos arquitectónicos relevantes sino también un interesante paisaje urbano con un conjunto edilicio homogéneo.

    Dentro del poblado, las parroquias de indios mantuvieron el planteo tradicional de templos alargados de una nave con presbiterio acusado y cubierta mudéjar de par y nudillo. De ellas, la más antigua sería de la San Cristóbal que tiene este sistema de cubierta y un artesón en el cimborrio. También de par y nudillo son las cubiertas del Templo Concepción y Templo San Martín, ambos con cimborrio en el crucero. La de San Juan es más simple con solamente una cubierta prolongada de par y nudillo. En la misma línea, con alteraciones sufridas en el siglo XVIII, se puede identificar a los templos de indios de San Sebastián y el de San Pedro que presenta alfarjes sobre las capillas laterales.

    Otros templos potosinos sobresalientes de estilo mudéjar construidos en el siglo XVIII son el artesonado del monasterio de Santa Teresa, también la cubierta de la capilla de Jerusalén, que reitera el esquema constructivo, así como sus propuestas ornamentales.

    Uno de los antiguos artesones es el Convento de Santo Domingo cuya iglesia se construyó entre 1581-1609. La documentación histórica señala que el artesonado fue realizado por Lázaro de San Román contratado por los dominicos para cubrir la Capilla del Dulce Nombre de Jesús. San Román diseñó la obra decorando la parte inferior de la pared con lazos y estrellas de a ocho.

    El templo de La Merced fue construido en 1570 y 1620 y ha sufrido reiteradas intervenciones a lo largo de los siglos. El maestro mayor de carpintería construyó en La Merced la cubierta de la capilla del Cristo de la Columna. Se presume que el artesonado de la nave pudiera haber sido construido por alguno de estos carpinteros. Este artesanado tiene “el almizate totalmente cubierto de lacería en la que alternan ruedas de ocho con pinjantes en ruedas de lazos de nueve. En el declive de los pares o paños laterales de la nave, la armadura tiene dos fajas de lacería de estrellas de ocho puntas”.

    Es interesante verificar que los arquitectos y maestros carpinteros que construyeron las techumbres de armadura en sus diversas modalidades fueron también con frecuencia contratados para hacer balcones y puertas. Relacionada al arte mudéjar, la obra más importante de la arquitectura civil en Sudamérica fue sin duda la Casa Real de Moneda en Potosí, símbolo de la riqueza del imperio hispánico. También se destaca la famosa Casa de las Recogidas o Casa de las Tres portadas y el Templo de Copacabana con su arquitectura de madera mudéjar en el interior de sus cúpulas, obra del maestro Lucas Hernández.

    En la región rural de Potosí, la obra mudéjar más importante es la iglesia de San Luis de Sacaca que data de mediados del siglo XVII. Otro templo con cubiertas mudéjares es el de Chaquí. Entre otras obras de suma importancia está el Santuario de Manquiri, cubierto con bóvedas de piedra, arcos fajones y cúpulas • 

    (*) Cristóbal Corso Cruz es Presidente de la Sociedad Geográfica y de historia “Potosí”

    BIBLIOGRAFÍA 

    Angulo, Iñiguez, Diego (1974) Historia del Arte. Madrid. Edit. Gráficas Cóndor S.A.

    Gutiérrez, Ramón. (1996). El Mudéjar en Bolivia. París- Zaragoza. Edit. Conicet 

    Gisbert, Teresa. Mesa de, José, (1977) Monumentos de Bolivia. La Paz. Bolivia.

    Gisbert. Teresa, Mesa de, José (1997) Arquitectura Andina, La Paz. Imp. Don Bosco.

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