Fósiles a flor de tierra

¿Se imaginan estar caminando y de pronto toparse con enormes restos fósiles de la megafauna del Pleistoceno, a flor de tierra? No es una fantasía, es una realidad. 

Caparazón completo de Glyptodon

Caparazón completo de Glyptodon Foto: Cedida

Ilustración de Glyptodon

Ilustración de Glyptodon Foto: Cedida

Restos de Megafauna rescatado del yacimiento de Rujero

Restos de Megafauna rescatado del yacimiento de Rujero Foto: Cedida

Ilustración de Gonfotérido

Ilustración de Gonfotérido Foto: Cedida


    Evelyn Campos López ECOS / Omar Medina
    Ecos / 22/08/2022 00:48

    ¿Se imaginan estar caminando y de pronto toparse con enormes restos fósiles de la megafauna del Pleistoceno, a flor de tierra? No es una fantasía, es una realidad. 

    Para los habitantes de la comunidad de Rujero del municipio Uriondo, Departamento de Tarija, es común encontrarse con restos fósiles en sus caminatas cotidianas. 

    Los fósiles también están presentes en las comunidades Huayco Grande, Huayco Chico, Distrito de Barbas Cuyo, Distrito de Huayriguana Sur, Distrito de Huayriguana Norte, San José de Charaja, Barrientos, Almendros, San Nicolás, Saladillo, Alisos, Mullicancha, Chorrillos, La Choza y San Isidro. 

    Omar Medina, arquitecto, docente, investigador y un apasionado de la paleontología, aprovechó su estadía en el valle chapaco y realizó un recorrido por el impresionante depósito de Rujero, considerado como el mayor yacimiento de fósiles del Pleistoceno de Sudamérica. 

    Pleistoceno 

    Se denomina Pleistoceno a una época geológica que comenzó hace 2,59 millones de años y finalizó aproximadamente hace 12 mil, precedida por el Plioceno y seguida por el Holoceno. Es la sexta época de la Era Cenozoica y la más antigua de las dos que componen el período cuaternario. 

    Medina fue acompañado en el recorrido por Moisés Choque, dirigente de la comunidad de Rujero y Mario Pastrana, de la Alcaldía de Uriondo. 

    Choque sirvió de guía para conducirlos a nuevos sitios donde hay restos fósiles que fueron apareciendo con las últimas lluvias, relata a ECOS. 

    Estos repositorios contienen gran cantidad de ejemplares fósiles de la megafauna y microfauna, como carnívoros, litopternas (mamíferos extraños de cuerpo similar al del camello, con una trompa característica), desdentados (osos hormigueros, armadillos y perezosos) y roedores cuyos restos están ahí, desde siempre. 

    Seguro que, hace millones de años, Rujero lucía como ahora se ve el Parque Nacional Serengueti, Tanzania (África), con miles de animales, entre presas y depredadores. 

    Aunque los lugareños no pueden distinguir de qué especies son, están seguros de que es un patrimonio que se debe valorar y cuidar, explica Medina. 

    En el “cementerio”, como denominan a esos lugares, hay gran cantidad de restos óseos, como costillas, tibias y vértebras pertenecientes sobre todo a gliptodontes y placas que eran parte de sus caparazones, que yacen diseminadas en una extensión aproximada de dos hectáreas. 

    Según detalla Medina, los mamíferos extintos, con aspecto semejante al de un armadillo, tenían caparazones rígidos formados por placas óseas. 

    Asimismo, informa que durante el Pleistoceno hubo amplia diversidad de especies de distintos tamaños; por ejemplo, el Doedicurus, con agudas espinas córneas en la cola que alcanzaban hasta cuatro metros de largo y 1.500 kilos de peso y el Neosclerocalyptus, uno de los más pequeños, que medía un máximo de dos metros de largo y pesaba unos 250 kilos. 

    También hay restos de huesos enormes que pertenecerían a gonfotéridos, más conocidos como mastodontes, cercanamente emparentados con los elefantes, que en la actualidad se distribuyen por África y Asia. 

    Otros hallazgos 

    Se encontró un enorme defensivo, o sea, un colmillo entero en buen estado de conservación, con la particular forma lineal que caracteriza a la especie chapaca Cuvieronius tarijensis. Según los estudios, los mastodontes se extinguieron hace unos 10 mil años. 

    Mientras Medina no salía de su asombro por los impresionantes hallazgos, realizaba una larga caminata acompañado por Choque y Pastrana; entonces, apareció frente a ellos un caparazón de glyptodon en excelente estado de preservación. 

    Según el experto, solo el conocimiento adquirido por los lugareños sobre la importancia de ese material para la ciencia paleontológica, y el patrimonio natural de Bolivia, les motivó a improvisar ciertas formas para su cuidado. 

    El caparazón está completo, descansa en una posición particular; calaminas lo resguardan de la lluvia y el sol y unas zanjas permiten desviar el agua de las lluvias. 

    Medina asegura que sí es posible el rescate del caparazón, así como su conservación y estudio. “Por la forma que tienen las rosetas se maneja la hipótesis de que se trataría de un Gliptodontidae panochthus; sin embargo, solo estudios detallados y realizados por expertos permitirán determinar su especie”, sostiene. 

    Firma de convenio 

    El 1 de junio de 2022, el Gobierno Autónomo Municipal de Uriondo, Departamento de Tarija, y la Facultad de Arquitectura y Ciencias del Hábitat (Fach) de la Universidad San Francisco Xavier firmaron un convenio de cooperación con el objetivo de desarrollar la Catalogación del Patrimonio Arquitectónico, el Diseño del Repositorio de Vertebrados y Diseño Urbano – Rural de ese municipio. 

    En el área de diseño de interiores, se elaborará proyectos de Museografía (pinacoteca), además de efectivizar una propuesta de tratamiento de interiores para espacios hoteleros y viñeros. 

    Además, en el área de arte y diseño gráfico, se debe elaborar proyectos de Señalética (turístico y paleontológico), material de difusión del patrimonio natural y proyectos de Marca. 

    Las actividades de investigación y extensión se realizarán mediante el Instituto de Investigaciones del Hábitat de la Fach para la puesta en valor del patrimonio cultural y natural del municipio de Uriondo. 

    Por esa razón, Medina fue declarado en comisión para dictar un taller de capacitación a los pobladores de ese municipio denominado: “Promotores en paleontología y turismo”, con una carga horaria de 30 horas, que se realizó del 2 al 5 de agosto. 

    Yacimiento más grande de Sudamérica 

    La cuenca de Tarija tiene la mayor cantidad de restos fósiles de la megafauna, que existió hace 20 mil años en Sudamérica; además de reportarse restos fósiles de mamíferos gigantes, también hay de pequeños roedores y diatomeas (grupo de algas unicelulares que constituyen uno de los tipos más comunes de fitoplancton). 

    Ya en tiempos de la colonización española, Diego de Avalos y Figueroa, en “Miscelánea Austral” (Lima, 1602) se refería a las grandes osamentas encontradas en Tarija. 

    La cuenca de Padcaya está a 2.100 metros sobre el nivel del mar, tiene un diámetro de 6 kilómetros, está situada a 40 kilómetros al sur de la ciudad de Tarija y sus aguas desembocan por el sur a través del río Orozas rumbo al Bermejo. 

    No obstante, sufrió mayor erosión respecto a la cuenca de Tarija, los sedimentos solo se observan en algunos lugares como residuos extensos, capas de lignito y bancos de margas calcáreas de color ceniciento, donde existen fósiles del Pleistoceno. 

    La comunidad de Rujero del municipio de Uriondo es una cuenca pleistocena importante en la que durante cuatro años se realizó una prospección paleontológica y arqueológica, identificando sitios repositorios de mamíferos fósiles de la megafauna y microfauna del periodo mencionado. 

    En la segunda etapa del taller se compartirá las experiencias en el trabajo de campo: rescate de los fósiles, su traslado y preparación. El rescate de esos materiales fósiles se hará en coordinación con los comunarios y autoridades municipales de Uriondo •

     

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