Visita de corazón

Militares en trajes históricos, un espectáculo aéreo y un cortejo solemne: las autoridades en Brasilia se vistieron de gala el martes para dar la bienvenida oficial al corazón embalsamado de Pedro I, primer emperador de Brasil, prestado por Portugal.

En esta urna es transportado el corazón.

En esta urna es transportado el corazón. Foto: Evaristo Sa

Bolsonaro (der.), su esposa y estudiantes de la Escuela Militar Dom Pedro.

Bolsonaro (der.), su esposa y estudiantes de la Escuela Militar Dom Pedro. Foto: Evaristo Sa

El comandante de la Policía no se despega de la urna.

El comandante de la Policía no se despega de la urna. Foto: Evaristo Sa

Retrato de Pedro I

Retrato de Pedro I Foto: Evaristo Sa


    Ramón Sahmkow
    Ecos / 29/08/2022 01:15

    Militares en trajes históricos, un espectáculo aéreo y un cortejo solemne: las autoridades en Brasilia se vistieron de gala el martes para dar la bienvenida oficial al corazón embalsamado de Pedro I, primer emperador de Brasil, prestado por Portugal.

    Custodiado por el jefe de la policía de la ciudad portuguesa de Oporto, Antonio Leitao da Silva, la reliquia de 187 años escaló la rampa del modernista palacio presidencial del Planalto y fue recibido por el mandatario Jair Bolsonaro y la primera dama, Michelle.

    Aviones de la "Esquadrilha da Fumaça", el cuerpo de exhibición de la fuerza aérea, hicieron piruetas al atardecer sobre la Plaza de los Tres Poderes, en el epicentro de la capital brasileña, formando con humo un corazón en el cielo.

    La urna dorada de nueve kilos, que contiene el corazón embalsamado del monarca, desfiló escoltada por guardias miembros del cuerpo de "Dragones de la Independencia", en un acto enmarcado en los festejos por el bicentenario de la separación de Brasil de Portugal, el 7 de septiembre.

    Pedro I declaró a Brasil país independiente en 1822, y estableció ahí un imperio constitucional, pero abdicó nueve años después y volvió a Portugal donde fue victorioso contra los intentos de devolver el país europeo a una monarquía absolutista.

    Tras su muerte, su figura fue celebrada en ambos países como un defensor de las causas liberales.

    Su corazón había permanecido en la iglesia Nuestra Señora de Lapa, en Oporto, Portugal, mientras que el resto de su cuerpo fue devuelto a Brasil en 1972 y reposa en un monumento a la independencia en Sao Paulo.

    Por primera vez fuera de tierras lusitanas, el órgano embalsamado recibió en Brasil los honores de una "visita de Estado" desde que llegó, el lunes. 

    Quedará en la sede de la cancillería hasta el 8 de septiembre, exhibido bajo estrictas condiciones ambientales y un aforo restringido, antes de volver a Oporto.

    Bolsonaro y su esposa posaron para una foto junto al corazón con estudiantes de la escuela militar Dom Pedro, que estallaron en gritos de "Mito, mito", como suelen llamar sus seguidores al mandatario, quien busca la reelección en octubre.

    Los críticos del líder ultraderechista han expresado temores de que usaría la ceremonia de la reliquia para atizar pasiones nacionalistas.

    Bolsonaro fue breve en su intervención: "Dos países unidos por la historia, conectados por el corazón. 200 años de independencia, una eternidad en libertad por delante", dijo tras la ceremonia.

    "Dios, Patria, Familia, viva Portugal, viva Brasil", concluyó.

    "Payasada"

    El corazón del primer emperador brasileño ha permanecido guardado "bajo cinco llaves" en la iglesia Nuestra Señora de Lapa en Oporto y no había salido de Portugal en 187 años.

    Antes de ser llevado a Brasil, miles de personas visitaron la reliquia en la iglesia en una inédita exposición abierta al público durante el fin de semana, según medios.

    En Brasil, cualquier movimiento de la urna de nueve kilos es personalmente supervisado por el jefe de la policía de Oporto. Volverá a Portugal el 8 de septiembre.

    El evento histórico ocurre en medio de la campaña electoral de las presidenciales del 2 de octubre mientras Bolsonaro enfrenta críticas por atizar pasiones nacionalistas con los actos relacionados al corazón.

    El líder ultraderechista también planea un mitin con seguidores y un desfile militar el día de la Independencia.

    Sus críticos afirman que la exhibición del corazón recuerda la decisión de la última dictadura en Brasil (1964-1985), que Bolsonaro admira abiertamente, de traer el cuerpo de Pedro I desde Portugal, en 1972.

    "Va a ser una payasada, recibir el corazón como si fuese un dignatario", dijo la historiadora y antropóloga Lilia Schwarcz, autora de libros sobre Pedro I y la independencia de Brasil, que también denunció una "cultura mórbida".

    "Necesitamos preguntarnos qué noción de historia es esa. Una historia parada en el tiempo, muerta, detenida en el órgano fallido del cuerpo de un emperador", dijo Schwarcz al portal UOL.

    Otros lo tomaron con humor.

    "Ya que el proceso de independencia empezó con la invasión napoleónica, sugiero que también traigan el pene de Bonaparte", ironizó el también historiador Luiz Antonio Simas •

    Una figura querida

    "Dom Pedro", un personaje querido en la historiografía tanto de Brasil como de Portugal, quedó dividido entre ambos países tras su muerte: su corazón, guardado como una reliquia en una iglesia en Oporto, Portugal, y el resto de su cuerpo, en un monumento a la independencia en Sao Paulo.

    Pero luego de que las autoridades de Oporto permitieran prestarlo a Brasil, el corazón llegó a la capital brasileña para los festejos del bicentenario de independencia, el 7 de septiembre.

    Tendrá el "tratamiento de una visita oficial, una visita de Estado de un soberano extranjero a Brasil", dijo en rueda de prensa Alan Coelho, jefe ceremonial de Itamaraty. "Será tratado como si Don Pedro estuviese vivo entre nosotros".

    En Brasil, el corazón, guardado en una vasija de vidrio que reposa dentro de una urna dorada, permanecerá expuesto por 17 días en el palacio de Itamaraty, sede de la cancillería, bajo estrictas condiciones ambientales y con un aforo restringido, atendiendo las preocupaciones sobre la conservación del órgano.

    Con relativamente menos derramamiento de sangre que en las colonias españolas en América, Brasil se proclamó nación independiente el 7 de septiembre de 1822.

    Tras la invasión de Portugal por las tropas napoleónicas en 1807, la familia real había huido a Brasil. 

    Don Pedro quedó como regente de la entonces colonia cuando su padre, el rey João VI volvió a Lisboa en 1821. En septiembre del año siguiente proclamó la independencia de Brasil y fue coronado como su primer emperador, Pedro I.

    Tras ver su popularidad disminuida, en 1831 abdicó y volvió a Portugal, donde murió tres años después.

    A petición suya, su corazón fue separado y quedó en Oporto, en gratitud por el apoyo de la población.

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