La urna de la Virgen
La imagen de la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de La Plata, hoy Sucre, fue pintada por el sacerdote jerónimo Fray Diego de Ocaña en el año 1601.
La imagen de la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de La Plata, hoy Sucre, fue pintada por el sacerdote jerónimo Fray Diego de Ocaña en el año 1601. De aquella pintura original nos queda solo el hermoso rostro de la Virgen y del Niño que lleva en sus brazos, ya que el resto del lienzo fue reemplazado en 1784 por una lámina de plata dorada, como soporte de las numerosas joyas donadas por sus devotos creyentes, habiendo sido tarea del platero y enjoyador Josef de Esquivel y Alcalá (ABAS, 1784).
Pero ¿qué se sabe del trono o urna que guarda la imagen de nuestra Señora de Guadalupe?
De acuerdo a documentos indagados en el Archivo Arquidiocesano Monseñor Taborga (ABAS), se tiene noticias de que el trono o urna para la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de La Plata fue fabricado años antes de 1704 por el maestro platero Juan Luis de Vicamaita, “indio ladino en la lengua española, natural de esta ciudad de la parroquia de San Sebastián”.
Se conocen estas noticias gracias a las gestiones realizadas por el platero Roque Gutiérrez que, buscando ser nombrado maestro mayor del gremio en 1704, hace testificar a su favor al platero indio Vicamaita (que entonces tenía más o menos 64 años de edad), quién además de responder a las consabidas preguntas que se formulaban para estos casos, agrega que: "…en diferentes obras que este testigo a tenido y se le ha entregado de arte mayor como ha sido el trono de Nuestra Señora de Guadalupe y otros; por hallarse sólo, se ha valido siempre del dicho Roque Gutiérrez como de buen oficial y maestro"(ABAS, 1705).
Se puede deducir que este trono fue fabricado para la protección del cuadro original de la Virgen de Guadalupe y que posteriormente, cuando la imagen fue modificada y aumentó en sus dimensiones, se procedió también al ensanchamiento del mismo “para lo que se compraron diez marcos y tres onzas para añadirle dos chapas que le faltaban (ABAS 1800) en la cenefa y cornisa de este trono, quedando totalmente cubierta de plata” (1785).
En el inventario de la Catedral de 1928 tenemos una descripción detallada de esta obra. Nos dice que: "este trono es una urna cerrada de madera portátil, exteriormente todo en chapa con planchas de plata cincelada. El frontis son dos pilastras y un arco romano de plata con un filete del mismo metal alrededor (…), su única puerta es hoja gruesa de vidrio viñeteado con su contorno y colocado en un marco sólido de madera asegurada con tres chapas de distinto mecanismo”. Sobre las llaves de las chapas mencionadas, para el resguardo de la imagen, una debía agarrar el arzobispo, la otra el tesorero y la tercera el capellán del Sagrario de Guadalupe.
Concluye la descripción de la parte frontal del trono indicando que “en la puerta superior de la urna existe una jarra florero de buen tamaño de plata cincelada; en la base de la urna existen también dos jarras floreros medianas de plata clavados en la misma base" (ABAS, 1928).
Lo que no encontramos en esta investigación es la descripción de la parte posterior del trono de la Virgen de Guadalupe, por lo que ahora nos atrevemos a realizar un breve análisis y descripción en base a la observación, fotografías y libros consultados.
Toda la superficie posterior del trono está cubierta de láminas de plata labrada, en la que se muestra flores, hojas, frutas, borlas, cintas y al centro un medallón con la inscripción “Ave María Purísima”. Sin embargo, lo que más llama la atención son las representaciones de siete Letanías Lauretanas que, siguiendo el orden de izquierda a derecha, son las siguientes: Torre, Palmera, Árbol, Espejo, Pozo, Lirio y Escalera.
Buscando entender los significados iconográficos de estas letanías para la Virgen, representadas gráficamente en las láminas de plata por el platero indio Vicamaita, acudimos a lo estudiado por expertos en la materia, quienes nos dicen que:
Las letanías constituyen un modo antiguo de oración basado en la repetición de determinadas formulas, tienen su fundamento en el libro El cantar de los cantares y su característica principal es su función intercesora o de súplica. El testimonio más antiguo se encuentra en un Misal de Maguncia del siglo XII y la letanía mariana que actualmente se usa es la conocida como Letanía Lauretana, que recibe su denominación del santuario de Loreto en Italia, de donde procede.
¿Cuál es el significado de las letanías que aparecen grabadas en la parte posterior de la urna o trono de la Virgen de Guadalupe de ciudad de La Plata, hoy Sucre?
TORRE: Ella (María), al igual que el cuello, es el nexo entre la cabeza y el cuerpo, esto es, entre Cristo y los hombres; es también la imagen de la ascensión, de la virtud y fortaleza.
PALMERA: Florece el justo como la palmera. La palmera aparece citada en el Eclesiástico 24,14, junto con otras variedades de árboles, como elogio de la Sabiduría.
ÁRBOL de Jesé: El que más claramente usa esta alegoría, sin duda, fue San Jerónimo, en el siglo V: “La vara (de Jesé) es la Madre del Señor, sencilla, pura, sincera”. Significa la Virgen Maria, que ha concebido por mediación de la gracia, el Cristo y todos los pueblos cristianos…”
ESPEJO: El espejo, en este contexto, es símbolo de pureza, viniendo a ilustrarnos cómo María no perdió su virginidad pese a ser Madre de Dios, de la misma manera que el espejo no se rompe al recibir el rayo de luz, sino que lo refleja.
EL POZO: Encontramos aquí una nueva metáfora del agua con sus ricos matices: agua de vida, vivificadora, que concede a la humanidad su salvación. María seria ese pozo, en el sentido en que ella contuvo en su seno a la verdadera agua que da la vida.
EL LIRIO: “Como lirio entre los cardos, así es amada entre las mozas”. El lirio entre los cardos es una metáfora de la pureza de María, que sobresale entre un mundo inundado por el pecado.
LA ESCALA O ESCALERA: La escalera o escala es claramente un símbolo ascensional. Supone una unión entre el cielo y la tierra. En Bizancio se llama a María escala del cielo por la cual descendió Dios hasta los hombres y por la cual les permite subir al cielo.
Conociendo el significado de las letanías marianas que el platero mediante el arte de la orfebrería dejó plasmadas en la urna de la Virgen de Guadalupe, patrona de la ciudad de Sucre, podemos decir que fuera de ser una de las pocas obras de platería que nos queda desde hace más de cuatro siglos, renovando su vigencia en el mes de septiembre de cada año, se constituye en un elemento transmisor y promotor de la “oración hecha en común”. No nos estará pidiendo la Mamita de Guadalupe ¿la unidad de su pueblo? •
FUENTES
PRIMARIAS
ABNB, 1705, EC Nº 3
ABAS, 1784. INV. Guadalupe
ABAS ,1800-1870, FAB.
ABAS, 1928 FAB. INV. Guadalupe 1928
SECUNDARIAS
“La Letanía Mariana; Una Herencia De Nuestro Patrimonio Artesanal; Fuera De La Frontera Ubedí”. Consultado en agosto de 2022 http://patrimonioubedajuan.blogspot.com/2006/01/la-letana-mariana-una-herencia-de.html
Fray Diego de Ocaña - Fray Arturo Álvarez Notas en torno a la Virgen de Guadalupe venerada en la Catedral de Sucre en Un Viaje Fascinante Por La América Hispana Del Siglo XVI.
Peinado Guzmán, José Antonio. Simbología de la Letanías Lauretanas y su Casuística en el Arzobispado de Granada. Universidad de Granada. Consultado en agosto 2022 C:\Users\Maria\Desktop\DialnetSimbologiaDeLasLetaniasLauretanasYSuCasuisticaEnEl-5338300.
Suárez Villegas, María Luisa (1999), La Platería Como Oferta Turística En La Chuquisaca Del Presente. Tesis de grado UMRPSFXCH.