Espadaña excepcional
Por los hallazgos de planos pertenecientes a los jesuitas en la Biblioteca Nacional de Paris y en los repositorios de la Orden en Roma se tiene el conocimiento sobre la actividad arquitectónica de la Compañía en América.
Por los hallazgos de planos pertenecientes a los jesuitas en la Biblioteca Nacional de Paris y en los repositorios de la Orden en Roma se tiene el conocimiento sobre la actividad arquitectónica de la Compañía en América. Los jesuitas fueron los últimos en llegar a Indias. La razón es obvia: la Compañía había sido fundada en 1540 y pensó en la evangelización de las Indias como una tarea de importancia. El primer contingente de jesuitas llegó al Perú en 1568 y se estableció en Lima. Pronto se dieron cuenta que de que las mayorías indígenas se hallaban en tierras altas, por lo que dirigieron su labor hacia Cuzco, Juli y la Villa Imperial de Potosí.
Difícil será encontrar un modelo de campanario comparable a la espadaña de la Compañía, cuya silueta se recorta sobre el cielo más limpio del mundo con la grandiosidad y el empaque de un arco de triunfo de la Roma antigua. La forman tres calles y dos cuerpos, cubiertos por bóvedas semiesféricas con remates piramidales de piedra tallada. En la calle central, se abre un arco que invade el segundo cuerpo, motivando el quiebro de la cornisa que se eleva sobre las calles laterales. En éstas, como en los frentes más estrechos, se abre huecos para las campanas, quedando así perforado por las partes este grandioso campanario, que domina la vecina Casa de Moneda, elevándose a 35 metros sobre el nivel de la calle. En el basamento, los tallos ondulantes que se cruzan encierran letras que componen la conocida frase de alabanza al Santísimo Sacramento.
El historiador Mario Chacón Torres, en su obra: “Potosí Histórico y Artístico”, afirmó que en el año 1700 comenzó la remodelación del “templo de la Compañía de Jesús” que fue construido en 1581 y dice que el autor de la nueva fachada y la torre espadaña, concluidas en 1707, fue el maestro cantero Sebastián de la Cruz.
El profesor Enrique Marco Dorta de España, en su obra “El barroco en la Villa imperial de Potosí”, indica: La iglesia de la Compañía de Jesús, que cuenta con un espléndido ejemplar de torre-espadaña, rematando todo el ancho de la fachada. Según “Martarelli” fue comenzada en 1701 y duró su fábrica siete años, lo que confirma Bartolomé Arzáns Orsúa y Vela que la da por concluida en 1724. El mismo cronista nos dice que el “insigne artífice en piedra “Sebastián de la Cruz, “obró de primera la torre de la Compañía de Jesús, de orden jónico y toscano, su portada que está en el medio, con más de cuarenta columnas de obra que llaman salomónica, repartidas entre torre y portada”. La torre edificada sobre la fachada principal estaba revestida en azulejos y sufrió un colapso ocasionando la muerte de dos jesuitas.
La portada, con sus columnas dispuestas en distintos planos, ofrece una leve nota de movimiento en la composición de la planta. Como en San Francisco, los soportes salomónicos, de cinco espiras están dispuestos encima de pilastras con estrías diagonales. No les falta la fila de hojas en el imoscapo, que se repite sobre la anilla que ciñe el tercio inferior del fuste.
De acuerdo a una descripción del siglo XVII, el techo exterior de teja ordinaria y el interior de madera labrada, lo mismo que el coro y tiene su órgano corriente; los muros de la nave del templo con lienzos con marcos de madera tallada y dorada con pan de oro, del mismo modo el púlpito y de la misma manera el retablo mayor, otros dos retablos en las dos capillas y la de Loreto en la propia conformidad con retablos y lienzos…uno de los retablos había sido hecho por el ensamblador Clemente de Obregón en 1677 y su modelo era la portada del libro de Juan Bautista Villalpando “El Templo de Salomón”.
Es necesario comentar que el “retablo mayor” de esta iglesia fue llevado al templo de San Benito, lastimosamente el muro testero es de dimensiones menores, por ese motivo, actualmente ese retablo se encuentra con las dos calles laterales en bisel. Este retablo es un ejemplo del máximo esplendor del estilo del barroco mestizo, dada la calidad de los tallados florales exuberantes y las esculturas tenantes bellamente estofadas y acabadas con pan de plata y achinados. El púlpito fue llevado a otro templo, pero no se tiene documentado. Un lienzo de Melchor Pérez de Holguín con el tema “La Erección de la Cruz”, de enormes dimensiones; se encontraba en el luneto del altar mayor y fue llevado al Templo Convento de San Francisco. El lienzo es una copia de la obra de Pedro Pablo Rubens, actualmente se encuentra en el refectorio.
En el antiguo convento de los jesuitas, actualmente funciona la Escuela Primero de Abril. La nave del mismo templo, después de su desmantelamiento, fue convertida en un “Cine Skating”; luego, con el paso del tiempo, fue utilizado como depósito de una institución eléctrica y, a fines del siglo pasado, la nave del templo fue remodelada por el Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Potosí (PRAHP) y la Alcaldía Municipal de Potosí, dándole otra funcionalidad de oficinas del Departamento de Turismo y Cultura. Se incorporó técnicas contemporáneas como el hormigón armado, los metales y vidrios templados que no son materiales compatibles al edificio original del Templo Convento de la Compañía de Jesús de la época Virreinal del siglo XVIII •
(*) Cristóbal Corso Cruz es Presidente de la Sociedad Geográfica y de historia “Potosí”
NdeR
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