La pluma del Fernando
Tiene cuatro licenciaturas: en Derecho, Historia, Periodismo y Artes Plásticas. Escribió 46 libros; ganó varios reconocimientos y premios nacionales e internacionales. Es polifacético, se confiesa misántropo y está feliz con su vida.
Tiene cuatro licenciaturas: en Derecho, Historia, Periodismo y Artes Plásticas. Escribió 46 libros; ganó varios reconocimientos y premios nacionales e internacionales. Es polifacético, se confiesa misántropo y está feliz con su vida.
Así es el escritor Fernando Suárez Saavedra. Nació en Sucre, radica en esta ciudad y asegura que morirá aquí. Tiene una maestría en Gestión Cultural de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), otra maestría en Historia de esa universidad, maestría en Educación Superior del Centro de Estudios de Posgrado e Investigación (CEPI), dependiente de la Universidad San Francisco Xavier y otra maestría en Modelo Educativo Socio Comunitario Productivo de la Universidad Pedagógica.
Asimismo, tiene diplomados en Escritura Creativa, en Artes Plástica y en Investigación. Cuenta con especialidades en Artes Plásticas, Diseño Curricular y cursa un doctorado sobre Historia del Arte en una universidad norteamericana.
Cuenta a ECOS que adquirió gusto por las letras a los 14 años, gracias a una profesora de literatura que le animó a participar en un concurso de cuentos que ganó.
Cuando tenía 25 años escribió un cuento porque quería terminar la relación con su enamorada de una manera poco tradicional. Entonces se le ocurrió escribir un cuento para que leyera la joven; empero, ella no captó el mensaje, pero sí valoró la historia y le dijo que era muy linda, aun así, Fernando rompió la relación.
Tiempo después, cuando solo eran amigos, ella le animó a publicar sus libros. El escritor dice que hasta entonces solo escribía por placer.
En 1993 publicó su primer libro de cuentos que fue auspiciado por la Corte Suprema de Justicia. Desde entonces no para de escribir. Lo hace en días particulares, fines de semana y en feriados.
Actualmente tiene 46 libros de su autoría: 13 obras literarias, 23 obras historiográficas y 10 obras de carácter educativo y fotográfico.
Después de pasar clases llega a casa a las 16:00 y todos los días escribe como mínimo una página y, cuando no está inspirado, lee.
¿Cómo planifica sus historias?
Para escribir una novela o un cuento empieza definiendo el tema, luego el personaje, después los sucesos y el desenlace. Escribir este género literario le lleva mínimamente un año mientras que un cuento largo, de dos o tres páginas, le puede llevar una semana. Uno de sus libros tiene 20 cuentos y demoró medio año en hacerlo. Sobre temas históricos, le gusta escribir historias diferentes y llamativas.
Cuando Suárez viaja a otros países siempre está atento para ver algo interesante que le pueda servir para escribir un cuento, pero a veces no encuentra esa fuente de inspiración.
Publica sus libros gracias a un esfuerzo económico familiar; este año presentó cinco obras escritas antes de la pandemia: “Mitos, mentiras, vacíos y olvidos en la historia oficial de Bolivia”, “Historia de la Escuela Nacional de Maestros Mariscal Sucre”, “Cuentos extraños de Sucre”, “Brisa nocturna” (novela) y hace pocos días presentó en la Casa Municipal de Cultura el libro “Cuentos de viajes y viajeros”.
Dos best sellers
Admite que su vida como escritor ha tenido dos facetas: antes de estudiar la carrera de Historia en la Universidad San Francisco Xavier ya publicaba libros y los vendía entre sus conocidos. No ganaba, pero tampoco perdía porque lograba solventar la impresión.
Sin embargo, con los temas de historia publicados consiguió muchos ingresos. Asegura que tiene dos best sellers: “La historia de la gastronomía en Bolivia”, que se volvió en el texto oficial de las escuelas de gastronomía en La Paz. Tiene 500 páginas y se vende como pan caliente.
Otro libro exitoso es “La Historia de la sexualidad en Bolivia” Tomos I y II. Suárez afirma que donde más se vende es en universidades de Estados Unidos.
También se beneficia con el apoyo de la Fundación “Xavier Albó” de La Paz, se ocupa de vender sus obras en ferias de libros internacionales de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, luego le hacen desembolsos y rendición de cuentas de las ventas.
Asimismo, una empresa distribuidora de Cochabamba que promociona sus libros siempre le pide unos diez ejemplares de sus nuevas obras. “Con la venta de mis libros de historia pude solventar varios viajes a Europa. Me gusta viajar y nadie me quita esas impresiones”, asevera.
Cuenta que aprovechó muy bien la pandemia, ya que pudo leer obras de varios autores y Premios Nobel de Literatura, entre japoneses, rusos e italianos. Se siente feliz de conocer otras visiones y realidades.
Por otra parte, hace unos cuatro años, cuando participaba de una feria, tuvo tiempo para volver a leer sus primeros libros y se dio cuenta que no escribía mal, lo hacía bien, pero admite que con el paso de los años mejoró su escritura porque adquirió mayor madurez y recursos literarios.
Anuncia que en 2023 presentará los libros que escribió durante la pandemia. No sabe por qué, pero se le ocurrió la idea de ¿qué pasaría si falleciera antes de culminar una obra? Esa idea no le gusta para nada y no quiere dejar nada pendiente. Después de poner todo al día, se dedicará a escribir de manera más libre…
Sus libros se venden en las librerías Rayuela y Libre Ría. “Invito a los lectores de Correo del Sur para que puedan leer mis libros, les aseguro que las disfrutarán”, señala.
Agrega que en Sucre no está bien en la actividad cultural, no hay una feria internacional del libro y no se realiza el Festival Internacional de Cultura desde hace mucho tiempo. “Los artistas no podemos quedarnos sin actividad, tenemos que trabajar aun sin el apoyo de las autoridades, todos los pintores, músicos y poetas”, manifiesta.
Faceta como docente
Suárez trabaja desde hace 37 años ininterrumpidos como docente de la Escuela Superior de Formación de Maestros Mariscal Sucre.
Dice que le encanta formar a los jóvenes, enseñarles lo que otros no lo hacen y pensar que cuando sean profesionales obtendrán ingresos con técnicas que ahora les enseña. “Me siento realizado”, declara.
“Agradezco a la vida, porque qué feo debe ser trabajar en algo que a uno no le gusta. Cuando trabajaba en Correo del Sur y me designaron el área cultural, me encantaba ver exposiciones, asistir a conciertos y presentaciones de libros. Para mí era el paraíso y todavía me pagaban ¡Era increíble! Decía ‘qué suerte tengo’”, expresa.
Entre las cualidades, Suárez destaca que es muy trabajador, incansable, responsable y persistente, sabe usar muy bien su tiempo, porque cumple lo que se propone. Una de sus debilidades es ser un poco misántropo, dice que no tiene amigos, pero sí muchos conocidos.
Aunque parece un tanto frío, Suárez es muy querendón de los animales, le encantan los perros y gatos, tanto así que está por terminar una novela llamada “Matilde”, que es la historia de su gata. “La revisé y quedé encantado. Es una temática infantil, pero es para personas de ocho a 88 años. Ahora no tengo perro, porque donde vivo no es un lugar muy grande, pero cuando me jubile tendré un pastor inglés”, finaliza •