Desde las acusaciones no desmentidas de que repartió cinco millones de dólares en sobornos para que Qatar sea sede, hasta la prohibición de que se use un brazalete en apoyo a la comunidad LGBT, el Mundial de Fútbol 2022 ya es el más polémico en la historia de ese deporte.
El conservadurismo del país anfitrión y sus restricciones, como evitar que las mujeres muestren su rostro, han motivado una condena mayoritaria y, en lugar de mejorar su imagen, la están deteriorando cada vez más.
Tapando el arcoiris
El brazalete arcoíris en apoyo a la comunidad LGBTQ+ se convirtió en motivo de discordia después de que la FIFA impidiera a los capitanes de las selecciones europeas que lo llevaran en los partidos en Qatar, donde las relaciones homosexuales están prohibidas.
La Copa del Mundo quedó marcada por esta cuestión tras las declaraciones de Gianni Infantino de "hoy me siento gay" y la decisión tomada días después de impedir a los jugadores de selecciones europeas que lleven el brazalete "One love" en apoyo a las personas LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, 'queer' y otros).
El conservadurismo islámico del país quedó patente cuando a varios espectadores les requisaron camisetas y sombreros arcoíris en los controles de acceso al estadio en que se disputó el partido entre Estados Unidos y Gales.
Trago limitado
Sin tequila en Qatar, el desembarco de unos 80.000 mexicanos en el Mundial motivó un choque cultural entre las reglas locales y una hinchada celebrada por su fanatismo, pero señalada por algunos desbordes.
"Además de ser numerosos, somos una afición muy folclórica", resume 'Caramelo', el hincha número uno del “Tri”.
"Nos gusta cantar, beber y bailar todo el tiempo" añade Héctor Chávez, el verdadero nombre del empresario que cumplirá 60 años mientras alienta a su selección en el Mundial.
En general, los latinos deben respetar las normas generales de consumo (tres horas antes y una hora después del partido, en la zona de fanáticos). Y sobre todo tienen que pagar entre 9 y 12 dólares por “chela”, tres o cuatro veces más de lo que pagan por la cerveza en su país.
Con 007 incluido
Para colmo, Catar se puso en el centro de una nueva polémica, acusado de ser el origen del espionaje de casi cincuenta personalidades por piratas cibernéticos.
Según una investigación del diario británico The Sunday Times, periodistas, abogados, legisladores e incluso el expresidente de la UEFA, Michel Platini, han sido el blanco de piratas digitales contratados para proteger la reputación de Qatar.
Estas personalidades fueron espiadas debido a sus posiciones críticas sobre la atribución y organización de la Copa del Mundo.
En particular han cuestionado el trato de los trabajadores extranjeros en las obras relacionadas con la competición, o las violaciones de los derechos de mujeres y personas LGTB.
Entre las personalidades víctimas de estos piratas digitales se encuentran periodistas, como Jonathan Calvert —del Sunday Times— que investigó las maniobras de corrupción que condujeron a la adjudicación de la competición en Catar en 2010.
Platini, presidente en aquel momento de la UEFA y gran defensor de la candidatura de Catar para organizar el Mundial, también habría sido espiado •
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