Navidad de 1964
Sucre y Chuquisaca siempre se caracterizaron por los festejos de Navidad, las fiestas patronales y Marianas. Destaca la esencia particular que tienen las celebraciones en el área urbana y rural.
Sucre y Chuquisaca siempre se caracterizaron por los festejos de Navidad, las fiestas patronales y Marianas. Destaca la esencia particular que tienen las celebraciones en el área urbana y rural.
Sin embargo, es inevitable ver cómo el festejo de la Navidad fue cambiando con el tiempo y la actividad comercial se sobrepuso sobre las demás, tanto así que ahora pareciera que importa más la entrega de regalos o la decoración de casa, dejando en el olvido la recordación del nacimiento del Niño Salvador.
Esos cambios se ven en el armado de los pesebres: antes solo tenía al Niño Dios, a sus padres José y María, pastores, reyes magos, algunos animales, velas, follaje natural y a veces luces decorativas, que se cambiaron por bombillas LED y otros elementos.
En este sentido, lo fundamental es mantener la esencia de la Navidad, es decir el recordatorio de que el Nazareno vino al mundo hace 2022 años como un recién nacido para salvar a la humanidad.
Asimismo, es importante rescatar o mantener las tradiciones propias de esta fecha como la picana, licores, buñuelos y chocolate caliente hecho con leche fresca de vaca, oveja o cabra.
La adoración al niño Dios se hacía bailando y cantando villancicos como: “ama huackaychu, Niñito”, “Duerme mi niño”, “Doña Gaspara”, “Esta noche es Nochebuena” de Hernán Rivera y de otros intérpretes como Pepito Fernández y Juan Espinoza, el Conjunto Churuquella y el Coro Polifónico Nacional. Los chuntunquis eran interpretados con acordeón y armonio.
Un ejemplo de que el periodismo sucrense se mantuvo firme y alentador para preservar las tradiciones navideñas chuquisaqueñas es el diario independiente “El Siglo” N° 128, edición de 18 páginas publicado en Sucre el jueves 24 de diciembre de 1964.
Es una edición extraordinaria dedicada en su totalidad a la Navidad, salvo los anuncios comerciales. Este documento es parte del archivo particular del historiador y docente universitario Guillermo Calvo.
Es emocionante acceder a un diario escrito por personalidades de ese entonces, como “La Navidad de Tarabuco” de Luis Ríos Quiroga; “Chichi”, del doctor Carlos Morales y Ugarte; “Noche de paz”, de Andrés López; “El helado”, de Ovidio Céspedes; “Jesús”, de Amado Nervo; “Navidad de greda”, de Óscar Alfaro; “Sonata”, de Octavio Campero Echazú; “Poema”, de Antonio Ávila Jiménez y otros.
A continuación ECOS transcribe tres publicaciones:
Editorial: Lección de humildad
La solemne significación de Navidad da una pausa que reconforta el espíritu humano. El advenimiento de aquel que predicó la doctrina del amor, de la humildad es un acontecimiento que tiene de místico y de humano. La fe y las creencias cristianas sostienen ambos aspectos.
El sentido místico de la recordación navideña acompañado por lo humano es posiblemente una forma sincera y profunda de conmemorar la venida del Nazareno.
Es medio de pasiones desatadas, de ambiciones en todo orden, recojamos del 25 de diciembre la lección de la humildad. El pesebre que cobijó al fundador del cristianismo da la más expresiva muestra de humildad. Nos recuerda, en medio del bullicio y la agitación, la miseria de los hogares, el abandono de los niños y el desamparo de la ancianidad.
No será la compasión efímera ni la ayuda de circunstancias que atajen estos males sino la preocupación diaria.
El mensaje de la Navidad es el de la humildad y del profundo amor a la humanidad. Las reflexiones de hoy, las bienaventuranzas pierden su valor y significado si están dichos al ritmo de la costumbre o del formalismo.
Más que buenos deseos necesitamos humanizarnos más, practicar las virtudes morales en todo los campos y fortalecer diariamente los sentimientos elevados del hombre.
Navidad en Trarabuco
Luis Riós Quiroga relata que en horas de la tarde del 24 de diciembre, en las esquinas del pueblecito de Tarabuco, charanguistas y guitarristas hacen escuchar las primeras notas de “Chuntunquis” llamando a los componentes de numerosas comparsas para adorar al Niño.
Estas comparsas visitan los nacimientos de casas particulares donde son agasajados con una copa de vino, buñuelos y la consabida chicha. Ellos, en prueba de agradecimiento y veneración por la imagen de la casa, bailan chuntunquis por parejas, acompañados por la música de conjuntos de cuerdas, el jaleo acompañado de los concurrentes y cantos de villancicos de marcada influencia española: “Yo soy un pobre gitano que vengo de Egipto aquí. Al Niño Dios se lo traigo un gallo ki-ki-ri-kí…”
La pareja en baile se aproxima y aleja del nacimiento, nuevamente se aproxima y haciendo una venia a la imagen, la mujer empieza a bailar. Luego de algunos minutos el varón luce sus atributos de bailarín ejecutando varias figuras y volteos que la concurrencia celebra con las frases de entusiasmo: ¡Ajay cascañas! ¡Ajay cascañas! ¡Fuerza! ¡Fuerza!
La pareja concluye el baile arrodillándose ante el niño. Ingresan comparsas de chiquillos que acompañados de instrumentos propios (castañuelas, matracas y pititos), cantan y bailan alegres villancicos.
Son las doce de la noche y las comparsas deben concurrir a la iglesia para acompañar al Niño en procesión dando varias vueltas a la plaza principal seguidos por bandas de sicuris.
De regreso a la iglesia empieza la Misa de gallo, cantando los presentes muchos villancicos y algunas señoritas de organizaciones religiosas dejan escuchar sus féminas voces interpretando canciones navideñas.
Terminada la misa, las comparsas continúan adorando al Niño en casas particulares; igual celebración se realiza durante el día 25 invitando gratuitamente los dueños de casa picana por la mañana y picante por la tarde. La celebración navideña se prolonga hasta Año Nuevo y Reyes.
Mensaje de Navidad y Año Nuevo
La festividad más grande de la Cristiandad este año llega a nuestra patria con aureola radiante de paz, amor y tranquilidad de espíritu en un ambiente de verdadera libertad, cumpliéndose así un caro anhelo de la ciudadanía, luego de dos sexenios en que la estrella de Belén se veía ofuscada ante las tinieblas puestas por la sombría figura de mandatarios ególatras que, desconociendo la mística de esta fecha, desvirtuaron con sus actos la grandiosidad de la misma.
Toca pues al nuevo Gobierno del país representado en este momento por sus fuerzas vivas y capaces, militares y civiles encausar los destinos sagrados de la patria, por derroteros de orden, paz y trabajo, rectificando errores pasados y devolviendo a los ciudadanos el plano goce de su valores éticos y humanos: libertad y amor al prójimo.
Y nunca mejor oportunidad que ésta para pedir bajo la advocación del Divino Redentor, en esta fecha de eterna felicidad y alegría, el concurso de todos los hermanos bolivianos mediante sus organizaciones y fuerzas energéticas más representativas para avanzar el supremo anhelo de gobernantes y gobernados: el progreso de la patria con el trabajo honrado, fecundo y edificante en conjunción de voluntades y esfuerzo, que en última instancia es el ideal de los pueblos civilizados del mundo.
Al celebrar rebosantes de buenos y patrióticos augurios la festividad navideña, e ingresar a un nuevo año promisor en esperanzas y ejecuciones positivas para la patria, en representación de la Honorable Junta Militar de Gobierno y Prefectura del Departamento, deseo a todos los hogares del noble pueblo chuquisaqueño felicidad, alegría y prosperidad.
Fdo. Gral. de Brig. Wálter García Agreda, Prefecto y Comandante General del Departamento de Chuquisaca. Sucre 24 de diciembre de 1964 •