Saucy Mayu
Arte rupestre en la provincia Chayanta de Potosí.
La llama (Lama glama) es un animal andino como la alpaca, el guanaco y la vicuña. Tienen una relación biológica con el camello, son de la familia camelidae, estas sin joroba. La llama se destaca por ser más fuerte y de mayor altura que sus parientes próximos. Fueron domesticados desde el pasado prehispánico en gran parte de la zona andina.
Los científicos afirman que el guanaco es la versión salvaje de la llama. La vicuña y alpaca se destacan por la calidad de sus lanas. El hábitat natural de las llamas y los otros es el altiplano en zonas con arbustos y árboles de esas altitudes (2300 a más de 4000 metros sobre el nivel del mar), y pasturas típicas de ese paisaje, entorno que proveía de la alimentación para este útil animal.
Todos los que se adaptaron a los modos de vivir del hombre fueron de gran utilidad, de amplios modos y diversidad en las potencialidades que proveyó este animal en la vida del hombre prehispánico, desde el momento de su domesticación, que tuvo que darse en el periodo formativo. Es y fue capaz de proveer: tracción, lanas de diferentes calidades, pieles para usos de indumentaria hasta para la confección de recipientes, carne y leche para la alimentación, huesos para herramientas e incluso para la confección de instrumentos musicales, y, por último, sus excrementos como eficiente combustible, además del uso doméstico de estos restos, fue muy importante para la cocción de utensilios de cerámica tanto en hornos de atmosfera abierta como controlada. Es indudable que este grupo de animales tuvieron una gran importancia en los procesos de desarrollo seguidos.
Fue tan importante este animal que fue representado en la cerámica mojocoya (100 a 800dC), en la cerámica mochica en el Perú (200 a 600 dC). Se cita a ambas formaciones sociales para establecer la amplia difusión del uso de este animal. La conquista española minimizó el uso de este animal que fue sustituido por los caballos, bueyes, cabras y ovejas, animales originarios del Viejo Mundo, cada uno de ellos satisfacía de acuerdo a su naturaleza las necesidades que proveía la llama y parientes.
Se estima que antes de la incursión española la población de llamas fue entre 30 y 50 millones de animales. No debe olvidarse que por cientos de años fueron el principal ganado de las poblaciones prehispánicas de esta parte de América, la región andina. La llama y sus parientes gozaron de gran consideración en el periodo previo a la conquista. Debemos recordar que la llama aparece en uno de nuestros símbolos patrios: el escudo.
La llama se destaca por su capacidad de carga y marcha, es capaz de portar cierta cantidad de peso y desplazarse amplias distancias. Este animal notable, agrupado en hatos numerosos, formaba las “caravanas de llameros” (que hasta finales del anterior siglo los vimos en los alrededores de la ciudad de Sucre; hoy en algunas regiones de América del sur, esta actividad es desarrollada con fines turísticos); fueron y son capaces, en conjunto de portar cantidades importantes de productos para el intercambio, entre los diferentes pisos ecológicos: por ejemplo, sal de las regiones intersalares o circunlacustres con destino a los valles donde se genera ciertos productos agrícolas que se dan a cierta altitud, como la papa; trocaban parte de su carga inicial y continuaban a otras regiones donde se cultivaba otros productos agrícolas, podía ser maíz u otros de altitud menor. Lo hacían también con otras cosas, como ciertos colorantes particulares, plantas medicinales, textiles minerales u otras piedras y objetos de utilidad; todo bajo la modalidad de intercambio de productos. Es posible que hayan sido portadores de noticias. Estos viajes se realizaban en largos períodos.
Las referencias conocidas de los Yura, como formación social, son identificados como “llameros”, dedicados a esta actividad de intercambio; entre muchas que otras que practicaron y ejecutaron, no debe olvidarse que fueron excelentes músicos, por los instrumentos musicales que estudiamos.
SAUCY MAYU
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Se encuentra en el Municipio de Ravelo, en la Provincia Chayanta del Departamento de Potosí.
MOTIVOS
La vida del pasado prehispánico ha sido representada en una serie de objetos, entre ellos encontramos a las representaciones rupestres. Saucy Mayu es uno de estos sitios. Es un abrigo con una amplia superficie rocosa donde se han graficado motivos relacionados estrechamente con una caravana de llamas. Efectuados con la técnica de grabados o petroglifos.
Estos grupos o “caravanas” han sido representados en diferentes sitios apropiados del territorio boliviano; tanto en la modalidad de petroglifos o pinturas rupestres. Generalmente estos sitios están ubicados en las proximidades de los lugares en que se desplazaban, abrigos, pequeñas cuevas, rocas de gran tamaño (para evitar el intemperismo, entre ellas las corrientes del viento), quizás en las áreas que se quedaban a descansar por razones climáticas o para el pernocte en sus largos viajes.
Los petroglifos de Saucy Mayu han sido efectuados con las técnicas de percusión en la superficie elegida, con una herramienta de mayor dureza que la superficie del único panel elegido, que es una gran y alta roca de arenisca. Es evidente la característica de proveer abrigo.
El conjunto de motivos zoomorfos es una caravana de llamas que cubre alrededor de siete metros horizontales, se desataca porque todas siguen una dirección norte, es posible observar que se presentan motivos antropomorfos. Los trazos son esquemáticos, pero semejantes a los que se presentan en otros sitios y en algunas vasijas de cerámica, en este caso como decoración. Los motivos están formados por una línea central de la que descienden las extremidades y otra que se eleva en la parte superior cortada por otra línea que representa la cabeza. Los antropomorfos que asoman lo hacen en la parte final de la caravana y son igualmente esquemáticos.
Saucy Mayu es indudablemente un abrigo que fue utilizado por aquellos viejos caravaneros. No es posible establecer su correspondencia con ninguna formación social del período prehispánico, al no presentarse elementos de juicio suficientes: objetos de cerámica o líticos. Al ser lugar de tránsito, no se presentan vestigios de ningún tipo de estructuras, ni otros restos que permitan generar conceptos de filiación.