Alba en la memoria
Armando Alba Zambrana, uno de los más notables intelectuales y gestores culturales de nuestra historia nacional durante el siglo XX, nació en Potosí un 9 de febrero de 1901
Armando Alba Zambrana, uno de los más notables intelectuales y gestores culturales de nuestra historia nacional durante el siglo XX, nació en Potosí un 9 de febrero de 1901, y a lo largo de sus 74 años de vida logró gestionar y producir aportes fundamentales para nuestra sociedad, la cultura y el patrimonio.
Su legado es tan variado como su temprana participación en Gesta Bárbara, grupo literario vanguardista integrado por personajes de la talla de Carlos Medinaceli, Gamaliel Churata, María Gutiérrez y José Enrique Viaña, entre otros. A su dedicación por las letras y la poesía se suma su pasión por el rescate y puesta en valor del patrimonio cultural, de donde viene su mayor legado el rescate, restauración y puesta en valor del edificio monumental de Casa de Moneda de Potosí, proyecto fundamental al que estuvo prácticamente unido durante toda su vida.
No podemos olvidar su faceta de editor, al mando de Editorial Potosí, proyecto que fundó en 1951 y publicó más de 87 títulos de obras sobresalientes de nuestra cultura en diferentes series de literatura, ciencias e historia , entre las que destacan la edición monumental de la Guía de Potosí de Cañete, la accidentada publicación de la Vida de Fray Vicente Bernedo, las Matanzas de Yáñez del genial Gabriel René Moreno y las impresionantes obras dispersas de Carlos Medinaceli en el libro póstumo “Páginas de Vida”.
En 2023 recordamos el 122 aniversario del nacimiento de Alba y los 250 años de la inauguración de Casa de Moneda de Potosí, ya que Alba dedicó su vida entera a la restauración de este maravilloso edificio y la conformación de un “polimuseo” de arte, numismática y tecnología de acuñación, que además contenga un valioso archivo histórico, según sus propias palabras, “un museo que sea el fiel reflejo de la historia misma de nuestra patria”.
Lo evocamos en su natalicio compartiendo algunos datos importantes para recordar la íntima relación entre Alba y Casa de Moneda.
Su vida al servicio de Casa de Moneda
En ocasión del centenario de Bolivia, 1925, surgió el interés nacional de conformar colecciones de obras de arte y de objetos históricos importantes pos su valor cultural y patriótico. Es así que Alba, en su condición de munícipe secretario, conformó en 1926 el primer Museo Municipal de Potosí, con una colección de minerales catalogada por los señores Juan Peña y Carlos Fuentes, y otra colección de obras de arte conformada sobre la base de los lienzos que decoraban los ambientes del Municipio y otros edificios públicos en desuso, ya tildados de antigüedades en aquel tiempo. Entre los lienzos más notables de aquella pionera colección se cuentan el retrato ecuestre de Carlos III, un escudo del Imperio Español, el retrato de Don Jorge de Escobedo y Alarcón y muchos otros de carácter religioso virreinal.
El funcionamiento de Casa de Moneda como fábrica a principios del siglo XX se había vuelto improbable, lo que motivo a Alba a proyectar la creación de un museo que evoque y exponga la identidad cultural regional. Para ello, inició las gestiones desde 1926. cuando ocupaba el cargo de concejal y luego, como presidente del Concejo Municipal de Potosí, logró que el Presidente Hernando Siles dicte la norma de autorización.
En 1931, Alba solicitó al gobierno nacional la presencia en Potosí del director general de bellas artes, el eminente artista Cecilio Guzmán de Rojas, para cumplir la tarea de restauración y catalogación de los óleos que había recolectado para el Museo Municipal, dando vigencia así al nuevo museo en los ambientes de Casa de Moneda ubicados sobre calle Ayacucho. Ese Museo de Arte se inauguró con la presencia del presidente Hernando Siles e invitados especiales, consolidando su ideal de transformar la vieja casona en el museo. Lamentablemente, esta exposición duró muy poco y, al retorno de Guzmán de Rojas a La Paz, sede de sus funciones, cerró, y con el advenimiento de la Guerra del Chaco todos estos avances quedaron en nada.
En 1936, terminada la Guerra a la que Alba acudió de como voluntario, retomó la organización del museo, y, ante todo, dirigió el proyecto de restauración del edificio por el mayor grado de deterioro que para estos años sufría, en base a los planos originales y participación técnica especializa del arquitecto Mario J. Buschiazzo, muy reconocido en aquel tiempo por haber restaurado los edificios patrimoniales más emblemáticos de la Argentina, como el histórico Cabildo de Buenos Aires.
Buschiazzo, al recibir la invitación para proyectar la restauración de Casa de Moneda de Potosí, respondió a Alba que “llegar a intervenir en la salvación del edifico civil más importante de toda la América sin excluir a México, es algo que jamás llegué a soñar”.
La restauración de un edificio patrimonial tan grande no fue nada fácil, más complicada aún por los escasos fondos de los que se disponía en aquellos años para intervenciones patrimoniales. Por ello, Alba buscó financiamiento del Tesoro General de la Nación, de la Prefectura de Potosí, logró insertar la restauración de importantes alas del edificio entre los proyectos del Comité Pro IV Centenario de Potosí y, finalmente, gestionó financiamiento y vinculación económica con el Banco Central de Bolivia, siguiendo la línea de otros países de la región cuyas casas de moneda estaban protegidas económicamente por sus bancos centrales.
El 31 de julio de 1973, celebrando los 200 años de la inauguración oficial de Casa de Moneda de Potosí, Armando Alba fue reconocido y distinguido por el Banco Central de Bolivia con la colocación de una plaqueta en patrio principal del museo y la otorgación de un diploma que pondera los 34 años de infatigable trabajo cultural como director del Museo de Casa Nacional de Moneda. ¡Un sueño hecho realidad! •
Una carta determinante
Estos son los argumentos que Alba le espuso a Hernando Siles para conseguir que apruebe el Decreto Supremo de autorización de funcionamiento de la Casa de Moneda como museo:
“1. La Casa de Moneda se encuentra desde hace muchos años en lamentables condiciones, convertida en galpones, corrales, depósitos de materiales viejos, oficinas auxiliares de la administración fiscal, etc. Habiendo sufrido toda suerte de modificaciones momentáneas como cuando se instaló provisionalmente oficinas de correos y más antes juzgados y cárcel, sin que se hubiese efectuado una seria reparación interior que consulte la armonía del conjunto del edificio.
“2. Porque la amplitud del local permite disponer muchas salas extensas para museo, con varias secciones sin perjudicar el lote de maquinarias de acuñación, que en cualquier época podrán funcionar.
“3. Porque económicamente sería factible el arreglo del edificio ahorrando ingentes sumas que invertirse en nueva edificación.
“4. Porque Casa de Moneda sería único local donde poder hacer un museo boliviano sin provocar disputas nacidas generalmente de reacciones regionalistas.
“5. Porque a más de cuidarse convenientemente del local, se evitará su deterioro y se establecería verdadera vigilancia para que no se pierdan elementos artísticos en madera, fundiciones, ornamentos, etc., que aún conserva dicho local.
“6. Porque su ubicación tan ventajosa sería conveniente a los turistas y finalmente el museo proyectado en la Casa de Moneda, de ninguna manera sería cosa muerta, pues todo museo donde se reúnan elementos que contribuyan al acervo histórico y artístico significa lo más palpitante de la personalidad de una nación, adonde convergen el estudioso, el estadista, el turista, el profesional, etc. Para estudiar hora a hora como a través de una ventana amplía el alma de una nación y la vida misma de una patria.
“Muy atentamente,“ Armando Alba
“Presidente del H. Concejo Municipal de Potosí”