Primer automóvil
Quedaron impresos en las mentes de los antiguos habitantes de la ciudad de Potosí los emocionantes recuerdos de la llegada del primer automóvil. Era un carromato enorme, tenía una bocina con tripa, fuelle y doble cornetín.
Quedaron impresos en las mentes de los antiguos habitantes de la ciudad de Potosí los emocionantes recuerdos de la llegada del primer automóvil. Era un carromato enorme, tenía una bocina con tripa, fuelle y doble cornetín.
De ese primer vehículo parecía que emanaba un ruido infernal que espantaba a los indios y kjateras que se instalaban con sus puestos de venta en las aceras. Es interesante y la vez extravagante el describir, a la distancia de los tiempos y peor si se tendría que comparar con los modernos automóviles que se ve estos días en las calles de la ciudad.
Ford fue la marca que conquistó la Vila Imperial de Potosí, y de esa marca fue el primer vehículo norteamericano que recorrió suelo boliviano.
Los habitantes examinaban atentamente y embobados ese curioso artefacto rodeado de gomas, como a su exótico personaje manejador que cuentan que era un francés que recibía burlas de los curiosos al paso del automóvil.
Era la novedad del momento, el suceso más notable de esta ciudad tranquila con sus calles empedradas, fachadas con portones tallados, ventanas enrejadas y balcones moriscos. Eran los primeros años del siglo pasado y la incógnita era ¿cómo puede moverse solo y sin ayuda de caballos este artefacto? Los ciudadanos de Potosí de esos años todavía no conocían esos vehículos; que ya estaban circulando en otros países de Europa. Tan solo conocían un automóvil los potosinos que habían viajado al exterior, que eran muy pocos; los demás nunca lo hicieron, de tal modo se podría explicar por qué una gran muchedumbre se avecinó para ver la llegada del primer auto, que una tarde realizó esa entrada espectacular en medio de la multitud curiosa que jamás había imaginado que un artefacto se podía mover solo, sin ser arrastrado por acémilas.
La gente en las calles examinaba con mucha curiosidad las partes del auto, tratando de entender cómo se podía mover ese artefacto, sin ayuda. Era vasta la multitud aposentada en inmediaciones de la Plaza Alonso de Ibáñez, que finalmente no dejaba circular ese primer auto que trajeron a Potosí, razón que por un tiempo estuvo expuesto a la mirada del pueblo en ese lugar céntrico a lado del monumento citado. Don Fructuoso, un informante de 86 años de edad, que en 1911 tenía 17 años de edad; en una entrevista que se realizó hace varios años atrás, comentó: “cuando el auto estaba parado como una exposición frente a la librería El Siglo ( en la actualidad ya no existe) ocurrió un incidente, los amigos de don Lino Mendoza querían saber qué velocidad desarrollaba y le pidieron que hiciera una demostración haciéndolo correr ‘a todo lo que dé’, El dueño aceptó complacerlos y pidió que la gente allí reunida se retire de la calle Comercio (Calle Sucre y actualmente el Boulevard). Los “cachuchos” que estaban estacionados por ahí fueron retirados, se hizo lo mismo con los caballos. El chofer comenzó a darle manija al carro para hacer funcionar el motor y después se subió corriendo al asiento. Luego el auto empezó a rodar, los transeúntes corrían espantados, pero los mozos que eran más jóvenes corrían más rápido por delante del carro. Todo el alboroto concluyó sin más novedades, menos accidentes: se podría considerar que fue la primera carrera automovilística en Potosí.
Posiblemente a partir de ésos días emotivos se avecinaban los problemas de circulación de vehículos por las calles empedradas de la ciudad, donde hasta ese momento tan solo circulaban carretones tirado por caballos En las calles angostas y retorcidas de la Villa Imperial apenas había campo necesario para que transiten los peatones y mulos, e incluso llamas que ingresaban con cargas de productos rumbo a los mercados y tambos. Menudo problema que emergía para la Alcaldía Municipal de entonces: la cuestión no era tan sencilla como se cree a primera vista: se trataba de cambiar el plan de vialidad que debería ser estudiado con calma y serenidad. Parecería que a simple impresión reflotaban las ventajas y desventajas que podría soportar el servicio de automóviles.
Por las características particulares de las calles empinadas de la ciudad, con el transcurso del tiempo se tendría que ver que el automóvil no estaba en condiciones de subir por las calles altas. El auto, conducido hacia Cantumarca, lo hacía raudamente, con velocidad, pero al regreso lastimosamente tenía que ser remolcado con “fuerza de sangre”: se valían de indios para remolcar con sogas hasta llegar a un lugar plano de la ciudad. Tan solo con el tiempo, esos automóviles superaron las dificultades y la solución era aumentar en su fabricación más caballos de fuerza. El vehículo “Ford T”, considerado el primer vehículo en fabricarse en serie en el mundo, este prototipo fue la creación maestra de Henry Ford ya que tenía un motor de cuatro cilindros adaptable a trabajos forzados y a la altura. Luego mencionó las siguientes palabras; “voy a construir un coche para el pueblo, el automóvil universal”.
En los anales de la historia de Potosí esta anotado el nombre de don José Lino Mendoza, en el año 1911, como el de quien trajo a Potosí el primer auto. Eso lo aseguran.
El periódico La Razón, de la ciudad de La Paz, reporta el ingreso del primer automotor a la urbe paceña y se confirma que el señor Jesús Aguayo fue quien trajo la novedad a la ciudad. En la nota periodística se lee “El coche sin caballos” fue rodeado en El Alto y horas después ingresaba a la ciudad mientras las voces de las campanas tocaban y la gente menudeaba alborozada”. Otra fuente periodística, El Diario, afirma que, a la ciudad de La Paz el primer automóvil que llegó era un 6 de agosto de 1904, y fue el científico Arturo Posnansky quien lo importó.
El primer automóvil que llegó a Santa Cruz de la Sierra fue el del 25 de septiembre de 1919. Rompió con la monotonía de la vida diaria del pueblo. Hasta ese entonces, la movilización de la gente se hacía en caballos, bueyes o carretones. Su propietario fue el Dr. Ángel Sandoval quien introdujo ése automóvil de lujo para la época por la localidad de Puerto Suarez, frontera con Brasil •
(*) Cristóbal Corso Cruz es presidente de la Sociedad Geográfica y de historia “Potosí”