Primera patente

La Universidad San Francisco Xavier tiene su primera patente registrada por el Servicio Nacional de Protección Intelectual (Senapi).

La bioquímica Magaly Magariños, Ramón Delgado restaurador del Museo Colonial Charcas y la bioquímica Carmen Encinas. La bioquímica Magaly Magariños, Ramón Delgado restaurador del Museo Colonial Charcas y la bioquímica Carmen Encinas.

Evelyn Campos López ECOS
Ecos / 15/03/2023 02:46

La Universidad San Francisco Xavier tiene su primera patente registrada por el Servicio Nacional de Protección Intelectual (Senapi). Se trata del Socuzinc, una sustancia que tiene efecto antimicrobiano inhibidor mezclado con pintura látex y sirve para prevenir la contaminación por hongos en paredes de lugares que requieran de ambientes libres de microorganismos. 

El producto se puede aplicar en centros culturales y museos con pinturas, así como en el sector de salud: áreas de riesgo de hospitales como neonatología, quirófanos, terapia intensiva, curaciones, área de quemados y lugares que requieran de ambientes libres de microorganismos.  

El equipo de investigadores que hizo el descubrimiento está conformado por las bioquímicas Magaly Magariños Egüez y Carmen Encinas Barrientos, docentes de la Facultad de Bioquímica y Farmacia y el profesor Ramón Delgado Loayza, restaurador del Museo Colonial Charcas.  

La Universidad San Francisco Xavier tiene la propiedad intelectual del producto y su representante legal es el vicerrector, Erick Mita. En la patente también figuran los nombres de los tres inventores mencionados.  

“Cuando un producto tiene una patente, quiere decir que es nuevo en el mundo, mediante descubrimiento o invento”, explica Magariños.  

Patentes registradas  

Hasta el 30 de octubre de 2021, el Senapi, entidad descentralizada del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, registró 6.548 títulos otorgados en las áreas de Derecho de Autor y Derechos Conexos, Patentes y Signos Distintivos.  

Según el Servicio de Información Estadística del Senapi, en 2021 otorgó 90 patentes a nivel nacional de los cuales 54 corresponde a diseños industriales (60%), 1 modelo de utilidad (1%) y 35 patentes de invención (39%).  

A nivel mundial se tiene el registro aproximado de 40 millones de patentes. Cada año se publica un millón más de solicitudes a nivel internacional.   

El 70% de la información tecnológica contenida en documentos de patentes no está disponible en ninguna otra fuente de información, porque las empresas se niegan a divulgar sus secretos.  

Sin duda, actualmente los países asiáticos son los que más inventos patentan a nivel mundial. En 2021, China se convirtió en el país con mayor número de patentes en rigor con 3,6 millones. El gigante asiático superó a Estados Unidos, que tuvo 3,3 millones. Por su parte, Japón contó con 2 millones, la República de Corea con 1,2 millones y Alemania con 877.763.22.  

Trabajo de investigación  

Delgado comenta a ECOS que la contaminación y deterioro que sufrían las pinturas al óleo sobre el lienzo eran ocasionados por unos microorganismos que llegaron a identificar.  

Lo cierto es que en el Museo Colonial Charcas observaron que algunas pinturas con ciertos colores no se contaminaban en esos lugares. Entonces, el equipo decidió investigar esas sustancias.  

En el proceso vieron que los microorganismos y hongos no atacaron directamente a los cuadros en los más de 150 años de vida del Museo Colonial Charcas; o sea, se dieron cuenta que tenía cualidades inhibitorias.  

El objetivo de la investigación fue neutralizar la gran cantidad de bacterias y hongos que había en la colección de la pinacoteca, con el fin de que no se pierdan esas obras de arte.  

Magariños explica que la investigación comenzó en 2014 con un grupo de alumnas tesistas de la carrera de Bioquímica. El 2016 continuó con otro trabajo en el que se determinó qué microorganismos eran los que dañaban a los cuadros de pinturas al óleo del Museo Colonial Charcas.  

Posteriormente, el equipo participó en la Feria de Nuevas Ideas que se llevó a cabo en la ciudad de Cochabamba, en la que ganaron el segundo lugar.   

Después, participaron en el Premio Plurinacional de Ciencia y Tecnología dependiente del Viceministerio de Educación en el que se hicieron con el primer lugar. Para entonces ya habían complementado el estudio.  

“Encontramos que una mezcla de sustancias químicas podía tener una acción que inhibía el crecimiento de los hongos y bacterias. La idea es mezclar con pintura Látex para pintar las paredes del museo y así revenir la proliferación de microorganismos y hongos”, explica Magariños.  

Es un descubrimiento exclusivo, un invento que tiene novedad y pertinencia; es lo que valoró el Senapi después de  constatar que cumplía con esas condiciones, agrega Encinas.   

Realizar el estudio les llevó ocho años, desde el inicio en 2014 y su culminación con el logro de la patente en 2022.  

Según explica Delgado, el producto mejora los procesos de conservación y preservación de obras dentro de sus depósitos y en las salas de muestra.  

Problemas  

Durante los ocho años en los que se desarrolló la investigación, el equipo enfrentó y superó una serie de inconvenientes en ese proceso:  

 por ejemplo, a un principio les costó conseguir autorización para desarrollar el trabajo.  

Después, encararon la carencia de reactivos para el desarrollo de su investigación. Por si fuera poco, cuando comenzaron a hacer las gestiones para la otorgación de la patente, el trámite resultó exageradamente burocrático.   

De ese modo tardaron varios años en las gestiones. A eso se sumó la llegada de la pandemia de covid-19 que impidió seguir con la tramitación. 

Cabe señalar que los investigadores realizaron el trabajo de investigación en sus horas libres, no en horario de trabajo.  

Producto único en el mundo  

La Universidad San Francisco Xavier avaló y financió esta investigación que se desarrolló en el Laboratorio de Microbiología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica. El estudio inicial sobre qué hongos eran contaminantes se llevó a cabo en el Museo Colonial Charcas.  

Encinas aclara que el producto no tiene ninguna contraindicación, porque no es para uso en humanos sino para ambientes donde se evite la proliferación de microorganismos.  

“En este caso, el Socuzinc es un descubrimiento. De acuerdo con la combinación propuesta y las concentraciones que encontramos, es un producto nuevo y único en el mundo”, reitera Magariños.  

El titular de la patente de invención tendrá todos los derechos y obligaciones establecidas en la Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina.  

La patente de invención tendrá un plazo de duración de 20 años, contados desde 6 de diciembre de 2018, fecha de presentación en la oficina nacional, de conformidad al artículo 50 de la Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina.  

Puerta de inicio para otras investigaciones  

Magariños sostiene que hacer investigación en el medio en el que vivimos no es nada sencillo pero aun así es posible. Los investigadores del equipo quieren motivar a sus pares de San Francisco Xavier y del país en general a proceder con sus investigaciones, pensando que no será a corto plazo, pero dará frutos a la larga.  

La patente del Socuzinc es la primera que tiene la casi cuatricentenaria. “Tener una patente es el resultado final máximo que puede conseguir una universidad, producto del trabajo investigativo y científico que se realiza en sus aulas”, expresa Magariños.  

Es un derecho exclusivo que otorga el Estado a través del Servicio Nacional de Propiedad intelectual para que la universidad pueda  utilizar, producir y explotar el producto para el beneficio de la población.  

Por el momento, el producto que tiene muchas utilidades no tiene precio, primero hay que buscar un aliado estratégico y comercial que ayude con la venta del producto •

 

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