Otra vez Homero

El escritor, narrador, poeta y gestor cultural beniano Homero Carvalho Oliva es uno de los pocos bolivianos en haber ganado premios nacionales en los géneros de poesía, cuento, novela y, ahora, microcuento. 

Homero libro silueta

Homero libro silueta Foto: Cedida

Carmen Sandoval y Homero Carvalho.

Carmen Sandoval y Homero Carvalho. Foto: Cedida

Carmen Sandoval y Homero Carvalho.

Carmen Sandoval y Homero Carvalho. Foto: Cedida

Homero Carvalho

Homero Carvalho Foto: Cedida


    Evelyn Campos López ECOS
    Ecos / 15/03/2023 02:51

    El escritor, narrador, poeta y gestor cultural beniano Homero Carvalho Oliva es uno de los pocos bolivianos en haber ganado premios nacionales en los géneros de poesía, cuento, novela y, ahora, microcuento. 

    Carvalho es una de las figuras más representativas de la literatura boliviana: ganó una serie de premios en el ámbito nacional e internacional. Recientemente ganó el Premio Nacional Eduardo Abaroa en categoría microcuento.  

    ECOS conversa con el aventajado escritor que, según su hoja de vida, tiene ocho novelas, 12 poemarios, 14 libros de antologías (de la poesía y del cuento boliviano) y cinco libros de microcuentos. Su obra literaria se publicó en otros países y se tradujo en varios idiomas. 

    Carvalho también disfruta de su faceta de esposo y padre. Está casado con Carmen Sandoval y tiene tres hijos. Su familia es su fuerza y motivación. 

    ECOS (E). ¿Cómo se siente con el nuevo premio alcanzado? 

    Homero Carvalho (HC). Ganar un premio siempre enorgullece a cualquier persona, por la gloria que significa conseguir un galardón, así sea el más pequeño o el más grande. A eso se suma el dinero, que nunca nos viene mal en esta época; hay que reconocerlo. 

    (E). ¿Después de recibir tantos premios, siente que llegó al punto cúspide de su carrera literaria? 

    (HC). Sí, yo creo que la literatura ha sido muy generosa conmigo, no solo en la parte de reconocimientos y premios sino también de viajes. Viajé mucho gracias a la literatura. Acabo de publicar el libro “Ciudades de otros lugares” en el que recopilo crónicas de mis viajes por el exterior. Había visitado más de 35 ciudades del exterior, del continente americano y europeo, son viajes que los hice básicamente por la literatura. En el libro también incluyo a las nueve capitales de Bolivia, más El Alto y Santa Ana de Yacuma donde nací.  

    Visité casi 50 ciudades. En el caso de las extranjeras, puse fotografías de algunos eventos a los que asistí. A veces es como si uno presagiara el futuro sin saberlo: reunía crónicas de mis viajes, pero jamás pensé que publicaría un libro. 

    El año pasado fue maravilloso para mí, porque me invitaron a París. Cuando era joven me prometí ir algún día a la “ciudad luz”, pero no como turista, sino cuando mi obra así lo mereciera. El año pasado Bolivia fue el país invitado en el Sexto Encuentro Hispanoamericano de Literatura y yo el escritor homenajeado por mi obra; eso fue maravilloso.  

    Luego, en octubre estuve en la XXII Feria Internacional del Libro de Ciudad de México donde fueron invitados 50 escritores. En la ocasión, el evento tuvo el lema “América Latina a la vanguardia”, fui representando a Bolivia a mucha honra. 

    En enero de 2023, la Universidad Federal de Sergipe, Brasil, me homenajeó como uno de los mejores poetas épicos de América, porque en esa universidad hicieron un estudio comparando mi libro “Reinos dorados” con el libro “El poema de Chile” de Gabriela Mistral. 

    Pocas veces se hace un estudio comparativo de la obra de un escritor con un Premio Nobel, para mí esa comparación es increíble. Durante una semana recibí el homenaje, di charlas y conferencias; fuimos con mi esposa Carmen Sandoval, quien también dio charlas. Es abogada constitucionalista.  

    Ahora me llega este premio que es la culminación de mi carrera literaria. Siempre digo que es gracias a la divinidad, esa energía infinita del universo, llámese Dios de los cristianos, Alá de los musulmanes o Shiva. En resumen, es Dios que tiene tantos nombres.  

    (E). ¿Hasta ahora cuántos libros tiene publicados?  

    (HC). Tengo ocho novelas, 12 poemarios, 14 libros de antologías (de la poesía y del cuento boliviano), 11 libros de cuentos y cinco libros de microcuentos.   

    Varias antologías se publicaron en el exterior, como “Antología de la Poesía boliviana del Siglo XX”, que fue publicada por Editorial Visor de España en 2015, considerada la más importante en idioma español. Ellos tienen una colección de poesía de todos los países iberoamericanos, pero les faltaba Bolivia. Gracias a esa antología, el traductor italiano Emilio Coco hizo una antología propia de la poesía boliviana traducida al italiano. En el prólogo, Coco cuenta que, cuando fue a Madrid, España, preguntó por una antología de la poesía boliviana y le contestaron que la única que había era la que hice para la Editorial Visor. En su prólogo dice que gracias a mi antología se interesó por la poesía boliviana. Eso me llena de orgullo y siento que cumplí mi cometido de hacer conocer la poesía boliviana en Europa.

    Por ejemplo, en el índice de una antología publicada en Alemania, en 2009, Carvalho está junto con Luis Borges y Julio Cortázar entre otros grandes escritores.

    (E). ¿Cómo se llama el primer libro que publicó y cuándo fue? 

    (HC). El primer libro que publiqué es “Biografía de un otoño”. Fue en 1983, cuando tenía 26 años. 

    (E). ¿Hay algún autor o un libro que influyó en su trayectoria como autor? 

    (HC). En narrativa, los escritores extranjeros con notable influencia en mi obra son Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Ernest Hemingway y William Faulker. En poesía son Pablo Neruda, Flora Alejandra Pizarnik, Sylvia Plath, Walter “Walt” Whitman y Fernando Nogueira Pessoa. En el caso de la narrativa boliviana, también hay autores con valiosa influencia en mi obra como Augusto Céspedes y en poesía Yolanda Bedregal. 

    (E). ¿Los autores bolivianos tienen un género literario favorito? 

    (HC). Escribo desde antes de 1980, pero sin duda tengo un oficio de lector mucho antes de haber publicado. Creo que el género preferido de la gente que escribe en Bolivia es la poesía. Empero, hay una paradoja: de los tres géneros, poesía, cuento y novela, lo que menos se vende es la poesía y lo que más sale es la novela. No es solo mi percepción. La carrera de Literatura de la UMSA publicó hace algunos años el estudio “Literatura y democracia” en el que describe lo mismo que afirmo: en Bolivia lo que más se pública es la poesía y lo más vendido la novela, luego el cuento y mucho después la poesía. 

    (E). ¿Cómo es Homero en su faceta más íntima, en casa y con chinelas?   

    (HC). Ahora mismo estoy con bermudas y hawaianas, porque hace calor en Santa Cruz. Soy una persona con ganas de superarse todos los días. El amor de mi familia hizo que supere desde problemas físicos, hasta mentales. No lo hubiera logrado sin mi esposa Carmen y mis hijos Brisa Estefanía, Luis Antonio y Carmen Lucía. 

    Mi hija Carmen Lucía también es escritora y poeta. No tiene ni 30 años y ya ganó varios premios y tiene muchas antologías. Yo a mis 30 apenas había ganado un par de premios; los hijos tienen que salir mejor que los padres y familia en general. 

    (E).  Cuándo no está escribiendo o leyendo algo ¿qué le gusta hacer? 

    (HC). Me encanta ir al cine, la magia de la pantalla grande es insuperable, el hecho de que se apaguen las luces y de quedarme solo frente a la pantalla es mágico. Al decir solo no me refiero a la soledad de no estar acompañado, no; es la soledad relacionada con la penumbra del cine, que establece un puente sensorial entre lo que uno está viendo y los sentimientos que provoca la película. Además, le voy a contar un secreto: soy abogado, pero no se lo diga a nadie… Como soy jubilado y la jubilación en Bolivia no alcanza para nada, doy cátedra en las facultades de Derecho de universidades privadas.  

    (E). ¿Cuál o cuáles son sus platos favoritos?  

    (HC). Donde voy disfruto de la gastronomía del lugar, pero es obvio que tengo mis platos favoritos. La mejor comida de Bolivia es de Sucre, porque es mucho más elaborada y gourmet. Esa opinión me costó algunos problemas con los cochabambinos: la comida cochala es abundante y rica, pero no tiene tanta elaboración. También me gusta un majadito o carne de res, jamás despreciaría unas carnes a la parrilla. Otro plato que me encanta de Potosí es la kalapurka, voy a comer en un local situado en una esquina, a las 10:00, si llego a las 10:15:00 ya no queda nada…  •

     

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