De Malaba a MalabArt

De ser un lugar de entretenimiento y venta de sabrosa gastronomía americana, Malaba pasa a ser el espacio cultural MalabArt, que ofrece una interesante agenda cultural a sus clientes, autogestionada por sus socios. 

De Malaba a MalabArt

De Malaba a MalabArt Foto: Cedida

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    Evelyn Campos López ECOS
    Ecos / 24/04/2023 01:00

    De ser un lugar de entretenimiento y venta de sabrosa gastronomía americana, Malaba pasa a ser el espacio cultural MalabArt, que ofrece una interesante agenda cultural a sus clientes, autogestionada por sus socios. 

    Este lugar nace como un bar restaurant cuyo concepto base es la comida rápida de estilo americano y coctelería de autor. 

    Su objetivo es ofrecer a sus clientes una experiencia única en medio de una atmósfera alegre y entretenida, acompañada con productos de calidad, buena música y excelente servicio.  

    Cuenta con amplios y cómodos ambientes entre cerrados y al aire libre, cuya arquitectura es una mezcla de estilo colonial con lo contemporáneo. Tiene espacios agradables, exclusivos y seguros para compartir con la familia, la pareja o los amigos. 

    Ignacio Carranza Arce (34 años), ingeniero civil de profesión, actual gerente de Malaba y responsable de relaciones públicas y marketing, explica a ECOS que a la cabeza de este negocio está una sociedad conformada por tres empresarios jóvenes y visionarios de Sucre que dan una nueva tónica a los emprendimientos de la ciudad. 

    Un poco de historia 

    Carranza recuerda que este negocio comenzó en plena pandemia con la remodelación de la casa donde funciona Malaba.  

    Inició en octubre de 2020 con la venta de comida americana mediante delivery y de a poco fueron ampliando sus ambientes y la oferta culinaria. 

    Dice que fue muy complicado comenzar, por todas las restricciones que había en ese momento a causa de la crisis sanitaria en Bolivia y el resto del mundo; sin embargo, persistieron porque recibieron una excelente respuesta del público consumidor, tanto así que el lugar se posicionó como una tendencia y la mejor opción de comida rápida al aire libre, que encanta a clientes locales y nacionales. 

    Así, continuaron ampliando sus espacios y diversificando la oferta. Inauguraron un Café Bar con una oferta interesante de bebidas calientes, repostería, pastelería, sándwiches y otras delicias. 

    Con el paso del tiempo, el negocio fue dando giros inesperados que no estaban previstos a un inicio. Ahora, este local va rumbo a cumplir tres años de vida aportando al desarrollo de Sucre. 

    Carranza explica que en anteriores años alguna vez presentaron ciertas actividades culturales, que fueron bien acogidas por el público. 

    Entonces, a finales de 2022 decidieron integrar al lugar un espacio cultural. Con ese fin formaron un equipo con las gestoras culturales Daniela Peterito y Natalia López, junto con Miguel Arnau, para organizar la programación de actividades culturales con duración de tres meses. 

    MalabArt 

    El espacio cultural MalabArt actualmente está compuesto por tres áreas: música, literatura y espacios lúdicos, ganando un nuevo mercado de clientes. 

    El ensamble de jazz MalabArt está integrado por el director Joel Kuno (guitarra), Juan Pablo Maita (bajo), Chelo Navia (batería), Juan Carlos Mallcu (trompeta) y Misael Condo (teclado). Contemplan varios ritmos, melodías e instrumentos que hacen que la experiencia musical sea única.  

    En tanto que el espacio de literatura y poesía está dirigido por Sarah Moscoso y Andrés Manjón, quienes brindan noches inolvidables con versos y ritmos inspiradores. Además, en esos días se ponen a la venta varios libros en en el Café Bar “Libres Librería”. 

    Los espacios lúdicos denominados MalabArt Kids están formados por Títeres Paralamano, bajo la dirección de Juan Rodríguez, Cuenta Cuentos Rimay, con Sebastian Orellana y Títeres y Marionetas Pasank’allas. 

    Disfrutar del ensamble de jazz MalabArt y el espacio de literatura y poesía no tiene costo. El ingreso a MalabArt Kids tiene un costo de 30 Bolivianos por niño con derecho a un refresco y una hamburguesa o sándwich. 

    De esta forma están dando un lugar especial a los artistas, al arte y la cultura que tanta falta les hace a los creadores e intérpretes, una necesidad sentida que debería ser atendida por el Estado, pero, en este caso, esa responsabilidad está siendo asumida por el sector privado. 

    La actividad en Malabart se desarrolla los jueves a partir de las 20:00 alternando la presentación del Ensamble de Jazz y el espacio de literatura y poesía.  

    Asimismo, los domingos se desarrollan los espacios lúdicos con MalabaArtKids a partir de las 11:00. Además, MalabArt cumple un compromiso de responsabilidad social, al llevar los domingos a niños de hogares para que disfruten del espectáculo. 

    Malaba abre sus puertas de lunes a domingo. El Café Bar atiende de 9:00 a 22:00, el Restaurante de 15:00 a 23:00. Malaba está a tan solo tres cuadras y media de la plaza central de Sucre, en la calle Grau 386. 

    En Facebook está como Malaba Bolivia y en Instagram como Malaba.bo. Los interesados en hacer pedidos o hacer alguna consulta pueden llamar al 75788100 •

    Daniela Peterito Salas 

    Gestora cultural

    “La visión amplia del espacio cultural de Malaba, Malabart, ha creado un lugar amigable con los artistas y el público de la ciudad. Desde todo punto de vista es una ventaja para nosotros como sociedad, una gran apuesta por el crecimiento de un público crítico y por la plenitud artística y remunerada de músicos, actores, escritores, etc”. 

    Miguel Ángel Arnau

    Equipo MalabArt

    “La implementación de la nueva programación de MalabArt tuvo buena respuesta. Nuestro esfuerzo cumple con la necesidad de tener variedad cultural y artística en Sucre; además, este tipo de eventos jerarquiza la oferta turística de la ciudad. El interés                                    y recepción de los jóvenes es aliciente para continuar con la gestión cultural”.

    Natalia López Auza 

    Gestora cultural 

    “Considero fundamental para la buena salud de una ciudad tener una oferta lo más variada posible, de expresiones y espacios que apoyen la cultura. Hemos propuesto las expresiones que nos parece necesitan más impulso y fomento, como el jazz, la literatura y un espacio. En este sentido, Malaba ha sido un buen receptor”. 

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