Comer por los ojos

Ahora más que nunca, el diseño gráfico se volvió parte del diario vivir: sirve para mejorar y transformar el mundo donde habitamos. Cada producto que utilizamos tiene una forma, un significado, una textura y un color que salió de la mente de un talentoso diseñador que plasmó su arte en los productos que usamos.

En este marco, el diseño gráfico gastronómico se convirtió en una herramienta indispensable para generar impacto visual en los clientes. Además, influye en su percepción de la calidad de la comida y la experiencia que se le ofrece.

Según el diseñador gráfico independiente Armando Calderón, el diseño gráfico en gastronomía no solo se limita a crear un logo o un menú estético. Uno de sus objetivos principales es generar una experiencia visual que complemente y realce la acción culinaria del cliente.

Dice que un buen diseño gráfico gastronómico tiene coherencia entre la identidad de la marca y la filosofía del negocio.

Esto comprende la disposición de los elementos gráficos en los menús, el estilo de fotografía, la elección de la paleta de colores, la tipografía y la decoración del lugar.

Una muestra sobre cómo se deben hacer las cosas se apreció en la Feria de Diseño y Gastronomía que organizó la carrera de Arte y Diseño Gráfico dependiente de la facultad de Arquitectura y Ciencias del Hábitat de la Universidad San Francisco Xavier, realizada hace unos días en sus dependencias.

Participaron estudiantes de uno de los talleres de Diseño Gráfico 3 Publicitario del tercer semestre que mostraron el diseño de sus artes para la muestra.

Utilizaron el poder de la publicidad y señalética para demostrar cómo una imagen y buena presentación puede atrapar a los clientes y fortalecer emprendimientos.

Mabel Fuentes Guardia, docente de la carrera de Arte y Diseño Gráfico desde hace seis años, explica a ECOS que los estudiantes promocionaron una variedad de emprendimientos mediante stands.

Por ejemplo, propusieron diversidad de jugos; Hot Dog en alusión al 4 de Julio; ofrecieron cheesecake de frutos rojos y maracuyá usando la temática de “Alicia en el país de las maravillas”; hubo un stand en forma de boletería de cine, en el que promocionaron lomitos, con temática de la cultura mexicana, elaboraron postres en forma de macetas, entre otros.

Los estudiantes pusieron en práctica la teoría y práctica para desarrollar un producto gastronómico específico. Por ejemplo, para el plato pique a lo macho hicieron el diseño de marca, el menú, el cartel publicitario y tomaron una temática atractiva para el stand correspondiente.

Sara López (20 años), estudiante de tercer semestre de la carrera de Diseño Gráfico, explica que junto con su compañera optaron por hacer un proyecto de macetas de cactus comestibles. Dice que intentaron ser muy creativas para causar un impacto visual.

Sin embargo, en su criterio lo más relevante de la feria fue el desarrollo de marca que está detrás de los emprendimientos que generaron. Asegura sentirse realizada con la carrera que eligió, porque es lo suyo, le llena y le reta a aprender cosas nuevas cada día.

Por su parte, Alejandro Saavedra (25), estudiante de tercer semestre de la misma carrera, relata que idearon una temática marítima muy llamativa para los clientes, para ofrecer churros (la masa de los churros es tan liviana que flota como una barca en el aceite), el proyecto es ideal para estudiantes.

“Me siento contento porque puedo desarrollar mi creatividad construyendo algo y enseñar sobre lo que es mi área, me gusta expresarla. Me siento conforme con mi proyecto porque fue un éxito”, sostiene.

Comunicación visual y marketing visual

El objetivo de la comunicación visual es captar visualmente la atención del público meta o espectador a través de diferentes piezas gráficas como la marca, menú, cartel publicitario (díptico, tríptico, tarjeta personal, entre otros), y comunicar el tema específico en el cual estuvo trabajando el diseñador para llegar al usuario final.

En cambio, el marketing visual tiene el plus de usar las 4 P del marketing: precio, producto, promoción y plaza, que se encarga de llamar la atención a través de un precio: por ejemplo, “si te llevas un producto recibes otro como regalo”.

No obstante, en la comunicación visual no se usan las 4 P, más bien se enfocan en los atributos y características de la empresa, el servicio o el producto con el que trabajan.

Según Fuentes, se puede trabajar de manera dependiente e independiente con comunicación visual o marketing visual, ya que ambas funcionan desde su rama específica de especialización.

Invertir en ambas áreas depende de los recursos que tiene una empresa; no obstante, también se puede tomar de manera independiente a cualquiera de ellas.

“El marketing se encarga de posicionar a diferentes productos a través de videos multimedia y spots publicitarios cortos. Asimismo, puede tomar temáticas de ciertas películas para adaptarlas a los diferentes productos o servicios que ofrece una empresa con el fin de promocionarlos”, detalla la docente.

Fuentes explica que se debe comenzar con la comunicación visual para tener una identidad visual o gráfica en la que trabaja el diseñador: primero diseña la marca para identificar a la empresa, producto o servicio, de acuerdo con los atributos o requerimientos del público meta.

Después, entrega un manual de marca visual en base al cual se tiene la comunicación visual para ir produciendo diferentes piezas promocionales para la empresa.

En este contexto, Fuentes sostiene que los medios de comunicación y sus redes sociales son vitales, porque se encargan de llegar a un público masivo con la promoción y difusión del producto o servicio de una empresa.

Tendencias

Las tendencias son diversas: ahí sobresale el talento del diseñador para que el usuario final efectúe la compra. En la feria, los estudiantes idearon diferentes estrategias para vender más; por ejemplo, en un stand se armó un pequeño set de fotografía para los clientes con sus productos, en otro usaron el juego de la ruleta para obsequiar algún ingrediente como incentivo a los clientes.

Importancia de la carrera

A veces algunas personas tienden a estigmatizar la carrera de diseño gráfico expresando despectivamente que solo consiste en hacer un dibujo y una imagen, un criterio totalmente equivocado porque es una carrera que requiere de cuatro años de formación académica, en los que el aspecto teórico y práctico van de la mano.

Fuentes dice que desde la perspectiva práctica no solo es hacer un dibujo, se sigue metodologías de ciertos autores para diseñar una marca.

Para tener una pieza gráfica hay que investigar y seleccionar lo relevante, entrevistar al cliente que necesita cierta pieza gráfica, hacer una lista de requerimientos para ver las potencialidades y debilidades que tiene el área de diseño gráfico.

El diseñador tiene el trabajo de mejorar y dar soluciones a esas debilidades de comunicación visual. Puede hacer un diseño nuevo o un rediseño cuando tiene una marca antigua; un diseño nuevo no tiene ningún elemento que pueda identificar a esa empresa.

Luego se pasa a la fase de prototipado, después a la ideación utilizando ciertas técnicas de creatividad. Cuando el borrador se pasa a limpio, se procede con la digitalización mediante el manejo de diferentes paquetes o software de diseño gráfico, luego pasa a la fase de impresión de la pieza final de gráfica.

La gastronomía es una industria en constante evolución en la que surgen nuevos conceptos y demanda a los negocios una constante actualización en su oferta.

El diseño gráfico contribuye a mejorar la experiencia gastronómica e incluye la estética y el diseño de sus espacios. Un diseñador gráfico es el encargado de cumplir esa tarea •