Netflix se blinda
El “streaming” (transmisión digital de contenido multimedia) es la televisión del presente
El “streaming” (transmisión digital de contenido multimedia) es la televisión del presente. Se lo puede ver en cualquier dispositivo de video contratando cualquiera de los servicios actuales y, pese a las bajas de los últimos meses, el más popular sigue siendo Netflix que, precisamente para evitar seguir perdiendo clientes, está comenzando a asumir medidas que impidan que su servicio sea compartido indiscriminadamente.
Actualmente, Netflix es un servicio barato que se puede contratar hasta en 15 Bolivianos (alrededor de 2 dólares) mensuales, si es para una sola pantalla. Sin embargo, quien vende ese servicio no es la empresa de ese nombre sino cualquier de los millones de “hackers” que han logrado penetrar el sistema y son intermediarios ilegales entre Netflix, o cualquier otra plataforma, y el público. En otras palabras, es mejor, por lo barato, comprarle el servicio a un pirata, que a la empresa de “streaming” porque uno obtiene prácticamente lo mismo: múltiples contenidos multimedia.
Para hacer frente a esa piratería, Netflix está comenzando a utilizar mecanismos de control en Estados Unidos. Si resultan, lo siguiente será aplicar esas restricciones en el resto de los países.
“Un hogar”
Netflix anunció una actualización sobre el uso de contraseñas compartidas en Estados Unidos, donde a partir de ahora solo podrán usar la misma cuenta aquellos miembros de "un hogar".
Se considera "hogar" al "conjunto de dispositivos conectados a internet en el lugar principal donde veas Netflix", según especificó el gigante del "streaming" en un comunicado publicado el martes.
"Tu cuenta de Netflix es para ti y las personas con las que vives: tu hogar", reza el mensaje vía correo electrónico que reciben aquellos estadounidenses que permitan que se inicie sesión con sus contraseñas fuera del domicilio habitual.
Eso sí, los terminales vinculados a ese "hogar" continuarán funcionando mientras los dueños estén "de viaje" o quieran proyectar sus cuentas en "el televisor de un hotel o en su casa de vacaciones".
Más allá de esto, la plataforma ofrecerá a sus clientes en EE.UU. dos opciones antes de compartir contraseña: el usuario que viva fuera de su hogar puede transferir su perfil a una nueva suscripción de pago, o el titular de la cuenta puede añadir un miembro más pagando una cuota de 8 dólares mensuales.
"Un miembro extra tendrá su propio perfil, cuenta y contraseña, pero su membresía será pagada por la persona que lo invitó a unirse", detalló Netflix.
La alternativa del usuario adicional podrá utilizarse una sola vez en las cuentas de tipo estándar y hasta en dos ocasiones en las suscripciones prémium.
No obstante, la compañía no ha aclarado si penalizará a aquellos abonados que sigan compartiendo cuentas fuera de sus hogares, tal como lleva ocurriendo en España, Portugal, Canadá y Nueva Zelanda, países donde ya opera esta política.
Finalmente, el comunicado de este martes concluyó tratando de prevenir una fuga de clientes tras los nuevos cambios: "Seguiremos invirtiendo mucho en una amplia variedad de nuevas películas y programas de televisión, para que (...) siempre haya algo que te satisfaga en Netflix".
El modelo de control de contraseñas compartidas es uno de los principales quebraderos de cabeza para la plataforma, que ha sufrido importantes pérdidas de usuarios por este motivo en regiones como Latinoamérica, pero ha sabido compensarlo ofreciendo planes a precio reducido con publicidad.
Pese a los tiempos de cambio que vive la empresa dirigida por Ted Sarandos, Netflix se mantiene como el servicio de "streaming" líder a nivel mundial con 232,5 millones de clientes, y alcanzó unos ingresos de 8.162 millones de dólares en el primer trimestre de 2023, un incremento del 3,7 % con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior •