Cultivando el folclore
Basándose en el lema “Hacer folclore es hacer patria”, el Centro de Capacitación Vocacional de Música Folclórica “Miguel Ángel Valda” cumplió nada menos que 33 años de vida institucional. Los que se formaron ahí esperan que cumpla muchos años más.
Basándose en el lema “Hacer folclore es hacer patria”, el Centro de Capacitación Vocacional de Música Folclórica “Miguel Ángel Valda” cumplió nada menos que 33 años de vida institucional. Los que se formaron ahí esperan que cumpla muchos años más.
Hasta 1990, en Sucre no existía una institución de música de carácter fiscal, vocacional y gratuito. Después de varias gestiones, finalmente se hizo realidad la fundación de la Escuela Fiscal de Música Folklórica “Miguel Ángel Valda” a cargo de un grupo de maestros meritorios, el 4 de mayo de ese año.
Esa institución comenzó en las aulas de la Escuela Nicolás Ortiz, ubicada en la calle Dalence N° 61, en horario nocturno. Abrió sus puertas durante la gestión del entonces director distrital de Educación René Pasquier Sandy, la supervisora de Educación Musical María Luisa Llanos Padilla y la profesora Rosa de Rissioti, entre otras autoridades.
Su funcionamiento se respalda en la resolución administrativa N°080/90 y Resolución Ministerial N° 1012, que le dan todas las facultades para impartir la enseñanza de instrumentos folclóricos bolivianos.
Asimismo, satisface la necesidad de cultivar, conservar y fomentar la música folclórica nacional y popular del país, trabajando en horario nocturno para facilitar la asistencia de la población interesada en aprender a pulsar e interpretar instrumentos folclóricos nativos.
Independientemente de la edad, aprender a manejar un instrumento musical puede estimular el cerebro de gran manera: incrementa la materia gris, mejora las conexiones entre las áreas más distanciadas del cerebro y mejora la memoria verbal, el razonamiento espacial y las habilidades de alfabetización.
Esa institución fue bautizada con el nombre de Miguel Ángel Valda, meritorio jurisconsulto y uno de los prominentes compositores y músicos que tuvo nuestra patria, nacido en Sucre.
Este músico se caracterizó por su gran maestría en la interpretación de varios instrumentos: piano, mandolina, guitarra, charango y flauta. Valda fue discípulo de Simeón Roncal, otro eminente compositor chuquisaqueño.
El primer plantel docente administrativo estuvo conformado por los profesores Ernesto Sandy Gamón, Carlos Soria Flores, Roberto Sandy Herbas, Jorge Llave Benítez y Margarita de Cordero, quienes sentaron las primeras bases para la gran institución de enseñanza y aprendizaje que es hoy.
Actualmente alberga a más de 500 alumnos que viven en diversas zonas, entre niños, niñas, jóvenes universitarios, colegiales, profesionales, gente obrera y jubilados que acuden al lugar como terapia.
También acuden personas con capacidades diferentes: con discapacidad visual, con Síndrome de Down y otros.
Aprenden especialidades como el charango, quena, zampoña, violín, guitarra, mandolina, canto, teclado electrónico, acordeón y tarkas, entre otros.
El personal docente actual está conformado por los profesores: Abdón Beltrán, Gonzalo Negrón, Segundina Serrudo, Herminia Serrudo, Eddy García, Wilson Sandy, Carlos Chávez, Julio Donaire, Javier Osina, José Torres, Rolando Iporre, el secretario Rolando Nava y su rector actual, Carlos Soria Flores.
Después de varios trámites realizados por Soria, fundador de esa institución que se creó como Escuela de Música, a partir de 2019 se transformó para el nivel superior en el Centro de Capacitación Vocacional de Música Folclórica “Miguel Ángel Valda”. La capacitación que ofrecen tiene valor curricular.
“Esto fue gracias a nuestras autoridades superiores del Ministerio de Educación, Roberto Aguilar Gómez, ministro de educación y Edgar Pary Chambi. el viceministro de educación superior formación profesional”, sostiene Soria.
La pandemia de covid-19 tampoco fue óbice para impedir que sigan trabajando durante la emergencia sanitaria. Se acomodaron a la situación y pasaron clases virtuales.
Soria se siente complacido y orgulloso de ser uno de los formadores de varias generaciones. En su criterio, un artista nace, no se hace, pero dice que se lo debe apoyar con formación durante mucho tiempo.
Según el rector, en estos 33 años de vida se formaron alrededor de 583 estudiantes, de los cuales la mayoría se desempeña en ese rubro •
¿Por qué es bueno aprender a tocar un instrumento musical?
Según la investigadora Brenda Hanna-Pladdy, de la Universidad Emory de Atlanta, y de Carolyn Phillips, exdirectora de la prestigiada orquesta Norwalk Youth Symphony, además del enriquecimiento cultural que conlleva aprender a tocar un instrumento, se consigue otros beneficios:
- Mejora las capacidades cognitivas
- Ejercita el sistema psicomotriz
- Aumenta tu coordinación
- Agudiza la capacidad auditiva
- Incita a desarrollar la creatividad
- Mejora el estado de ánimo
- Es un puente de socialización
- Fomenta la adaptación a cambios
FUENTE: Brenda Hanna-Pladdy, y Carolyn Phillips.