Colodro: “Me mataron”
El (ministro de) gobierno dice que fue suicidio y la familia del fallecido cree que no solo fue asesinado sino que, previamente, se lo sometió a tortura: esos son los extremos, radicalmente opuestos, de la muerte del ex interventor del Banco Fassil, Carlos Alberto Colodro.
El (ministro de) gobierno dice que fue suicidio y la familia del fallecido cree que no solo fue asesinado sino que, previamente, se lo sometió a tortura: esos son los extremos, radicalmente opuestos, de la muerte del ex interventor del Banco Fassil, Carlos Alberto Colodro.
El caso ha conmocionado al país no solo porque alimenta las sospechas respecto al manejo supuestamente ilícito que el Banco, y muy probablemente todo un grupo financiero, hicieron con los dineros de sus ahorristas sino debido a que forma parte de un trío de muertes que, por sus elementos en común, tienen apariencia de ajusticiamientos.
“Me engañaron, me dieron la espalda, me mataron”: eso dice el encabezamiento de una carta que el gobierno ha asegurado que habría escrito Colodro, pero la familia ha rechazado esa versión y afirma que las líneas escritas en dos páginas son falsas, puesto que ni siquiera la firma se parece a la que usaba el difunto. No obstante, dando por cierta a la carta, ¿a qué se refería el interventor cuando escribió “me mataron”?
Por tanto, el caso está más complicado que al principio y, para demostrarlo, vamos a exponer los resúmenes de las posiciones, tanto del gobierno como de la familia.
Versión del gobierno
Este es el resumen que hizo el diario El Deber de la conferencia de prensa del ministro de gobierno, Eduardo del Castillo:
1. Del Castillo relató que el interventor llegó solo a las 17:31 del sábado /27 de mayo) al edificio Ambassador y estuvo ahí hasta las 20:32, cuando murió tras lanzarse del balcón del piso 15. En esas más de dos horas que estuvo en el lugar, el ministro señala que Colodro “caminaba sin rumbo” por los pasillos del edificio minutos antes de su muerte.
La autoridad de Gobierno indicó que, tras revisar imágenes capturadas 24 horas antes del hecho y 24 horas después de las 64 cámaras del edificio, se evidenció que Colodro estaba solo en las oficinas del Banco Fassil. Agrega que escaló dos peldaños del balcón para lanzarse por un espacio de 1,15 metros.
2. Las lesiones que presentaba Colodro y que le provocaron fracturas en sus extremidades inferiores y superiores las sufrió cuando se precipitaba a tierra por el espacio que apenas superaba un metro. “El señor Colodro se golpeó con los otros balcones mientras caía”, precisó Del Castillo.
Fue así que la autoridad de Gobierno dio credibilidad a la autopsia realizada y precisó que este análisis fue realizado en presencia de los familiares y el abogado de la víctima. Además, comentó que por estos impactos contra las paredes el cuerpo del interventor habría perdido un ojo y parte de sus genitales.
3. Los resultados del análisis grafológico practicados a la carta póstuma confirman que este documento fue escrito por Colodro y que la Policía lo halló en el interior de su agenda el domingo 28 de mayo, a las 05:00. Sin embargo, aclaró que aún falta conocer el informe de la autopsia psicológica, pero cree que los resultados se asemejarán a los del primer análisis.
4. El cuarto motivo que señala la policía, se basa en las declaraciones de 11 testigos, quienes señalan que el interventor llegó a su oficina y que días antes había manifestado a sus colegas que “estaba deprimido”, por la presión que sentía por cumplir con los plazos acordados en la intervención del banco Fassil, lo cual fue una de las causantes para que esta persona se quite la vida.
5. Las pericias policiales establecieron que Colodro no tenía lesiones antes de lanzarse del piso 15 del edificio Ambassador y que no sobrevivió porque cayó de una altura de 59,2 metros a una velocidad de 122 kilómetros por hora.
“Las distintas técnicas científicas certifican que el señor Colodro se arrojó del balcón desde el piso número 15, a una velocidad de 122 km/h, y que no fue lanzado ni tampoco obligado a hacerlo en ese momento. Otro de los elementos que también queremos dejar en claro, es que los certificados médicos, los médicos legales, tanto en lo inicial como en lo complementario, determinan que no tenía ningún tipo de lesión previo a haber perdido la vida. Además, de que el estrecho ducto de 1.15 m por donde cae justifica las graves lesiones y cortes que sufrió”, explicó.
6. El ministro de Gobierno dijo que con estos informes se logró una investigación “prolija y transparente” con lo que descartó lo que calificó como las “especulaciones” brindadas por el abogado de la familia del fallecido, Jorge Valda, sobre un supuesto homicidio. Para él quedó totalmente descartado junto a otras hipótesis que señalaban que detrás de este hecho había una organización criminal.
Versión de la familia
El siguiente es el resumen de las observaciones planteadas en la conferencia de prensa del abogado de la familia Colodro, Jorge Valda:
1. La demora “inexplicable” en la revisión de los videos de las cámaras de seguridad instaladas en el piso 15 de la Torre Ambassador.
“Todo debía ser esclarecido con un simple elemento, la cámara que filma el balcón desde donde supuestamente se habría lanzado (Colodro) está en poder del (ex) Banco Fassil, esa grabación ya fue secuestrada el día domingo. Si esa imagen muestra que él se desplaza voluntariamente al vacío, con el barbijo puesto, con la camisa destrozada y los pantalones abajo, entonces sí (como lo señala la Fiscalía) los golpes y contusiones se pudieron haber provocado en la caída”, detalló el abogado.
2. Las incongruencias en la redacción de la carta nota son otros elementos que sustentan la versión de una muerte provocada.
La carta de dos planas nunca fue entregada a los destinatarios, los hijos y la pareja de Colodro, sino que se conoció de su existencia, primero sólo una página, por medio de la prensa, y luego por las declaraciones del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
La carta también fue rechazada por los hijos debido a que había errores como el de la edad de Colodro, pues se escribió que tenía 64 años, cuando recién cumpliría años en noviembre. También observan la falta de una dedicatoria a los hijos con los que horas antes había compartido una celebración.
3. Los hijos le dijeron a Valda que Colodro era un hombre que mantenía contacto con toda su familia y si bien todos, incluida su pareja, le confirmaron que estaba preocupado por la intervención del ex Banco Fassil, el fallecido, a quien calificaron como un profesional responsable, les expresó que tenía varias tareas por cumplir en los siguientes días, como el pago de salarios a los exfuncionarios.
4. En criterio de los hijos de Colodro, para el funcionario que tenía más de 30 años de carrera y con experiencia en cargos importantes en el Banco Central de Bolivia, la presión laboral no era un elemento que lo haya orillado al suicidio. “No era un trabajo en el que si no cumplías se imponía la muerte”, señaló Valda. Los familiares señalaron que, si bien la carta afirma que se sentía traicionado y que sus superiores “no atendían sus llamadas”, él pudo presentar su renuncia, pues no tenía necesidad de trabajar.
5. El abogado asegura que la carta “es un elemento distractivo”, que finalmente no explica cómo sucedió la muerte. En esa línea señaló que se deben considerar otros puntos, como el llamativo hecho de que Colodro “decidió quitarse la vida con el barbijo puesto”.
6. Los peritos del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) y los policías debieron concentrarse más en otros elementos para esclarecer el crimen. Se espera que se analice el significado de los grafismos que figuraban en la parte superior izquierda del pecho de Colodro. El abogado señaló que la tinta azul dejó una mancha debido a que se diluyó con la lluvia que caía el día hecho.
Aseguró que esas grafías fueron atestiguadas en la morgue por la pareja del interventor y al menos seis policías investigadores. Calificó las manchas de tinta como el mensaje que trató de ser enviado por una organización criminal.
7. El abogado pone en duda que durante la caída el rostro, los brazos y piernas de Colodro hayan sufrido las perforaciones y cortes que presentaban. Sostuvo que no había explicación para las lesiones que el cadáver de la víctima presentaba en la espalda, si el cuerpo impactó contra el piso de frente.
8. Es sospechosa la dilación con la que actúa la Fiscalía por demora en la investigación patológica, “porque a través de ese estudio (en los órganos sensibles) podremos saber si se dio un sufrimiento previo a la caída”.
9. Hay incongruencias en las acciones y declaraciones del personal de seguridad. Un joven de 22 años, que estaba de guardia esa fecha, dijo que no oyó ni vio acciones que le hayan hecho sospechar acciones violentas al interior de la oficina en la que trabajaba Colodro.
Sin embargo, el mismo explicó que escuchó un ruido, como la caída de un aparato, minutos antes de que otro compañero ubicado en la planta baja, lo llamara para avisarle que “don Carlos” estaba muerto fuera del edificio. Ese era el primer día que el joven hacía guardia en esa oficina, pero ya llevaba cinco meses trabajando en la empresa de seguridad.
También llama la atención que el joven no revisó la oficina luego de que le avisaron que Colodro estaba muerto, dijo que luego bajó a la planta baja, minutos después regresaron en compañía de dos policías y volvieron a descender. Es decir que en dos momentos, por varios minutos, el piso 15 quedó sin vigilancia. Valda señala también que los guardias hallaron el cuerpo casi una hora después de que Colodro supuestamente se lanzó.
10. Valda pone en duda de que Colodro haya estado en la oficina todo ese tiempo. De acuerdo a su teoría de que fue torturado antes de ser arrojado por el balcón, hay una contradicción, no se halló rastros de sangre ni desorden alguno en la oficina.
Afirmó que “parecía que una empresa de limpieza hubiera hecho su trabajo” minutos antes.
11. Una contradicción que también halló en la versión del personal de seguridad es que se dijo que oyeron el ruido de un teclado de computadora, pero Valda señaló que en la oficina no había aparatos, “entonces, ¿estuvo ahí todo ese tiempo? ¿qué hacía ahí?”, cuestionó.
12. Valda lamentó que se tenga que hacer comparaciones, pero recordó que, en el caso de Cristopher Balcázar, abogado del gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho y amigo suyo, quien falleció en otro supuesto suicidio por una caída desde un onceavo piso el 2 de mayo, el cuerpo de éste no presentaba tantas lesiones, cortes y fracturas como las que sí se verificaron en el de Colodro. Según Valda, en el caso de Balcázar también se sospecha de un homicidio.
13. Otra observación en el caso de Colodro es la participación del forense Rodrigo Valdez, a quien Valda ya había observado de manera formal en el proceso de investigación dentro del caso de la muerte de un funcionario municipal de Puerto Suárez, quien falleció producto de una intoxicación con gases lacrimógenos de la Policía.
Valda sostiene que Valdez no cuenta con una especialización profesional para realizar las autopsias.
14. Tanto los familiares como Valda cuestionan el manejo de la información del Gobierno. Para el abogado, la investigación avanzó de manera normal hasta antes de que el ministro Del Castillo dio su primera conferencia de prensa sobre el tema, el domingo. “A partir de ese momento, todo pareciera andar en la más absoluta reserva y al revés de que como manda el procedimiento”, reclamó •