Horno Machay
Se encuentran entre las poblaciones de Potolo y Maragua, en el norte de la provincia Oropeza.
Se encuentran entre las poblaciones de Potolo y Maragua, en el norte de la provincia Oropeza.Es un abrigo de escasa profundidad formado por la erosión de las placas horizontales de arenisca que geológicamente caracteriza a la zona; sin embargo, las serranías próximas, que son mucho más altas, presentan sinclinales (plegamientos del terreno) como característica de la orografía regional. Se encuentran a una altitud de 3600 metros sobre el nivel del mar.
Esta pequeña cueva o abrigo de baja altura, alrededor de 2 metros en la plataforma superior más elevada, presenta un ambiente húmedo, lo que es observable por la variedad de líquenes (crustáceos, viven pegados a las rocas, a diferencia de los foliosos que eligen las ramas o fruticulosos sobre ramas con aspecto de pequeños árboles) y hasta musgos adosados en las paredes, ambos no tienen raíz, todos en estado fértil por la humedad que ofrece este espacio.
Es posible observar en los líquenes el transcurso de tiempo en las paredes rocosas y rocas. Estas superficies presentan diversas capas sobrepuestas de este vegetal, las más próximas a las rocas son las más antiguas y las superficiales son las últimas. Es posible observar varias sobre posiciones o capas del poblamiento de estos líquenes en una misma superficie. Mientras más capas se observe, permite inferir que el sitio es más antiguo.
Las representaciones rupestres se han efectuado en los planos relativamente verticales y áreas apropiadas para efectuar estos motivos. Los que establecimos como originales o más antiguos son petroglifos realizados con el sistema de frotación o raspado, estos fueron realizados sobre una antigua capa de líquenes y la roca, en la parte inferior de las fotografías se puede observar los vegetales recientes. La característica particular de este sitio es que casi todos representan círculos, algunos con un punto central. Las dimensiones son variables la más grade no sobrepasa los 40 centímetros y la más pequeña los 15 centímetros.
En un espacio relativamente aislado del grupo secuencial de petroglifos se presenta uno que es un círculo con líneas que salen de su circunferencia. Desde el punto de vista actual, pereciera la imagen del sol pintada por un niño. Este motivo se destaca entre los otros que se diferencian solo por el punto central y sus dimensiones. Este “sol” ha sido representado por raspado en una superficie de color muy oscuro de antiguos líquenes, indudablemente la técnica aplicada difiere de las demás, lo probable es que se trate de uno de los añadidos que son varios en el sitio.
El círculo es una figura que está vinculada a las fuentes de agua en varias formaciones sociales desde el Formativo hasta las complejas. En varios sitios rupestres de Bolivia y los andes se presentan estos motivos, en algunos casos solo como círculos y en otros varios concéntricos o en espiral. Se presentan testimonios de estructuras en diferentes zonas de estas regiones. La más próxima conocida e identificada por el INIAA es una que corresponde a la Formación Social Mojocoya, es una en espiral descendente hacia el punto central, cubre una superficie de 4900 metros. Desde la parte superior hasta el punto central, tiene una altura de 6 metros. Y está relacionada con el agua.
“Para los incas, diversos sitios o espacios naturales como cerros altos, cumbres nevadas, manantiales, corrientes de agua o precipicios, se consideraban habitados por los antepasados y revestían carácter sagrado. Allí moraban los protectores de los ayllus. De allí consideraban que procedían y los llamaban Pacarinas o lugar de origen.
Asimismo, dentro de la citada mitología, una variedad de objetos materiales (Ídolos) revestían carácter sagrado. Entre ellos podemos citar a las mamas (madres) que propiciaban la producción y el crecimiento de las plantas. Por ejemplo la Saramama, o madre del maíz, con la virtud de engendrar y parir mucho maíz (según las fuentes podía representarse de diversas formas, entre ellas una muñeca hecha de cañas o mazorcas de maíz, vestida con ropas femeninas, otras eran de piedra labrada como choclos o mazorcas de maíz o a través de dos mazorcas que nacieran unidas), cocamama o madre de la coca con iguales características en relación a la reproducción de las plantas de coca. Asimismo se rendía culto a las divinidades domésticas bajo la forma de ídolos denominados conopas, chancas o huasicamayoc, relacionadas con la tutela del hogar y la familia, los cuales solían presentarse de distintas materias y figuras. Los testimonios hablan de piedras con algún detalle que las particularice, piedras bezoares, cristales naturales, idolillos de metal de barro o de piedra y en algunos casos representaciones fálicas. Otros ídolos, como ser los que figuran círculos concéntricos o batracios, están relacionados con el culto a Illapa, el dios hacedor de las lluvias que se utilizaban en tiempos de sequía para atraer la lluvia sobre los campos. Todos estos objetos tenían el rango de sagrados (Huaca) **.
Establecer un patrón cronológico para este sitio arqueológico con representaciones rupestres es aun prematuro. Entendemos que muchos grupos sociales utilizaron esta forma como símbolo del agua y en diferentes períodos. Formativo – Incas. Alrededor de 2000 años de diferencia. La fuente para generar datos cronológicos es la base del mismo abrigo, es posible que sea posible encontrar algún material relacionable, aspecto debido a la gran acumulación de arenisca que se deleznó en el transcurso del tiempo. En el entorno no se identifica ningún otro material arqueológico o estructuras de algún tipo •
* INIAA . Instituto de Investigación Antropológica y Arqueológica. USFX
Fotografías Grover Marquina
**Manual del Museo Antropológico. USFX