Dinosaurios de perla
Fue, literalmente, un éxito monstruoso.
Fue, literalmente, un éxito monstruoso.
El 9 de junio de 1993 se proyectaba, con carácter restringido, la película “Jurassic Park” en la sala de cine del Museo de la Reconstrucción, en Washington D.C., y, dos días después, en varias salas de Estados Unidos. Poco a poco, con diferencia de horas, para burlar a la piratería, y cual si fuese los círculos concéntricos que una piedra causa en un lago, se estrenaba en el resto de países del mundo.
Está cumpliendo, entonces, 30 años. Son sus “Bodas de Perla”.
La historia de los dinosaurios resucitados a partir de una secuencia de ácido desoxirribonucleico se convirtió en un fenómeno mundial y una franquicia que se extendió a lo largo de dos trilogías, aunque solo las dos primeras películas fueron dirigidas por Steven Spielberg, el mago que consiguió convertirlas no solo en un gran éxito comercial sino, también, objetos de culto.
La dino-manía surgió con esta película y se mantiene vigente. Desde el estreno de la cinta, una serie de parques temáticos fueron abiertos alrededor del mundo, sea vinculados a la película o no. El ejemplo más conocido para nosotros es el Parque Cretácico, o museo de dinosaurios abierto en Cal Orcko tras el hallazgo de un farallón de huellas de dinosaurios. El nombre hace referencia al periodo arqueológico al que se remontan las huellas y, además, corrige el error histórico de la cinta que, pese a su rótulo de “jurásico”, muestra varios dinosaurios que, en realidad, corresponden al cretácico.
Desde luego, nadie reparó en los detalles, puesto que la vertiginosa acción de la historia termina tragándoselo todo, cual si se tratara de un hambriento tiranosaurius rex.
Desde que se publicó la novela “Parque Jurásico” del escritor y director de cine Michael Crichton, había un realizador destinado a llevarla a la pantalla grande y no era otro que el Midas de Hollywood: Steven Spielberg. Tal y como lo define Kathleen Kennedy, su productora durante 14 años: “Era uno de esos proyectos que se adecuaban obviamente para ser dirigido por Steven. Si sigues de cerca su trayectoria te das cuenta de que siempre ha procurado interesarse por sucesos extraordinarios que le ocurren a gente corriente”. De todas maneras, la competición fue dura. Twentieth Century Fox quería el proyecto para Joe Dante; Warner Bros, para Tim Burton; Guber-Peters Entertainment junto a TriStar Pictures había pensado en Richard Donner.
Un parque lleno de sorpresas
“Los aspectos que más me atraían del film son los que combinan los elementos de ciencia ficción con los clásicos de aventura y suspense”, explicó Spielberg en una de las entrevistas que concedió tras el éxito del estreno. “El Parque Jurásico es un cruce entre un parque temático y un zoológico. Se parte de la idea que el hombre ha logrado devolver a la vida a los dinosaurios millones de años después de su extinción y los acontecimientos que se desencadenan cuando ello tiene lugar”. Steven Spielberg se mostró fascinado por el dilema moral que plantea el libro de Crichton: “Podemos crear seres clónicos, pero ¿es aceptable?”
La atracción del director de ‘E.T.’ por los animales antediluvianos arranca desde su infancia: “Las primeras palabras rimbombantes que aprendí fueron los nombres de las diferentes especies de dinosaurios y cuando mi hijo Max tenía 2 años utilizaba la palabra “iguanadón” para identificar a cualquier animal”. Para Spielberg, uno de los motivos por los que cree que los dinosaurios atraen a los niños “es porque son tan misteriosos… Hay una cita de un psicólogo de Harvard a quien le preguntaron por qué les gustan tanto a los pequeños. Él respondió: “Eso es fácil. Son grandes, son fieros… y están muertos”.
La primera vez que Spielberg vio una excavación arqueológica relacionada con estos seres se sintió impresionado: “Me pareció estar en el escenario de un crimen. Alrededor había barreras y la gente trabajaba como si fueran médicos forenses buscando huellas digitales. Me encantaría pasar un verano en Montana dedicándome a ello.”
Sobre que su film sea el equivalente al ‘Tiburón’ de los largometrajes de animales prehistóricos, considera que nunca quiso “hacer una película de dinosaurios que fuera la mejor que se hubiera filmado jamás, pero sí la más creíble para el espectador. He querido que, cuando una persona estuviera delante de la pantalla de cine dijese: “esto puede ocurrir. Apliqué la credibilidad que di al tema de los ovnis en ‘Encuentros cercanos del tercer tipo’ conjugando las fantasías populares y los hechos científicos. Yo quería que mis criaturas fueran animales, no que se las tomase por monstruos. Si tuviese que mencionar una película que me ha influido a la hora de plantearme ‘Jurassic Park’ señalaría ‘Hatari’. A mí me interesaba el realismo total de lo que se contemplase después en la pantalla grande. No hay trucos de luces que disimulen a los dinosaurios. Caminan a pleno día delante del espectador. Es lo más cercano a la realidad de los animales vivos que he hecho en mi vida”.
Con relación al reparto, Spielberg no quería, como en ‘Hook’, rodearse de grandes estrellas como Julia Roberts, Dustin Hoffman, Robin Williams y Bob Hoskins, “buscaba actores con oficio, que no fuera a solicitar sumas enormes. En cierto modo era un retorno a mis primeras películas en las que el casting se basaba en actores no demasiado conocidos como Richard Dreyfuss o Harrison Ford más que en grandes estrellas que trajeron con ellos los recuerdos de sus últimos éxitos”.
Para el papel del paleontólogo Alan Grant, inspirado en la vida real del investigador Jack Horner, Spielberg manejó nombres de actores tan distintos como Kurt Rusell o William Hurt, aunque fue el neozelandés Sam Neill quien se llevó el gato al agua. Spielberg en todo momento pensó en su viejo amigo, el director Sir Richard Attenborough, para el personaje del dueño del parque, John Hammond, alguien a quien describe como “una persona que tiene una visión de la utopía a lo Walt Disney. Modelé el personaje para la película como un cruce entre Walt Disney y Ross Perot”.
Para el catastrofista matemático Ian Malcolm, su primera elección fue Jeff Goldblum: “Malcolm es la persona que siempre está segura de lo que dice. Ese fatalismo que le lleva a decir en todo instante que la situación terminará en desastre”. Tal vez la elección más complicada de realizar era el de la actriz que diera vida a Ellie Slater: “Nunca quise una actriz que recordase a Linda Hamilton o Sigourney Weaver, una imagen de mujer dura. El personaje de Ellie es el de una persona que ama a la tierra y a las plantas. Y cuando me entrevisté con Laura Dern y pasé un tiempo con ella me di cuenta que ella era la actriz adecuada. Y acerté”.
El contexto
La película, que enloqueció a grandes y chicos, dura 127 minutos y se hizo acreedora de tres premios Oscar a mejores efectos de sonido, mejores efectos visuales y mejor sonido. Gracias a Spielberg, se hicieron familiares nombres como Tiranosaurio Rex, Triceratops, Velociraptor, Braquiosaurio, Gallimimo, Estegosaurio, Parasaurolophus, entre otros.
La historia seguía al multimillonario John Hammond en su propósito de hacer realidad un sueño: clonar a todos los dinosaurios del periodo Jurásico y convertirlos en atracciones para un parque temático ubicado en una isla. Cuando él recibe a una pareja de científicos y un matemático para comprobar la viabilidad de su gran idea, el proyecto empieza a tomar un tono peligroso.
El año que estrenó “Jurassic Park”, el director también presentó “La lista de Schindler” con una temática, género y estética completamente diferente a historia basada en hechos reales se llevó el Oscar a mejor película. Durante el rodaje de ésta última en Europa, George Lucas, supervisaba la historia de dinosaurios. •
¿Dónde se filmó Jurassic Park?
Jurassic Park se filmó principalmente en Kauai, la más pequeña de las cuatro islas principales de Hawái en el Océano Pacífico.
Si bien la película fue pionera en el uso de CGI, la mayoría de las escenas exteriores se filmaron en la isla en lugar de en un estudio de sonido.
Solo para las escenas nocturnas y los interiores se utilizó un estudio de sonido de North Hollywood. En la película, el lugar de la isla donde John Hammond, interpretado por Richard Attenborough, quiere construir su parque temático se llama Isla Nublar, y se supone que está a 120 millas al oeste de Costa Rica.
Jurassic World: Fallen Kingdom ha recaudado 1.300 millones de dólares en taquilla y cuando la pandilla ve «Isla Nublar» durante su viaje en helicóptero, es la costa de Kauai nuevamente la que reemplaza a la isla ficticia.
Además, Kualoa Ranch en O’ahu, otra isla hawaiana y hogar de la capital del estado, Honolulu, también se utilizó para filmar.