Periódicos del norte
La célebre imprenta volante que llevaron los ejércitos argentinos con la época de la Independencia pasó por Macha, una población ubicada en la región de cabecera de valle que, en el siglo XVIII
La célebre imprenta volante que llevaron los ejércitos argentinos con la época de la Independencia pasó por Macha, una población ubicada en la región de cabecera de valle que, en el siglo XVIII, había alcanzado notoriedad internacional a raíz de las sublevaciones indígenas de Tomás Catarí y sus caciques.
Pero no fue sino hasta el auge económico de las minas de Colquechaca que surgió una importante y febril actividad editorial en las principales villas del Norte de Potosí, por entonces conformada por las provincias Charcas y Chayanta, sobre todo en Macha, Colquechaca, San Pedro de Buena Vista y Uncía.
Periódicos, revistas y boletines de Colquechaca
Uno de los periódicos más antiguos de esta población fue El Obrero, "que se publicó en 1833, en imprenta propia" (Lora, 1985: 378).
Posteriormente, en este centro minero se publicó un total de 13 periódicos y boletines en un lapso de 18 años, entre 1890 y 1908.
Muchos eran semanarios, pero también destacan los quincenarios. Uno de los más importantes fue El Industrial, editado en la imprenta 6 de agosto en 1890, con un tiraje sostenido de 43 números. Entre 1894 y 1895 se publicó La República, dirigido por los hermanos Ceferino y Ricardo Méndez, editado en las imprentas Unificada y, 6 de agosto, alcanzando a publicarse al menos 19 números. Le siguió La Bandera del Porvenir, un semanario impreso en la imprenta El Pueblo entre 1896 y 1897, con 26 ediciones. En 1897 se fundó El Radical, "órgano independiente de partidos políticos militantes", que de independiente no tenía nada, siendo su director y fundador Roberto Rocabado, el mismo que editaría El Sol en San Pedro en 1905; éste era un periódico importante que contaba con su propia imprenta. Coincidió en editarse paralelamente La Fusión, Órgano del Partido
Nacional, un quincenario editado en la imprenta de El Radical, llegó cuando menos ocho números.
Entre 1901 y 1904, Roberto Rocabado volvió a editar un nuevo periódico: El Mineral, que llevaba el epígrafe de "publicación independiente de todo partido político", como era su costumbre. La Propaganda fue otro periódico editado entre 1902 y 1905, con frecuencia quincenal. En 1906 apareció La Razón libre, impreso en la imprenta El Pueblo. El último periódico editado en Colquechaca fue La Palabra, órgano del Partido Liberal, editado quincenalmente en la imprenta El Pueblo.
Además de los periódicos, se editó en esa ciudad una serie de publicaciones periódicas, entre ellas La Revista Minera, de frecuencia quincenal, editada en la imprenta Cuenca, fundada en 1895, con siete números publicados.
Dos años más tarde, en 1897, salió a luz el Boletín Luz y Más Luz, impreso en la imprenta de El Radical, con siete números editados.
En 1898 apareció El Boletín, editado en la imprenta de El Pueblo, con cinco números publicados. Finalmente, mencionamos al Boletín Revolucionario, impreso en la misma imprenta en 1899, con un solo número.
Periódicos de Macha
Siguiendo la tradición de la imprenta volante, el primer periódico publicado en la Villa de Macha, fue La Voz de los Libres. Su director y editor responsable era Martín Castro, hombre versado en este oficio, con la asistencia de Diego Murillo.
Salió a luz eventualmente durante dos años, imprimiéndose en la imprenta Chayanta. Martín Castro persistió en la aventura editorial fundando El Tren, que empezó a editarse en 1868 y persistió durante 10 años, hasta 1878, aunque con tiradas eventuales sin ninguna regularidad, alcanzando a editar 26 números. Este periódico fue impreso en las imprentas Chayantería, Del Estado, La Libertad, la Tipografía Municipal y la Tipografía Colón.
Periódicos de San Pedro de Buena Vista
En San Pedro de Buena Vista, capital de la provincia Charcas, existió una importante actividad en la publicación de periódicos. El primero en editarse fue El Diablo Cojuelo, publicado en 1871 en la imprenta El Piquete, con tan poca fortuna que sólo alcanzó a editar dos números. Le siguió El Sol, "publicación independiente de los partidos políticos", impreso en 1905 en la imprenta El Radical, dirigido por el connotado político liberal Roberto Rocabado, que llegó de Colquechaca asistido por un selecto cuerpo de redactores, igualmente políticos, entre ellos Adolfo Burgoa, César Uzeda y Roberto Terán; alcanzó a editar al menos 34 números.
Más tarde, en 1908, se publicó El Liberal, "órgano del Partido Liberal de Charcas", impreso en la imprenta de El Radical, del cual se publicó apenas cuatro números. Al parecer se editó dos periódicos más en esta capital. Uno de ellos, El Loro, fue impreso en 1907 "al estilo de 'La Tijera' de Sucre, (...) mordaz y contundente; la sátira escrita en verso tenía por blanco, a los estudiantes llegados de la capital de República, a megalómanos, atornadizos incrustados en grupos políticos" (Murillo, 1988: 92).
Otra publicación de la que se tiene noticia es La Aurora, que vino a ser "otro periódico que alcanzó jerarquía" (Murillo, 1988: 92).
Periódicos de Uncía
En Uncía, al igual que en Colquechaca, floreció la empresa periodística con una notable regularidad entre 1907 y 1926, registrando minuciosamente las pequeñas Y grandes acciones de avance urbano en el contexto político, cultural, económico y social del primer cuarto de siglo por medio de crónicas parciales e imparciales que se constituyen en una fuente alternativa para comprender el decurso de las poblaciones mineras de Uncía y Llallagua, Como era una norma en esa época, casi todos los periódicos tenían un nexo político con el partido en función de gobierno, con excepción de La Gaceta y El Deber.
El primer periódico en publicarse en Uncía fue El Industrial, un "semanario político, comercial e industrial" que afirmaba sostener los intereses del pueblo, pero que no era otra cosa que el "órgano del Partido Liberal". A partir del número 32 cambió su epígrafe a "órgano de la Unión Liberal". Este periódico fue fundado por J. Telésforo Guachalla y tuvo como redactor en jefe al doctor Casto Padilla, La publicación contaba con imprenta propia y logró editar hasta 82 números.
El segundo periódico en Uncía fue El Progreso, editado en formato pequeño y con tiradas semanales. Inició sus ediciones en 1910 y hasta 1911 logró editar 16 números. Se imprimía en la imprenta El Porvenir, de R. Mendoza, que pronto vio colmada su capacidad para responder a las necesidades de la población y a la edición del periódico. Llegó a requerir cajistas y ofreció pagar sobre buena tarifa.653
En 1911 apareció El Deber, "publicación liberal, independiente. Noticiero comercial e industrial", administrado por su propietario Bernabé Jiraldez, publicado en la imprenta de R. Mendoza, tuvo poca aceptación entre los suscriptores y editó sólo dos números.
En 1915 apareció La Gaceta, de circulación semanal, uno de los periódicos más importantes y modernos. Aunque no lo dice, el director de este semanario era Máximo Nava, pero surgió gracias a la imprenta de Eulogio Marañón, quien adquirió la tipografía con un préstamo de Nava, en condiciones onerosas y prácticamente impuestas.
La imprenta de Eulogio Marañón imprimía La Gaceta en 1915. •
(*) René Quintana es socio correspondiente de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP) en Colquechaca.