La Merced

Una de las iglesias más bonitas de la ciudad de Sucre la cual fascina por la armonía de su arquitectura y belleza de sus tallados cubiertos de pan de oro, abrió sus puertas de manera excepcional ayer sábado, para convertirse en el escenario de un concierto del Coro de la Capilla de la Catedral Metropolitana de Sucre, titulado “Ángeles al Fascitol”, no solo para mostrar sus tesoros, sino también su deterioro y el peligro que corre, por lo cual pide ayuda de la población para restaurar su infraestructura y salvar sus obras de arte y  tallados de sus retablos que son parte del Patrimonio de la Humanidad. 

Hablar de los retablos de La Merced, no es poca cosa. Allí se encuentra uno de los tres más antiguos de Bolivia, de estilo renacentista; pero el de su altar mayor, que es barroco, sería el más alto del país el cual además tiene como autor al pintor, escultor y orfebre indio de origen potosino, Luis Niño. Todo eso sin mencionar las esculturas ni la colección de 16 pinturas in situ de Melchor Pérez de Holguín, que son solo una parte de sus tesoros patrimoniales.

Te presentamos un poco de su historia y te contamos de sus tesoros para que cuando vayas a La Merced, puedas apreciarla, con otros ojos.

1. EL TEMPLO

Los frailes de la orden de los Mercedarios, acompañaron a los españoles en su periplo por América y se cree que llegaron como capellanes de los primeros habitantes españoles que fundaron la Villa de La Plata, hoy Sucre, en 1538 

El p. Bernardo Gantier, S.J., cuenta que los dominicos, franciscanos y mercedarios, fueron las tres primeras órdenes religiosas en recibir su solar, o sea la cuarta parte de un manzano, para construir allí sus iglesias, conventos y tener sus huertas. 

El solar otorgado a los mercedarios, está frente a la plazuela Cochabamba, en la esquina de las calles Azurduy y Nicolas Ortiz, diagonal a San Felipe Neri. 

Se cree que la construcción de la iglesia duró más de 30 años, aunque no se sabe cuándo se inició; sin embargo, en 1586 se registró el contrato con los hermanos Gómez Hernández Galván para el retablo del altar mayor. Ese es el retablo de estilo renacentista, que junto a otro más pequeño de San Lázaro y el Ancoraimes, cerca del Lago Titicaca, serían los tres más antiguos de Bolivia que se conservan. 

Se cree que en 1713, Melchor Pérez de Holguín estuvo en esta iglesia colocado personalmente su serie de 16 cuadros, organizados en cuatro series. Donde él los puso, hasta ahora nadie los ha movido.

El único problema es que las pinturas de Melchor, están ubicadas en lugares tan elevados del templo, que no se pueden apreciar en su justa dimensión y en sus detalles. Esperemos que los esfuerzos que se hagan por su restauración, acerquen las obras a los visitantes.

CON OTROS OJOS 

La nave central de La Merced está cubierta por bóvedas vaídas que parecen pañuelos invertidos, sujetos por sus cuatro puntas. Lo casetones, de cuatro cortes se asemejan a una tela de araña, como los de la iglesia de San Francisco o Santo Domingo.

Parte del techo de madera esta cubierto de artesonados; uno de estilo mudéjar y, otros de alfarjes renacentistas. Esta es la parte que está en mayor riesgo de sucumbir a la humedad que seguramente ingresará la siguiente temporada de lluvias, porque los tejados, están protegidos de las goteras con plásticos.

SERIE HOLGUIN IN SITU

“Está allí la maravilla de los 16 cuadros de Melchor Pérez de Holguín; son cuadros que están en su sitio original, puestos por el pintor”, aclara Gantier.

Se trata de cuatro series de retratos de Santos y personajes de la orden de La Merced, fundada por San Pedro Nolasco, además de una alegoría de los padres de la Virgen María, Joaquín y Santa Ana, entre otros. 

El cuadro más bello de toda la serie, es aquel donde Pérez de Holguín pintó abejitas nativas haciendo un panal en las manos de Pedro Nolasco niño. 

También hay un cuadro italiano anónimo estilo manierista que muestra el castigo a Heliodoro, de grandes dimensiones, que se ve desde el coro.

2. EL PROYECTO

Hace algo menos de un año, en agosto de 2022, la Escuela Taller Sucre, presentó de manera conjunta con la Dirección de Patrimonio del Gobierno Municipal, un proyecto de restauración a diseño final de La Merced, el cual está desarrollado en cinco tomos y cuenta con un video con los resultados digitalizados y un recorrido virtual.

“La ETS gracias a un financiamiento de la Agencia de Cooperación Española AECID, elaboró un proyecto a diseño final en base a la Guía para proyectos para la restauración de bienes patrimoniales monumentales del Ministerio de Culturas y, tomamos los servicios de un equipo liderizado por la arquitecta Ligia Peñaranda”, explicó a ECOS Domingo Izquierdo, director de la ETS. 

El proyecto integral de restauración y puesta en valor del “Templo de Nuestra Señora de La Merced”, contempla la intervención de todos sus componentes para convertirlo en un Templo – Museo autosostenible por su gran potencial como hito turístico para la ciudad. 

La intervención se calcula en 30 meses, con un costo de 3.5 millones de bolivianos.

En el proyecto se contempló la recuperación de su morfología original, toda vez que en el atrio, se construyó una casa de dos pisos. 

“Uno de los grandes problemas que tiene ese templo es que ha permanecido cerrado durante mucho tiempo y para empeorar la situación, la casa que se construyó en el antiguo atrio ha asfixiado, cerrado ventanas y portones de su acceso principal, que da a la calle Azurduy”, acotó Izquierdo.

La eliminación de los añadidos en el proyecto fue posible a través de fotografías de la época, como también el descubrimiento de detalles que quedaron “enmascarados” por la construcción que no pertenecen al edificio, distorsionándolo y quitándole ventilación y luz lateral. 

Hace 10 años la ETS realizó una intervención de salvataje a las cúpulas, impermeabilizándolas. Actualmente el problema mayor radica en el lado sudoeste (colindante a la cancha de la Gente Joven), donde se encuentran los techos dañados.

3. EL CONCIERTO

“ANGELES AL FASCISTOL” 

“Ángeles al facistol”, es el título de una de las obras pertenecientes al archivo de la Catedral la cual está compuesta a dos coros, transcrita por el reconocido musicólogo Bernardo Illari e interpretada por el Coro de la Capilla Musical ayer, como parte del repertorio de música barroca de las partituras virreinales rescatadas y resguardados en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia. 

Gabriel Campos, director del Coro de la Capilla de la Catedral Metropolitana, dijo a ECOS que esta fue una de las obras más difíciles que ha tocado a los músicos de la capilla, interpretar, de entre otros compositores entre ellos, Juan de Araujo, Roque Jacinto de Chavarría, Andrés Flores, Antonio Durán de la Mota y otros cuyas obras retumbaron ayer en La Merced. •

LUIS NIÑO, EL INDÍGENA

Seis de los retablos de la iglesia de La Merced, son barrocos. Es el caso del altar mayor, dorado en pan de oro, que es el más alto del territorio boliviano el cual se cree que es de Luis Niño porque su nombre aparece tallado en el mismo “Luis Niño – 1702”. 

“También a Luis Niño se puede atribuir la autoría del púlpito y del altar mayor de La Merced”, aseguró Bernardo Gantier.

Entre las muchas esculturas que se encuentran en el templo, destaca la de San Antonio Abad, “estilo holguinesco” porque en esa escultura se reconoce la anatomía manifiesta con venas y pómulos filosos, que normalmente se ve en las pinturas de Melchor Pérez de Holguín. 

Es en La Merced donde también está la estatua de San Francisco Xavier cuyo autor se cree que fue el artista español de la época virreinal Luis de Espíndola y Villavicencio.