Separar la basura en casa
“El beneficio para el medio ambiente de una ciudad que recicla su basura y que le devuelve la tierra a la naturaleza, es incalculable”
Hace tres años (2019) Sucre tenía un exitoso programa piloto donde tres juntas vecinales del centro de la ciudad separaban la basura en sus casas, antes de entregarla a la Empresa Municipal de Aseo Urbano Sucre (EMAS) que se encargaba de reciclarla o transformarla. El trabajo conjunto tenía el objetivo de aligerar la carga de basura al botadero ampliando su vida útil, generar conciencia medioambiental en el ciudadano y ser un modelo a replicar en el resto de la ciudad.
El programa se conoció como de “recolección de basura diferenciada en origen” y fue suspendido por las restricciones de la pandemia, pero no se pudo retomar porque la planta de compostaje fue abruptamente cerrada.
Tres años después, se vislumbra la esperanza de que Sucre pueda reencaminar su aspiración de convertirse en un municipio sostenible y amigable con el Medio Ambiente.
Las juntas vecinales que trabajaron junto a EMAS fueron Santa Clara, San Lázaro y Santa Ana donde se recolectaba 30 toneladas al mes de basura orgánica e inorgánica que era transformada en compost o comercializada con empresas especializadas en la recuperación de plásticos, cartones, papeles y aluminio.
Esta es la historia de esa gran experiencia de Sucre que duró cerca de un año y que se vino abajo, pero también de la nueva oportunidad que se vislumbra para hacer lo correcto con la basura y de involucrar a los ciudadanos en la solución de uno de los problemas más grandes que tiene la ciudad.
El éxito
“La recolección de basura diferenciada ha sido una experiencia única en Sucre, porque ha sido un proyecto piloto y porque la normativa exige que los municipios, mediante sus unidades operativas de recojo de residuos sólidos, hagan este tipo de trabajo de reciclaje”, dijo a ECOS Iván Albis T., director operativo de EMAS.
Destacó, igualmente, el acuerdo y apoyo de los vecinos.
“Como fruto, emanó el proyecto muy importante por el acuerdo social que se tuvo con los vecinos que nos han apoyado de muy buena manera, que mucho depende para el éxito de este tipo de trabajo”, argumentó.
El beneficio para el medio ambiente de una ciudad que recicla su basura y que le devuelve la tierra a la naturaleza, es incalculable, según los ejecutivos de EMAS.
Solo como dato, el Gerente de EMAS, Rilber Rioja, dijo que construir una nueva celda para depositar la basura, cuesta seis millones de bolivianos para dos años de vida útil.
Planta de compostaje, desmantelada
Más allá de las restricciones de la pandemia que interrumpieron el programa en 2019, no pudo ser retomado porque la planta de compostaje de La Esperanza, fue desmantelada y cerrada en 2021 por el Gobierno Municipal que cedió a la presión de los vecinos del lugar, para que así sea.
Esa planta demoró siete años en levantarse y ahora solo quedan los equipos de trituración y tamizaje que se obtuvieron con fondos concursables de la Cooperación Internacional Japonesa – Jica.
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El pasado viernes, EMAS esperaba la donación de 320 bolsas de cemento de la Alcaldía para iniciar la construcción de una plataforma para la nueva planta de compostaje.
La misma se emplazará en el botadero de Lechuguillas y estará lista en tres meses (octubre-noviembre 2023).
“Si no tenemos esa planta de compostaje, va a ser en vano ir a recoger a las casas porque no hay donde procesar la basura”, aclaró Cuéllar de EMAS.
Helvetas también donará algunos materiales.
La tierra de compost que se genere en la nueva planta de compostaje, será reinyectada al botadero para acelerar la descomposición de la basura y cerrar el botadero, con una capa vegetal. También se destina a áreas verdes de la ciudad y para la venta particular como abono orgánico. Se cuenta con la normativa que certificará la calidad del compost.
Reciclaje ciudadano
Cuando ECOS preguntó a los ejecutivos de EMAS si es viable retomar el recojo de basura diferenciada en origen como en 2019, el director técnico de EMAS, Gustavo Cuéllar dijo que como “más del 50% de la basura que se recicla es materia orgánica, entonces lo primero es contar con una planta de compostaje que es por ahora la prioridad para inmediatamente retomar la separación puerta a puerta”.
Se necesitan recursos
Luego de montar la nueva planta de compostaje, EMAS requerirá recursos para arrancar y darle sostenibilidad al proyecto de recojo de basura separada.
Se necesita desplegar personal y equipo motorizado, sobre todo para trasladar la materia o basura orgánica.
También concientizar y capacitar a los vecinos para que recuerden o aprendan a separar la basura en sus hogares.
Reciclaje in situ
El gerente de EMAS, Rilber Rioja, informó a ECOS que finalmente en el botadero de Lechuguillas, se ha activado el reciclaje in situ, proyecto que fue presentado hace dos años.
Con este propósito, se contrató a 10 personas para recuperar entre el 10 y el 12% del 100% de la basura que llega al lugar.
Puede realizarse al mismo tiempo la separación in situ y puerta a puerta a puerta, indicó.
Lechuguillas
El cierre de la primera macrocelda se prevé en tres meses más y se necesitarán 25 años de tratamiento antes de proyectar en ese lugar un área verde.
La segunda macrocelda se abrirá como “relleno sanitario” en vez de botadero, porque no solo será un hueco, sino que cumplirá características técnicas de la normativa ambiental e incluirá infraestructura, básculas, entre otros.
“La recolección de basura diferenciada ha sido una experiencia única en Sucre, porque ha sido un proyecto piloto y porque la normativa exige que los municipios, mediante sus unidades operativas de recojo de residuos sólidos, hagan este tipo de trabajo de reciclaje”.
(Iván Albis, Dtor. Operativo EMAS)
Métodos de reciclaje
Por lo general, cuando la basura ingresa al carro basurero se pierde casi todo. Por eso se busca darle a la basura un valor agregado a través del reciclaje.
Reciclaje puerta a puerta o separación en origen.
Cada vecino separa la basura en su casa para entregarla en días programados para la orgánica – papeles y cartones – plásticos – fierros y aluminio
Reciclaje in situ
Se separa de los carros basureros, antes de tirarla en el botadero. Se prelavan los plásticos, se separan los cartones, papeles y fierros y se empaca para vender
(EMAS está en puertas de recibir de la Asociación Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional -FAMSI, una picadora y enfardadora).
El inicio en la junta vecinal Santa Clara
En 2019, la directiva de la Junta Vecinal Santa Clara, solicitó a la dirección municipal de Medio Ambiente la implementación de un proyecto piloto de recolección de basura en origen.
MA accedió y puso en marcha un plan heroico en el que sus funcionarios recogían la basura, casa por casa, de nueve manzanos en horario nocturno.
MA fue rebasada por el entusiasmo del programa y EMAS absorbió el proyecto capacitando vecinos e implementando carritos manuales con doble bacha.
El nuevo circuito de recojo de basura orgánica e inorgánica abarcó también a las juntas de San Lázaro y Santa Ana, además de comedores, mercados y el cementerio.
Los vecinos en una ocasión, recibieron tierra de compost obsequiada por EMAS.
Otros barrios, como El Petrolero, expresaron su deseo de sumarse al programa.
En números
220
toneladas de basura produce Sucre cada día
160
toneladas de basura son recogidas por EMAS
100%
de la basura va al botadero .
80%
De la basura que se tira en el botadero, podría ser reciclada
90
toneladas se reciclaban el 2019 con el programa piloto de recolección de basura
30
toneladas eran recicladas por los vecinos del centro de la ciudad
3
juntas vecinales separaban la basura en sus casas en Orgánicos – Papeles – Cartones – Plásticos - Aluminio