Sacrificios y mesas rituales en agosto
Para las culturas pre coloniales de la meseta altiplánica de Bolivia, los sacrificios y ofrendas de sangre eran parte infaltable de los rituales y las celebraciones festivas de carácter agrocéntrico.
Para las culturas pre coloniales de la meseta altiplánica de Bolivia, los sacrificios y ofrendas de sangre eran parte infaltable de los rituales y las celebraciones festivas de carácter agrocéntrico. Son varios los cronistas coloniales que hacen referencia a la costumbre de alimentar a las deidades andinas ofreciéndoles: animales, textiles, mullu (spondylus), objetos de oro y plata, alimentos preparados, e incluso ofrendas humanas. Según, Guamán Poma de Ayala (1936), el mes de agosto o “Chakra yapuy killa” (mes de romper la tierra), las personas realizaban ofrendas y sacrificios a los ídolos y wak’as (lugares sagrados), con cuyes, llamas, chicha, mullu, y niños “algunos ofrecían en cada pueblo a sus ídolos con sus hijos o hijas…y lo daba quien tenía que darle el hijo a la wak’a y se lo enterraban vivo; el que daba a su hijo iba llorando” (Pag. 225).
Para los agricultores andinos, las plantas y la misma tierra duermen en invierno, iniciando su lento despertar con la llegada de la primavera; esta transición de la inercia a la vida es celebrada con una serie de ofrendas que sirven de alimento a la tierra para que esta, a su vez, permita el inicio de un nuevo ciclo agrícola y garantice una abundante cosecha. Sin embargo, en el contexto citadino, las ofrendas de agosto se hacen para solicitar: salud para la familia, éxito en los negocios, dinero, etc.
Ofrendas Simples y Complejas
Las ofrendas a las deidades andinas pueden ser simples, como las ch’allas con bebidas alcohólicas, la oferta de cigarrillos u hojas de coca. Sin embargo, también pueden llegar a ser mucho más complejas involucrando a una mayor cantidad de elementos simbólicos y siguiendo un protocolo ceremonial específico. Las mesas (misas) rituales son ofrendas complejas dedicadas a las deidades del mundo andino; es una especie de comida ritual que sirve de pago adelantado por los favores que se van a solicitar. Las mesas están conformadas por una gran cantidad de elementos cuya disposición y presencia van en concordancia con el propósito, y la deidad a la que son dirigidas. Para Hans van den Berg (1985) la mesa “es una hoja de papel, sobre la cual se colocan, según la intención de la ofrenda, una cierta cantidad de elementos vegetales, animales, minerales, alimenticios y diversos. Estos ingredientes constituyen dones olfatorios, alimenticios o especiales para los seres sobrenaturales y simbolizan un determinado deseo (protección, suerte, amor, maleficio, etc.).” Es decir que las personas deben armar las mesas rituales (platos de comida) considerando los gustos culinarios de los comensales sagrados.
Elementos de las Mesas Rituales
Las mesas rituales son elaboradas por una gran cantidad de elementos entre los que destacan: a) Elementos vegetales como la wira q’uwa, el incienso, el copal, los wairurus, el kuti kuti, el sipasi, la willka, la coca, el clavel, y los pétalos de rosas blancas. b) Materiales Animales.- Lanas de alpaca o llama, grasa o untu, el mullu, la estrella de mar. c) Elementos minerales.- El alumbre (sulfato de alúmina), la mica, la piedra imán, el taku, el llamppu, los siwairus, el azufre nativo. c) Productos alimenticios.- El cacahuete, el higo, la uva, el albaricoque, la habichuela, los confites y caramelos. d) Los elementos diversos.- El chiuchi recado (pequeñas figuras de animales personas, astros, etc. echas de estaño, existen alrededor de 36 figuras), panes de oro y plata (pequeñas tablillas de azúcar recubiertas con papel dorado o plateado), el cigarrillo de oro (especie de cigarrillo simbólico echo de papel dorado), los confetis o mixtura, las serpentinas, pedazos de papel (papeles pequeños de color blanco, amarillo, plateado y rojo), pan de San Nicolás (galleta redonda y plana que lleva la imagen del santo), y los misterios. (Girault, Luis 1988).
En la actualidad muchos de estos elementos han desaparecido de las mesas rituales, siendo reemplazados por diversos elementos y en especial por los misterios, cuyas imágenes identifican el propósito de las ofrendas. Por ejemplo, el 1ro de agosto los mineros de Potosí realizan la “Pachamama Mesa” conformada por: lanas de alpaca teñidas, wira q’uwa, hojas de coca, el feto de llama, papeles de color, el pan de oro y plata (simbolizando a los minerales), cigarrillos, botellas pequeñas de alcohol y vino, dulces, pedazos de panal de abejas (la chiwana) y los misterios con elementos iconográficos de: minas, el “Tio”, cuernos de la abundancia, herraduras, serpientes, sapos, hormigas, Vírgenes y mariposas, que son dirigidos a la pachamama solicitando buena ventura en la explotación de minerales •
(*) Marco Antonio Flores Peca es socio de número de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).
Biografía
Berg, Hans van den (1985). Diccionario religioso aymara. Iquitos: Semillas II.CETA—IDEA.
Girault, Louis (1988). Rituales en las Regiones Andinas de Bolivia y Perú. La Paz: Talleres gráficos de la “escuela profesional Don Bosco”.
Guamán, Poma de Ayala, Felipe (1936 -1992) El primer Crónica y Buen Gobierno. México: Siglo XXI.