El erudito Gunnar Mendoza Loza

El 3 de septiembre se recordó el centésimo noveno aniversario del nacimiento de uno de los personajes más emblemáticos e influyentes de la historia boliviana, como fue Gunnar Mendoza Loza, quien estuvo al mando de una de las instituciones más significativas que tiene Sucre durante 50 años, como es el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB). Honramos la vida de Don Gunnar que brilló con luz propia.

La Carrera de Historia de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la USFX, en homenaje a su natalicio instituyó, cada 3 de septiembre, su aniversario de creación en memoria del preclaro historiador y archivista. 

Su nacimiento 

En el Archivo de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Uncía, Provincia Rafael Bustillo del Departamento de Potosí, se encuentra registrada la partida de bautismo firmada por el Cura Benedicto Ballesteros de Don Gunnar Mendoza Loza, que nació un 3 de septiembre y se bautizó un 12 de diciembre de 1914. Fueron sus padres el doctor en medicina, Jaime Mendoza González y la venerada ama de casa, Doña Matilde Loza Oporto. Su padrino fue el respetable galeno, Ezequiel Lucas Osorio Téllez.

El ABNB desde 1944 al 1994

Medio siglo ha consagrado el maestro de la archivística nacional y continental al trabajar con toda vocación en el ABNB, institución que don Gunnar llamaba su querido ‘plantel’ para convertirlo en un modelo latinoamericano.

Su legado

Su producción intelectual consigna aproximadamente 500 títulos, de ese total se han publicado más de un centenar, entre libros, folletos y artículos. Otros trabajos inéditos, esperan su publicación.

Su obra básicamente se desarrolló en dos grandes disciplinas: la historiografía y la archivística. ‘Con énfasis en la historia social de Bolivia’.

Bajo su dirección y supervisión, se llegaron a trabajar guías, catálogos, listas, y otros excelentes instrumentos descriptivos y bibliográficos. En la biblioteca se organizó el fichero de libros y la elaboración de guías de publicaciones oficiales, revistas y periódicos. También ejerció una amplia influencia en todo el país en el área de la preservación, organización y acceso a la documentación pública y privada.

Experiencia archivística

Se valora el alto grado de su experiencia archivística en el exterior; entre 1958 y 1976 realizó varios estudios de archivología y bibliografía gracias a una beca concedida por la Fundación Rockefeller. En 1961 participó en Washington DC en el Primer Seminario Interamericano de Archivos. Esa década trabajó en la elaboración de guías, como consultor y profesor visitante en las materias de su especialidad. En la década de los setenta fue consultor de la Unesco (1973) y presidente de la Comisión Permanente de Accesibilidad, Principios y Técnicas de la Asociación Latinoamericana de Archivos.

La Revista e imprenta de la USFX

Uno de los más grandes aportes a la bibliografía boliviana en el siglo XX fue la publicación de la Revista de la Universidad de San Francisco Xavier (1927-1967), bajo responsabilidad del rectorado.

En 1939 don Gunnar ya fungía como su director y editor de la revista donde plasmó un estilo inconfundible. Entre las monografías que allí se publicaban, sobresalieron los campos de la arqueología, educación, historia, folklore, literatura, medicina, sociología y el ensayo.

Entre sus colaboradores estuvieron algunos de los siete sabios de Sucre como Guillermo Francovich o Carlos Alberto Salinas Baldivieso y otras eminencias intelectuales como fueron Gustavo Medeiros Querejazu, Jaime Mendoza González, Lewis Hanke, Hernando Sanabria, Enrique Vargas Sivila y Humberto Vázquez Machicado, entre otros.

Entre las emblemáticas publicaciones en la Revista Universitaria, entre los años 1938 a 1967, don Gunnar Mendoza Loza, publicó trabajos dignos de mencionar: Año en que fue fundada la Villa de La Plata (1938) / Homenaje UFSX (1938) / Bibliografía. Historia de la música latinoamericana, por Rolando V. García, Luciano C. Croato y Alfredo A. Martín (1939) / Una crónica desconocida de la Guerra de la Independencia alto peruana. El Diario del Tambor Vargas (1951) / Gabriel René Moreno, bibliógrafo boliviano (1951) / El Doctor Don Pedro Vicente Cañete y su historia física y política de Potosí (1952) / Inactividad y actividad de Ignacio de Loyola (1954-1955) / Un documento inédito para la historia de la independencia de Bolivia. La causa criminal contra Francisco Ríos, El Quitacapas (1965-1966) / Puntos de vista sobre la cultura en América Latina (1957) / Problemas de la ordenación y la descripción archivística en América Latina (1965-1966). 

Además, el maestro se preocupó por implementar una imprenta–editorial que publicó trabajos de la Universidad durante muchos años. 

“Tocaba (la guitarra) con un estilo muy propio y era muy interesante verlo en esa faceta, puesto que era un hombre muy mesurado por su trabajo silencioso y minucioso en el Archivo Nacional” 

(Luis Ríos Quiroga)

La Academia de la Mala Lengua

Junto a artistas e intelectuales chuquisaqueños, don Gunnar Mendoza formó parte del grupo la Academia de la Mala Lengua, en cuyos encuentros mostraba sus artes para tocar la guitarra mostrando otra faceta a la que se refirió don Luis Ríos Quiroga, escritor y costumbrista diciendo lo siguiente: “Él tocaba con un estilo muy propio y era muy interesante verlo en esa faceta, puesto que era un hombre muy mesurado por su trabajo silencioso y minucioso en el Archivo Nacional”. Fue parte del grupo Matilde Casazola, poeta y reconocida compositora sucrense quien, sin duda, fue en algún momento inspirada por el arte de su tío, don Gunnar Mendoza Loza.

Distinciones y Homenajes

Por su inagotable labor y producción intelectual, así como ejemplar maestro, fue acogido por destacadas instituciones y organizaciones académicas y culturales del país y del extranjero, habiendo sido merecedor de varias distinciones y homenajes en vida y póstumos. Entre los más destacados se puede mencionar el Premio Nacional de Literatura. Ministerio de Educación y Bellas Artes-1956, Premios anuales del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Chuquisaca, Condecoración Nacional de la “Gran Orden Boliviana de la Educación”. Ministerio de Educación y Cultura-1979, Premio a la Cultura de la Fundación Manuel Vicente Ballivián-1979, condecoración española de “Gran Maestre de la Orden del Mérito Civil”-1985, Doctor Honoris Causa de las Universidades San Simón (1984), San Andrés (1985), San Francisco Xavier de Chuquisaca (1986), Tomás Frías (1988), Condecoración Municipal “Gran Churuquella” Alcaldía de Sucre-1987, Premio Nacional de Cultura. Ministerio de Educación y Cultura-1988, entre muchas más •