César Espada. El orureño que compuso “Niña Camba”
Ricardo Rocha Guzmán conversa con el compositor más importante de Bolivia y autor del segundo himno de Santa Cruz de la Sierra, para dar a conocer aspectos interesantes de su vida y las razones por las que decidió quedarse 40 años en México
Ricardo Rocha Guzmán conversa con el compositor más importante de Bolivia y autor del segundo himno de Santa Cruz de la Sierra, para dar a conocer aspectos interesantes de su vida y las razones por las que decidió quedarse 40 años en México, entre otros aspectos que son compartidos con los lectores de ECOS.
César Espada Morales quien hizo de la música alimento del espíritu humano, comprende que poner música es el arte de organizar un conjunto de sonidos y silencios de manera lógica y sensible, conforme a principios de armonía, melodía, ritmo, entre otras motivaciones.
Compositor desde siempre
César Espada Morales nació en Oruro el año 1944, su relación con la música se remonta a su niñez; “nací músico, a los 12 años componía canciones para mi club de peloteros en el barrio, sin pensar que trascendería a los años, a partir de entonces comienza mi largo caminar por el arte, sentir y ver la vida de una manera diferente”, enfatiza.
César; le dio las más representativas canciones a Bolivia, pero melodías de mucho contenido para el corazón, la vida, y el amor. Por ejemplo; allá por los años 68, crea una cueca que en una sola palabra resume el añorar de un cariño, “TU”.
Tu mi cariño/ tu mi añoranza/ yo tu destino/ dulce esperanza/
Tu piel de rosa/ cautiva mi alma/ mi pecho goza/ con tu fragancia/ tu eres mi dueña/ tu eres mi amor/ como el tallo es de la flor/ y las estrellas del firmamento/
Niña camba
Conversar con César Espada y no referirse a esa emblemática canción que fue compuesta el año de 1969, es imposible. “Niña Camba” es el segundo himno de la hermosa y pujante Santa Cruz de la Sierra que es parte de la propia historia del compositor, personaje sensible y enamoradizo que dedicó su canción al amor imposible, como él mismo cuenta, cuando fue a proclamarle su sentimiento a quien robó su corazón, ella respondió; “mejor no sigás, porque si no, me vas a convencer”, y cerró la puerta de su casa, él se fue a una banca de la plaza y fue allí donde empezó la historia de “Niña Camba”, cuyo nombre no quiso revelar.
Niña al recordar/ Hoy tus ojos tan fijos en mi/ Veo el sol la playa y el mar/ Horizontes que no conocí/ Mi canto reclama tu voz/ Y yo la flor de tu piel/…
¡Camba! yo siempre te llevo dentro/ Porque mi canto y mis versos/ Siempre te quieren nombrar/…
Niña Camba es un poema hecho canción, su autor sentencia que; “un compositor no puede dejar de lado la prosa literaria, la metáfora y contenido, soy muy autocritico con las palabras que utilizo, eso viene por parte de mi madre, quien fue muy crítica en todo. Si bien las letras de mis canciones son cortas, pero dicen algo”, dice Espada.
40 años en México
César es un músico nato, radicó en La Paz en su juventud durante 30 años, fundó Coral 13, al igual que “Los Niños Cantores de Coral 13” (villancicos), el “Quinteto Femenino de Coral 13”, “Los Dones”, entre otras agrupaciones.
Posteriormente emigró a México donde organizó el grupo Inka Taki, y como no podía ser de otra manera, llevó consigo a su Niña Camba.
Esto es lo que decía el malogrado Jorge Mansilla (Coco Manto) de esta emblemática canción que migró con su autor: “…la Niña Camba es la canción boliviana más cantada sobre el mapa americano, de México para arriba. Todas las noches, de jueves a sábado, la Niña Camba es coronada reina de la intimidad por un millar de bohemios mejicanos que repletan tres espacios íntimos a media luz. El Mesón de la guitarra, la Peña Gallos y, cuando la demanda es mucha, el Bar Grillos…”.
Por su parte esto es lo que dice César Espada de ese México que se ha convertido en su país adoptivo: “En México pude desarrollar mis capacidades de músico y vivir de ella (de la música) 40 años”.
Confiesa que al principio fue difícil como para todo migrante. “es difícil que se le abran las puertas (al migrante), no obstante, tuve la fortuna de llegar en un momento importantísimo de la música latinoamericana, hacía falta alguien que haga lo que yo hacía”, dijo César.
Y es que además de compositor es un habilísimo interprete de música andina, toca la guitarra, toca la zampoña, toca el charango y también es arreglista por lo que supo adaptarse a otros géneros y desde luego seguir componiendo.
Allí, en México, toca sus temas la banda más importante de ese país, Carro Show con títulos como “Juro que no Volveré” o “Perdóname”, entre algunos de los títulos que llevaron al éxito de la banda.
El ser humano
Wilson Molina; destacado cantante paceño aseveraba que “César, es un ser humano como todos, con defectos y virtudes, pero con una gran sensibilidad por la vida y el amor. Como compositor es un genio, capaz de escribir toda una historia al simple aletear de una mariposa o al simple suspiro del amor”.
Por su parte el director de Tupay, Edwin Castellanos, comentaba que “César Espada es un boliviano de exportación con una experiencia musical muy grande; crea canciones hermosas, se especializa en ritmos orientales de Bolivia, por tanto; es acogido en Santa Cruz como un hijo más de esa ciudad, es un incasable virtuoso de la composición. Ya se inmortalizó con la Niña Camba, pero es un riesgo escribir una canción mundial porque a veces las demás canciones ya no se escuchan. César es un compositor con mucho sentimiento e inspiración”.
Mi encuentro con el compositor
La vida de César Espada Morales, amerita un libro porque tiene una vida llena de historias.
Lo conocí el año 2017, cuando visitó su natal Oruro y fue jurado calificador del Festival de la Canción Boliviana, nuestro encuentro fue casual, hablamos brevemente, y desde ese momento no dejamos de comunicarnos, en nuestras tertulias online, conocí más al artista, a ese ser humano que sin tiempo ni materia hace canciones, cuya mentalidad siempre creativa lo lleva a escudriñar más allá del sentimiento.
Este un homenaje a tan destacado compositor boliviano que seguramente tiene mucho que dar al país como hacedor de sueños que debiera también reconocer su fructífera labor •
“Niña Camba” de exportación
“El taquirari Niña Camba es una melodía que identifica a los cruceños. Es una de las obras más reconocidas del compositor y músico César Espada, orureño residido en México. Niña Camba fue interpretada por primera vez en 1974 y hoy musicaliza el filme ‘Historias de Migrantes Bolivianos Exitosos en la Agricultura Cruceña’ producido por el IBCE con respaldo del PNUD. Recientemente, Espada fue distinguido por el Concejo Municipal de Santa Cruz por su labor artística, aporte a la cultura nacional y difusión del folclore boliviano fuera de nuestras fronteras”
Fuente: Revista Vamos “Descubriendo Santa Cruz”
* Ricardo Rocha Guzmán es:
Comunicador Visual, Comunicador Social, Magíster en Comunicación para el Desarrollo, Periodista, Artista Plástico, Músico, Gestor Cultural, Catedrático de Posgrado.