Falta de empatía y dependencia excesiva
Las super herramientas que ofrece la inteligencia artificial suponen riesgos a los que te expones y que es mejor conocerlos para manejar la IA con prudencia
Los programas de interacción con sistemas de Inteligencia Artificial (IA), conocidos como chatbots conversacionales, como ChatGPT y Google Bard, ofrecen valiosas ventajas en el entorno laboral, pero también plantean riesgos que los especialistas en IA advierten que debemos tener en cuenta.
ChatGPT y Bard son dos de los chatbots más potentes y utilizados, pero existen otros sistemas, algunos gratuitos y otros de pago, que se basan en la Inteligencia Artificial y se pueden acceder a través de Internet. Estos programas permiten simular conversaciones entre seres humanos y máquinas, imitando las respuestas de una persona real.
Ejemplos de estos chatbots incluyen Youchat, ChatSonic, Bloom, Perplexity, Jasperchat, Replika y Chat Bing. Desde IEBS Business School, se definen como sistemas capaces de simular conversaciones humanas con naturalidad y coherencia, funcionando como cerebros sintéticos que permiten a las máquinas entender, proCésar y responder al lenguaje humano.
La demanda de habilidades para utilizar chatbots de IA, como ChatGPT, ha crecido significativamente en todo el mundo. Según Diego Dávila, instructor de la plataforma Udemy y emprendedor, la IA conversacional está evolucionando y ofreciendo ventajas como la generación de texto en varios idiomas, redacción creativa, traducción automática, resumen de textos largos y mucho más. Esto permite a los empleados enfocarse en tareas estratégicas y creativas, mejorando la eficiencia y la productividad en el lugar de trabajo.
Sin embargo, el uso incorrecto de los chatbots de IA en el entorno laboral puede entrañar riesgos. Es esencial recordar que estos chatbots no pueden reemplazar el juicio humano en muchas situaciones. Siempre se debe aplicar el pensamiento crítico y el juicio ético al utilizarlos en cualquier contexto.
La seguridad y la privacidad son preocupaciones fundamentales al interactuar con chatbots de IA. Compartir información personal o confidencial con ellos puede ser arriesgado. Por ejemplo, ChatGPT es una plataforma pública de código abierto, por lo que no se puede garantizar la privacidad de la información compartida. Por lo tanto, es neCésario proteger la privacidad y no compartir información sensible como números de tarjetas de crédito o contraseñas.
Además, los chatbots de IA pueden mostrar sesgos basados en los datos con los que fueron entrenados. Es importante verificar la información y no confiar ciegamente en las respuestas predeterminadas de la IA. Los sesgos culturales y sociales presentes en los datos de entrenamiento pueden influir en las respuestas de los chatbots, especialmente en asuntos culturales y políticos.
La IA también carece de empatía y comprensión humana. En situaciones delicadas, es preferible que las personas se encarguen de la comunicación para garantizar la empatía y la ética en las decisiones. La IA no puede comprender plenamente las emociones humanas ni evaluar implicaciones éticas.
Finalmente, la dependencia excesiva de la IA en distintos aspectos de la vida puede afectar negativamente el desarrollo de habilidades cognitivas y la toma de decisiones basadas únicamente en las respuestas de los chatbots. Es fundamental formarse en habilidades relacionadas con la IA para garantizar la adaptabilidad al mercado laboral y un uso adecuado de esta tecnología.
En resumen, los chatbots de IA ofrecen ventajas significativas en el entorno laboral, pero es esencial estar alerta a los riesgos asociados y utilizarlos de manera responsable y ética. La formación y la educación en el campo de la IA son herramientas clave para aprovechar al máximo esta tecnología •