Doctor José Mariano Serrano Rodríguez

Un personaje que tuvo el raro privilegio de suscribir el documento emancipador de dos repúblicas, además de ser el único boliviano que fue presidente de los tres poderes del estado: legislativo (1825 y 1839), ejecutivo (1825, 1839 y 1841) y judicial (1830 y 1841).

Retrato de José Mariano Serrano, tomada de la publicación PRIMERA GESTA LIBERTARIA, de la Casa de la Libertad, Sucre, Bolivia. Retrato de José Mariano Serrano, tomada de la publicación PRIMERA GESTA LIBERTARIA, de la Casa de la Libertad, Sucre, Bolivia. Foto: José Carlos Suárez Medeiros

José Carlos Suárez Medeiros
Ecos / 01/11/2023 23:36

Un personaje que tuvo el raro privilegio de suscribir el documento emancipador de dos repúblicas, además de ser el único boliviano que fue presidente de los tres poderes del estado: legislativo (1825 y 1839), ejecutivo (1825, 1839 y 1841) y judicial (1830 y 1841).

José Mariano Serrano Rodríguez nació en La Plata, actual Sucre, Bolivia el 8 de septiembre de 1788, como hijo legítimo de José Serrano y Jacinta Rodríguez. Estudió abogacía en la prestigiosa Universidad de San Francisco Xavier de su ciudad natal, donde se impregnó de las ideas revolucionarias y siendo aún estudiante participó en la gesta libertaria del 25 de mayo de 1809. Se doctoró en Cánones el año 1807 y se recibió de abogado en 1811.

De Charcas a la Argentina

En 1811 es nombrado catedrático en la Universidad de San Francisco Xavier, pero el Brigadier José Manuel de Goyoneche en 1812 lo hizo separar de esas funciones y confiscar sus bienes, motivo por el cual tuvo que emigrar a lo que hoy es Argentina. En 1816 estando en San Miguel de Tucumán fue nombrado representante de Charcas, juntamente con otros diputados charqueños que participaron en el Congreso que declaró la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata el 9 de julio de ese año. El doctor Serrano se desempeñó como secretario de esa asamblea, siendo firmante y redactor del acta mencionada.

En 1817, el congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata fue trasladado de Tucumán a Buenos Aires, donde Serrano ejerció las funciones de presidente de ésta entre 1817-1818. Luego de una participación de gran relieve, Serrano renunció y volvió a Tucumán en 1819.

En el viaje hacia Tucumán, soldados del caudillo Francisco Ramírez capturaron al abogado y lo llevaron amarrado ante su jefe. Por suerte, éste accedió a dejarlo libre y pudo llegar a Tucumán. Se quedaría en la ciudad unos años, ejerciendo varias funciones, fue ministro de Bernabé Aráoz y de Abraham González. En Salta secretario del gobernador Arenales, luego auditor de las fuerzas que vencieron a Olañeta.

Pero, en Charcas, la lucha contra los realistas seguía, y con ese rumbo partió Serrano en 1824. 

Presidente de la Asamblea Constituyente

El 10 de julio de 1825 el Mariscal Sucre convoca a representantes de las provincias a una Asamblea Constituyente, realizada en Chuquisaca. Serrano sería el presidente de dicha asamblea que decidió la creación de una república independiente. Se formó una comisión para la redacción la “Declaración de independencia” formada por siete miembros, entre los cuales estaba José Mariano Serrano. 

Presidente de la Corte Suprema

Posteriormente fue nombrado plenipotenciario en Buenos Aires y en el Perú, ministro de Bolivia en Francia, prefecto de Chuquisaca en cuatro oportunidades, cargos de gran responsabilidad que desempeñó a conciencia. Como presidente de la primera Corte Suprema de Bolivia, ejerció interinamente, un par de ocasiones, la presidencia de la República. Terminó sus días como "ministro jubilado de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia". Falleció en Sucre el 28 de septiembre de 1851, su funeral se realizó en la iglesia Catedral y al día siguiente fue enterrado en la capilla de su hacienda Pitantorilla. 

Matrimonio y descendencia

La declaración del 9 de julio 1816 fue celebrada en Tucumán con un baile lleno de luces y armonías, guirnaldas de flores y emblemas patrióticos, uniformes y casacas y orquesta de fortepiano y violín.

Seguramente este baile fue un acontecimiento inolvidable para las jovencitas de la ciudad. Entre ellas estaba la bella Solana Cainzo, de 19 años, hija del acaudalado vecino don Francisco Javier Cainzo, alcalde de primer voto del Cabildo, y de doña María Francisca de Ávila y Godoy. Se cuenta que Solanita hizo su entrada a la fiesta del brazo de Bernardino, uno de sus hermanos. Y cuentan también que la primera pieza se la pidió el general Manuel Belgrano, mientras todas las otras fueron concedidas al doctor Serrano.

El charqueño tenía 28 años y se enamoró de Solanita Cainzo y se casó con ella en Tucumán, probablemente en 1817.

Del matrimonio nació en 1820 su único hijo, llamado Federico Serrano Cainzo, que al igual que su padre estudió en la Universidad de Charcas titulándose de Doctor en Leyes. A la muerte de José Mariano Serrano, Federico vivía en Sucre y su madre le envía desde Tucumán, un poder "para que pida el Monte Pío que me corresponde como viuda del Ministro jubilado de la Exma. Corte Suprema de Justicia, Dr. Dn. Mariano Serrano". Solana Cainzo viuda de Serrano murió el 28 de agosto de 1876 en Tucumán en la mayor indigencia.

Su hijo Federico, estando en Sucre, tuvo una hija natural con doña María Asunta Pareja Grados, niña bautizada en la iglesia de San Lázaro el 27 de enero de 1846 con el nombre de Julia Serrano Pareja; ella contrajo matrimonio en la iglesia de Santo Domingo el 26 de abril de 1862 con Andrés Ibáñez. De este matrimonio nacieron en Santa Cruz de la Sierra dos hijas. El matrimonio de Don Andrés y de Doña Julia tuvo desavenencias y terminó en separación, retornando ella a Sucre junto a sus dos hijas.

El 16 de noviembre de 1871, Don Andrés Ibáñez enfermó y decide dictar su testamento ante el notario público Juan de Dios Justiniano; en una parte  dice textualmente lo siguiente: “(…) Declara que fue casado en primeras nupcias con Doña Julia Zerrano, y que tiene dos hijas llamadas Leocadia y Avelina (…) Declara que su esposa no introdujo al matrimonio ningún bien, siendo él quien dió por capital algunas joyas, muebles y cabezas de ganado.

En otras cláusulas del testamento declara que al principio del año 65 su referida esposa, recibió herencia de su finado padre Don Federico Serrano la hacienda de Pitantorilla en Sucre y cuando él se separó de su esposa a fines de ese año, él no recibió nada, igualmente que inició juicio reclamando la parte que le correspondía de la herencia de José Mariano Serrano. Declara que después de la muerte de su esposa, entró en la tutela de sus hijas su padre político Don Esteban Rivera por haberlo nombrado ella en su testamento tutor de sus hijos, nombró por sus herederos a sus mencionados hijos, habiendo dejado el quinto de sus bienes a su madre Doña Asunta Pareja de Rivera, quien ya falleció.

El Dr. Ibáñez se recuperó de su enfermedad y falleció asesinado seis años después 1 de mayo de 1877.

La bisnieta de José Mariano Serrano, Leocadia Ibáñez Serrano, fue bautizada el 18 de febrero de 1863 en la iglesia de Jesús Nazareno, fue una reconocida poetiza y casó con el político Carlos Melquiades Barbery Ramsay. De esta unión nacieron siete hijos, los cuales han dejado extensa descendencia en los apellidos: Molina-Barbery; Barbery-Justiniano; Barbery-Rivas; Barbery-Paz; Barbery-Flores; Valverde-Barbery •

 

Fuentes:

BARNADAS, Josep y otros – Diccionario Histórico de Bolivia

HILL, Raúl R. – Información enviada desde Argentina.

SUÁREZ, José Carlos – Archivo particular e investigación propia.

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