Melchor Pérez Holguín. El artista que no pasa de moda
"Holguín tiene varios estilos en realidad; algunas de sus figuras parecen incluso de cómics, mientras que otras rebosan de dignidad. Sin duda, se puede decir que, aunque recicla constantemente figuras y composiciones, nunca se copia a sí mismo, siempre varía sus temas, incluso cuando los repite"
En el XI Encuentro Internacional sobre Barroco, Enigmas & Misterios, el investigador Joakim W. Olañeta Borda-Pedreira* abordó la obra del pintor potosino Melchor Pérez Holguín, profundizando en la comprensión de su estilo único que hoy en día despierta fascinación, orgullo y admiración, como también en la atribución de sus obras en todo el mundo. Su investigación y hallazgos invitan a repensar la obra de Holguín como parte del Patrimonio Boliviano.
Su exposición titulada “La obra de Melchor Pérez Holguín en el marquesado de Valle del Tojo, nuevos acercamientos a la obra del pintor potosino” fortalecen los eslabones de la historia común con el hermano país de Argentina que son revelados en la entrevista concedida a ECOS. El tema y la presencia del experto en arte, constituyen una esperanza para los “16 Holguines” que están expuestos en su “sitio original” colgados por el mismo artista, en el Templo de la Merced de Sucre, por ahora cerrado al público, que requiere de un urgente salvataje.
ECOS: ¿Qué hace único el estilo de Melchor Pérez Holguín?
JOAKIM OLAÑETA BORDA-PEDREIRA (J.O.B): Es difícil definirlo sin caer en la simplificación. Pinta rostros con expresiones exageradas, ojos grandes y melancólicos en una parte de sus obras porque Holguín tiene varios estilos en realidad; algunas de sus figuras parecen incluso de cómics, mientras que otras rebosan de dignidad. Lo que sin duda se puede decir es que, aunque recicla constantemente figuras y composiciones, nunca se copia a sí mismo, siempre varía sus temas, incluso cuando los repite. En el estudio técnico de sus obras, casi siempre se encuentran arrepentimientos y cambios en las composiciones, lo cual es una señal de que el pintor busca la perfección en su arte.
ECOS.- ¿Cuál es el impacto contemporáneo que usted espera que tenga la obra del artista virreinal en las nuevas generaciones? ¿Por qué su obra no pasa de moda?
J.O.B.: El gran arte nunca puede pasar de moda. Para mí, que radico en Europa (Noruega), no solo me enorgullece que Bolivia tenga un pasado artístico de gran formato, sino que veo que (MPH) es un pintor sumamente relevante hoy como una expresión de la primera globalización. Potosí en el siglo XVIII era una metrópoli internacional, donde todas las culturas del mundo se encontraban y confluían, también con el mundo indígena de entonces. Holguín demuestra que la idea de que América es la periferia y Europa es el centro es tan errónea hoy como lo fue entonces.
ECOS: ¿Qué lo motivó a realizar esta investigación sobre Melchor Pérez Holguín, vinculada a la región del Valle de Tojo?
J.O.B.: Lo que más me apasiona es el arte virreinal de Bolivia y, de hecho, yo soy el primero, y hasta ahora el único, que ha hecho un máster en historia del arte especializado en arte colonial latinoamericano en una universidad noruega. Mi esperanza es que las investigaciones que estoy haciendo sobre Holguín terminen en un doctorado. El enfoque en el norte argentino, en la frontera con Bolivia, región del marquesado de Valle de Tojo, es porque me di cuenta de que hay muchas obras de Holguín en territorio argentino, desde siempre.
ECOS: ¿Cuál fue la importancia de ese marquesado en la historia del arte virreinal y su conexión con Holguín?
J.O.B.: Era el feudo más grande de Charcas, según se calcula tenía más de 600.000 hectáreas. El marqués no solo era muy rico, sino que también era dueño de muchas de las iglesias en su territorio y patrón de muchas otras. En ese sentido, ha debido ser el mayor comitente de obras de arte de toda la región. Es natural que el hombre más rico quisiera obras de los mejores artistas en sus capillas, y Holguín era uno de ellos.
ECOS: ¿Cuál fue su hallazgo más importante?
J.O.B.: Un documento de la vida de Holguín hasta el momento inédito, como es la partida de bautizo de su hijo Ventura, sobre el cual se ignoraba que su padrino de bautizo fue el pintor Matheo Pizarro, cuya obra domina en el territorio de Tojo. Antes se pensaba que Pizarro era discípulo de Holguín, pero el hecho de que fueran compadres revela una jerarquía de iguales en su relación, o hasta puedo pensar que Pizarro era la figura dominante.
ECOS: ¿Cuál fue la relación artística entre Melchor Pérez Holguín y Matheo Pizarro?
J.O.B.: Se sospechaba que había una relación profesional y que Pizarro sería discípulo de Holguín porque algunas de sus obras tienen parecido. Luego, la investigadora Gabriela Siracusano comprobó que usaban los mismos materiales y la misma técnica, lo que asegura que compartían formación y taller.
El hecho de que varias obras de los dos pintores lleven rasgos estilísticos del otro, es decir, obras de Pizarro con rasgos holguinescos, pero también obras de Holguín con detalles muy típicos de Pizarro, como un exceso de detalles decorativos y cierta rigidez y frontalidad en la composición, entonces es posible que en algunos casos trabajaban juntos pintando cada cual su parte. Debemos recordar que fuera de Potosí era el gusto cusqueño el que dominaba, y esa era una estética que Pizarro conocía muy bien.
ECOS: ¿Qué reveló la investigación sobre la circulación de obras de Melchor Pérez Holguín, tanto dentro como fuera de Bolivia?
J.O.B.: Holguín buscaba un mercado fuera de Potosí, pero solo lograba vender obras en las regiones que estaban bajo la influencia económica potosina. Esto se debe a la dominancia de los talleres cusqueños en el mercado de arte de entonces. Obras de Holguín de antigua procedencia se encuentran en Argentina y Chile, mientras que la pintura cusqueña llegaba hasta México.
ECOS: Entonces siguen apareciendo obras de su autoría
J.O.B.: Sí, Holguín era un pintor muy prolífico, y de vez en cuando aparecen obras que eran desconocidas y que no están en la importante monografía de Mesa-Gisbert sobre la obra del pintor reeditado en 1997, pero en los últimos años siguen apareciendo obras que son indiscutibles. Por ejemplo, un Santo Tomás en la colección Thoma de EEUU, El San Antonio de una colección privada en España, y el San Lucas del museo de América en Madrid que presenté en mi ponencia, y bastantes más. Algunos me faltan por estudiar, como un San Cristóbal que recientemente entró al MET de Nueva York y que se atribuye a Holguín, pero hasta que no lo vea, no me fío.
En el Museo de Charcas algunos cuentan como Holguín, que no lo son, y otros que no cuentan, sí lo son. En la Casa de la Moneda 23 de los 30, son indiscutibles y los demás necesitan estudiarse, al igual que los de la Casa de la Libertad.
ECOS: ¿Por qué va creciendo el interés y la necesidad de actualizar las procedencias y atribuciones de la obra de Holguín, incluso a nivel internacional?
J.O.B.: Porque no se puede estar cien por ciento seguro. Hace más de un siglo, y antes de 1930 Holguín era prácticamente desconocido. Hay que recordar que el arte colonial no se coleccionaba antes de los años 1920. En EEUU, el interés en estas obras comienza recién en los años cincuenta. Hace poco, Holguín casi solo se podía ver en Bolivia, pero ahora hay muchos museos en EEUU y Argentina que tienen obras de él, lo que también resultan en un mayor interés y conocimiento de su obra.
ECOS: ¿Cuál es el papel de la técnica y la firma en la atribución de obras de Holguín, y cómo se ha llegado a conclusiones sobre su autoría?
J.O.B.: Son esenciales, porque la técnica nos dice mucho sobre quién pudo pintar la obra. La pintura de Holguín es muy culta también en su técnica, sigue las recetas de pigmentos y métodos de aplicación que se enseñaban en los tratados académicos españoles, como también algunos trucos de oficio que se conocen de pintores madrileños, y eso que Holguín nunca fue a España. La firma, por otra parte, da una seguridad concreta, siempre y cuando sea original y no refrescada o posterior. Por suerte, tenemos varios ejemplos indiscutibles que sirven como punto de comparación •
Joakim W. Olañeta Borda-Pedreira es de familia boliviana exiliada. Nació en Suecia, vivió parte de su niñez y juventud en La Paz, Bolivia y su familia está vinculada a la ciudad de Sucre. En Noruega es co-fundador de la fundación Instituto de Arte Nórdico en Oslo, Noruega y Director de la gallería de arte contemporáneo RAM gallery. Es presidente del Consejo del Instituto Nórdico de Arte; director de la asociación de centros de arte de Noruega y editor de arte del Plaza Magazine en Estocolmo.El instituto de arte nórdico se dedica a fomentar la investigación en historia del arte a través de producir publicaciones y exhibiciones en colaboración con museos y entidades internacionales como en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid y en la galería nacional de Finlandia que se pueden visitar en los siguientes enlaces:
http://www.museolazarogaldiano.es/agenda-de-actividades/exposiciones-temporales/exposicion-visionarios-romanticos
https://sinebrychoffintaidemuseo.fi/en/exhibitions/peder-balke-spell-arctic/
En Sucre y Potosí hay más de 80 holguines
Toma nota de la ubicación y ve a verlos tú mismo
SUCRE |
POTOSÍ |
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Templo de La Merced |
16 |
Casa de la Moneda |
30 |
Museo de La Catedral |
3 |
Santa Teresa |
4 |
Colección de la Princesa de la Glorieta (Casa de la Libertad) |
3 |
San Francisco |
10 |
Museo de Santa Teresa |
1 |
Templo de Las Mónicas |
2 |
Museo de Charcas |
7 |
Templo de Jerusalem |
4 |
Tribunal Supremo de Justicia |
1 |
Santuario de Manquiri |
1 |
|
Santo Domingo |
2 |
|
TOTAL |
31 |
TOTAL |
53 |
Cuadro elaborado por la revista ECOS en base a los datos proporcionados por el P. SJ Bernardo Gantier, Iván Gutiérrez Achá, Joakim Olañeta, Casa de la Moneda, Padre Henry Tapia.