Expo-toquito
El fin de año, traducido en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, tiene características propias en cada lugar y hay actividades que, a fuerza de repetirse, se convierten en costumbres, y hasta tradiciones.
El fin de año, traducido en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, tiene características propias en cada lugar y hay actividades que, a fuerza de repetirse, se convierten en costumbres, y hasta tradiciones.
Una de ellas es la exposición de fin de año del Taller Corso de Arte y Restauración, que Cristóbal Corso Cruz inició en solitario, hace ya muchos años, pero ahora es una actividad anual, que acompaña a estas fechas.
En sus primeras exposiciones, Corso aprovechó la popularidad de su personaje de historieta Potoquito. Las figuras que hace, en cerámica, son reproducciones en miniatura del dibujo que lleva la vestimenta de los habitantes de la región central de Potosí.
Potoquito es un migrante del campo a la ciudad. Establecido en alguna zona popular de la Villa Imperial, probablemente Cachi Rancho, está casado con una cholita llamada Potosina y ambos tienen un hijo llamado Potoquillo al que ocasionalmente acompañaba una niña con el mismo nombre, pero feminizado. En el microcosmos de su historieta aparecen personajes eventuales como el comisario Alcides, de la Intendencia, choferes de micros y taxis. El más regular de todos esos personajes secundarios es el minero Carburito, el mejor amigo de Potoquito.
La tira cómica debutó en el desaparecido periódico El Siglo y, años después, volvió a través de las páginas de El Potosí, pero coloreado. Eventualmente, Corso publica recopilaciones de sus tiras, que ayuda a mantener la vigencia de su personaje.
Las exposiciones de fin de año, centradas en Potoquito, comenzaron en los tiempos de El Siglo y ahora son una actividad anual. Centenares de Potoquitos, Potoquinas y Carburitos se expusieron y también fueron puestos a la venta en el salón de exposiciones temporales de la Facultad de Artes. Debido a su bajo costo, son artesanías muy requeridas.
Los muñequitos son modelados manualmente con arcillas de Río Grande (Puna), Jaya Mayu (Cebadillas) y del Cerro Rico de Potosí. Para destacar su ropa, son pintados con temple y acrílico, aunque siempre se deja los rostros sin pintar, ya que la arcilla se asemeja al color de la piel de los habitantes de los Andes.
Las artesanías más requeridas de la expo de fin de año son los nacimientos, que este año fueron presentados dentro de un cántaro. Por razones artísticas, muchos de estos trabajos no fueron pintados y hubo gente que los compró así.
Con el crecimiento de su familia, Corso creó el Centro Cultural Potoquito en 1986 y, ahora, su taller de arte y restauración tiene carácter permanente y funciona en la calle Ecuador No. 160, de Ciudad Satélite. Allí no solo se encuentra artesanías, sino también se puede encargar retratos en arte digital, cuadros artísticos y restauración de obras de arte •