La bajada del Tata K’ajcha

Durante la época colonial se denominaban “k’ajchas” a los trabajadores de fin de semana que se habían generalizado a fines del siglo XVIII en la ribera de Potosí.

La bajada del Tata K’ajcha desde las bocaminas se realizaba en la época de los carnavales.

La bajada del Tata K’ajcha desde las bocaminas se realizaba en la época de los carnavales.

Campesinos convertidos en mineros rinden pleitesía a sus santos tutelares.

Campesinos convertidos en mineros rinden pleitesía a sus santos tutelares.

Este carnaval se origina en las minas.

Este carnaval se origina en las minas.

Las palliris eran protagonistas importantes realizando pallacos en las faldas del Cerro de Potosí.

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Los misioneros católicos entronizan sus imágenes cristianas para extirpar idolatrías.

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Santa Rita o la Virgen del Rosario son veneradas en los parajes de los socavones.

Santa Rita o la Virgen del Rosario son veneradas en los parajes de los socavones.


    Cristóbal Corso Cruz
    Ecos / 18/01/2024 04:10

    Durante la época colonial se denominaban “k’ajchas” a los trabajadores de fin de semana que se habían generalizado a fines del siglo XVIII en la ribera de Potosí. Entre los sábados por la tarde y el domingo, los trabajadores libres que habían permanecido en el cerro durante la semana abandonaban las minas y se dirigían a sus ranchos. En esos días las minas no quedaban desiertas; el cerro era invadido por los k’ajchas para extraer los restos del mineral de las bocaminas y relaves de las faldas del Cerro Rico, sólo para ellos. 

    El “Tiw”

    El “Tiw” de la mina se encuentra en el fondo del Cerro de Potosí y es reemplazado por el “Tata K’ajcha”. Lo hicieron “Los extirpadores de idolatrías” que eran los misioneros que impusieron la religión católica y conocían la existencia del “Tiw” que forma parte del conjunto de dioses andinos. El “tiw” es considerado un ser mítico y benefactor de minerales. El interés de los evangelizadores fue hacer creer que representa al “diablo”. Con afán de sustituir al “tiw” de las minas, se colocó en los parajes y cruceros de las bocaminas imágenes del cristianismo. En el cerro de Potosí actualmente existen cooperativas mineras con nombres como Santa Rita, Concepción, Rosario, Candelaria. La imagen del Cristo Crucificado se reemplaza con el denominativo de “Tata K’ajcha” y le reconocen como el Dios de los mineros.

    Bajada del Tata K’ajcha  

    En la época republicana un llamado Carnaval Minero hace su origen en el año 1940 en la mina “Caracoles” de la Compañía Unificada que estaba bajo la dirección del uno de los barones del estaño, el lituano Mauricio Hochschild, pero con sus propias características. En ese tiempo, los mineros festejaban el carnaval de modo peculiar, bailaban junto a las palliris y autoridades, recibían incentivos a su trabajo; “la T’inka” y la “Achura”. Los lugares de fiesta eran las canchaminas e ingenios mineros. Participaban grupos musicales autóctonos a razón de que el minero es un “mitayo” campesino emigrante, a la vez músico. 

    Por las ordenanzas de la “mita” llegaron a Potosí campesinos desde lugares recónditos junto a su familia y trayendo parte de su cultura autóctona. Los rancheríos estaban ocupados por las etnias de Canas, Canchis, Collas, Pacajes, Karakaras, Quillacas, Carangas, Lupacas, Chichas, etc. 

    La “Bajada del Tata K’ajcha” tenía una singular expresión. Desde el Cerro Rico recorrían en procesión los mineros cargando sus imágenes benditas, toda una romería larga y singular. La bajada era desde los parajes de las bocaminas, pasando por “la Ckasa”; recorrían por la calle Hernández hasta las parroquias de indios: San Martín, Concepción y San Pedro. Participaban en la celebración de la santa misa y luego cada cooperativa se trasladaba hacia su sede o canchamina. 

    Hace aproximadamente 50 años (década de los ‘70 del siglo XX), La bajada del Tata K’ajcha que tenía su propia característica e identidad propia; lastimosamente por causa de que un director del Instituto Boliviano de Turismo de ese entonces, Manuel Aramayo y con el apoyo de la Alcaldía, convencieron a los mineros cooperativistas para cambiar esta singular “Bajada del Tata K’ajcha” en una fiesta común, comercial y foránea, que fue denominada Carnaval Minero,  similar al carnaval de Oruro o la fiesta de la C’hutillada o tantas otras que existen en todo el país donde los mineros se disfrazan y empiezan a bailar como Caporales o kullawadas, que no tienen ninguna relación con el minero y el trabajo en las minas •

     

    (*) Cristóbal Corso Cruz es Presidente de la Sociedad Geográfica y de historia “Potosí”

    Etiquetas:
  • Tata K’ajcha
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