Irán: La pena de muerte como arma represiva
Sus autoridades ejecutaron a 853 personas en 2023, la cifra más alta en ocho años
La pena de muerte en Irán se cobró la vida de 853 personas en 2023, la cifra más alta de los últimos ocho años, afirmó Amnistía Internacional en un informe publicado este jueves.
El número de personas ejecutadas el año pasado aumentó en un 48% respecto a 2022, con más de la mitad de ejecuciones, 481, relacionadas con delitos de estupefacientes.
Bajo el punto de vista de la organización, que cree que el número de muertes es “incluso mayor”, las ejecuciones relativas a delitos de droga tienen un componente discriminatorio que procede de los cambios en la estrategia antidroga del país.
Casi un tercio de las ejecuciones por drogas en 2023, el 29%, fueron de personas de la minoría baluchi iraní, que supone solo el 5% de la población total del país, según Amnistía Internacional.
Además, el año pasado las autoridades ejecutaron a seis personas en relación con las protestas de 2022 bajo el grito 'Mujer, vida y libertad' tras la muerte de Mahsa Amini en una comisaría, donde se encontraba bajo custodia policial tras ser detenida en Teherán por llevar mal colocado el velo.
En ese contexto, Amnistía Internacional reclamó “medidas internacionales contundentes” para detener las ejecuciones en el país asiático, que en su mayor parte (el 61%) son dictadas por los tribunales revolucionarios.
Estos, de acuerdo con la oenegé, “operan bajo la influencia de los organismos de seguridad e inteligencia y, para dictar sentencias condenatorias, utilizan habitualmente 'confesiones' forzadas obtenidas mediante tortura”.
A juicio de la directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Diana Eltahawy, las autoridades iraníes “han instrumentalizado la pena de muerte en un intento de sembrar el miedo entre la población y reprimir la disidencia”.
Las políticas antidroga de Irán, para Eltahawy, “contribuyen a reforzar un círculo de pobreza e injusticia sistémica y exacerban la discriminación contra las comunidades marginadas” del país •
Qué países aplican aún la pena de muerte y cuáles lo hacen con más frecuencia
El número de ejecuciones está aumentando a nivel mundial, a pesar de que muchos países han abolido el uso de la pena de muerte.
Según cifras recopiladas por la ONG Amnistía Internacional en 2022, un total de 55 países tenían la pena de muerte aún en vigor.
Nueve de ellos la imponían solo para los crímenes más graves, como asesinatos múltiples o crímenes de guerra, y 23 la mantenían, pero no la habían utilizado en, al menos, 10 años.
Los datos de Amnistía Internacional son una combinación de cifras oficiales, informes de medios de comunicación e información proporcionada por los condenados a muerte, sus familias y representantes.
En algunos casos no es posible una cuantificación exacta.
China no divulga información sobre su aplicación de la pena de muerte.
Excluyendo a China, Amnistía Internacional registró 883 ejecuciones en todo el mundo en 2022.
La cifra supera en 53% a las 579 personas ejecutadas en 2021 y es el registro más alto desde 2017.
Sin embargo, es mucho menor que los números correspondientes a los años 1988, 1989 o 2015, cuando más de 1.500 personas fueron ejecutadas en un solo año.
Amnistía Internacional dice que en 2022 se impusieron al menos 2.016 sentencias de muerte en 52 países.
Mientras que en 2021, hubo al menos 2.052 sentencias de muerte emitidas en 56 países.
Numerosos prisioneros pasan muchos años en el corredor de la muerte antes de que se lleve a cabo su ejecución.
En 2022, se realizaron ejecuciones en 20 países, dos más de los 18 que lo hicieron en 2021.
Amnistía Internacional cree que China utiliza la pena de muerte más que ningún otro país. Se estima que ejecuta a miles de personas al año, pero no hay modo de confirmarlo.
Aparte de China, los países que ejecutaron a más personas fueron Irán, Arabia Saudita, Egipto y Estados Unidos.
Amnistía Internacional destaca 11 países que ejecutan personas de manera recurrente cada año. Se trata de China, Egipto, Irán, Irak, Arabia Saudita, Estados Unidos, Vietnam y Yemen.
También cree que Corea del Norte “probablemente esté utilizando la pena de muerte a un ritmo sostenido”, pero no puede verificar esto de manera independiente. BBC Mundo