Un templo ancestral y rústico

En las áridas laderas de la Gran Tierra de los Lípez, un poblado pintoresco cuyos habitantes llaman Santiago K

Torre del templo Santiago Apóstol

Torre del templo Santiago Apóstol Foto: Ivert Elvis Fuertes Callapino

Arquería del atrio del templo de Santiago K

Arquería del atrio del templo de Santiago K Foto: Ivert Elvis Fuertes Callapino

Interior del templo de Santiago K

Interior del templo de Santiago K Foto: Ivert Elvis Fuertes Callapino

Pinturas murales en el interior del templo

Pinturas murales en el interior del templo Foto: Ivert Elvis Fuertes Callapino

Templo Santiago Apóstol

Templo Santiago Apóstol Foto: Ivert Elvis Fuertes Callapino


    Ivert Elvis Fuertes Callapino
    Ecos / 30/04/2024 18:27

    En las áridas laderas de la Gran Tierra de los Lípez, un poblado pintoresco cuyos habitantes llaman Santiago K, custodia una edificación muy particular, se trata del templo de Santiago, un tesoro del pasado que se aferra a seguir en pie, pues ha sido testigo desde hace varios siglos de todo cuanto se vive en esta noble comunidad.

    El Templo de Santiago

    Santiago K está ubicado en el municipio de Colcha K, provincia Nor Lípez del Departamento de Potosí. Desde lejos se ve que la construcción imponente del templo. El valor histórico y cultural de ese inmueble patrimonial muestra el uso de materiales del lugar con los que fue emplazado. Los antecedentes indican que data del siglo XVIII. Ese dato queda legitimado debido a que en los arcos de piedra que bordean el atrio del monumento existen inscripciones que muestran que este templo fue construido entre los años de 1720 a 1727. 

    Pero eso no es todo: la estructura morfológica del inmueble demuestra la utilización de material del lugar como es la paja brava, la madera de cactus, el adobe de barro y otros elementos constructivos que permiten definir la originalidad de esta edificación. Las cubiertas son de caída de doble agua netamente de paja y los muros se muestran sin revoque, posee muros anchos de adobe y piedra con acabados rústicos de estuco y cal. En los muros laterales del altar mayor pueden apreciarse pinturas murales de lo que parecen ser imágenes religiosas.

    La torre y las campanas

    En el atrio se encuentra también una torre y se percibe que es de estilo renacentista, ya que carece de elementos arquitectónicos iconográficos, aunque se deduce que los templos de comunidades vecinas son bastante parecidos al de este inmueble, el de Santiago K se encuentra mejor conservado. 

    Un relato oral menciona que doña María Ticona (oriunda del lugar) tejió un aguayo que vendió en buen precio, lo que permitió que se adquirieran las dos campanas que prevalecen en la torre. Estas campanas están sujetas con sogas de cuero vacuno. En su interior hay una escalera de piedra que asciende hasta la parte superior de la torre. Los lugareños dicen que es gracias a Santiago Apóstol que se construyó ese templo, donde todas las autoridades originarias fueron parte del emplazamiento. 

    El ayllu predomina como estructura organizacional ancestral, donde las estancias como Calcha, Culpina, Pillina, Pataqcha, Chuvica, Mañica, Galeras, Irpani y otros forman parte de esa organización.

    Comunidad de “Chukilla”

    La comunidad de Santiago K existía ya desde tiempos bastante remotos, en medio de unos caseríos chullpas. De hecho, el nombre primigenio de esa población es Chukilla. Se considera como fundadores del pueblo a Miguel Cuzco y Felipe Llakasa, pero, por razones que aún no se conocen, en 1940, sufrió el cambio de nombre con el que ahora es conocido. 

    En el interior del templo se encuentra varias imágenes como la de Santiago Apóstol, San Antonio de Padua o San Antonio Abad, pues las imágenes caracterizan a estos santos. En relación a San Antonio de Padua, las imágenes muestran la representación de un niño Jesús en su mano derecha, y una rama de lirios en la izquierda, que son característicos de San Antonio de Padua; asimismo, en los laterales se presenta varios camélidos, además de un hombre de color al fondo, cuyos elementos son característicos de San Antonio Abad. Al margen de estas figuras, en el interior también se aprecia otras imágenes religiosas como la Virgen de Candelaria, del Rosario o de Santa Ana, entre otros.

    La leyenda de Santiago

    Una de las leyendas más populares de Santiago K refiere que, a mediados del año de 1720, a doña María Ticona le apareció una palomita blanca y esta convirtió esa ave en una medalla que contenía una imagen de un santo montado a caballo, lo que dejó maravillados a todos los presentes. 

    Por entonces no era posible contar con autoridades, por lo que los “cabecillas” de inmediato recurrieron a los “Yachus”, que advirtieron que se trataba de Santiago Apóstol. Este sería el motivo que alentó a sus habitantes a cambiar de denominación del pueblo en la primera mitad del siglo XX, con el nombre del santo. 

    Las familias que predominan en este inusual lugar son los Cilique, Quespi, Ticona, Coro, Ríos, Cuzco, Llaka, Yacasa y Berna.

    Sus habitantes se dedican al cultivo de la quinua, además de papa, aunque en poca escala, en la actualidad, todos lo conocen con el nombre de Santiago K, de hecho, la letra “K” es adherida al nombre del pueblo como un distintivo, debido a que en la zona y en el interior, existían otras comunidades que llevaban el mismo nombre de Santiago, por lo que se optó por identificarlo haciendo uso de la “K”, como sucede también con la capital del municipio •

    * Elvis Fuertes es socio de número de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).

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