"Transformando Conflictos" en los colegios
"Imaginen un mundo donde los niños, niñas y jóvenes resuelven sus diferencias con palabras en lugar de violencia, donde el diálogo es la forma primaria para abordar los conflictos. Eso es exactamente lo que esperamos lograr con el proyecto 'Transformando Conflictos'"
"Imaginen un mundo donde los niños, niñas y jóvenes resuelven sus diferencias con palabras en lugar de violencia, donde el diálogo es la forma primaria para abordar los conflictos. Eso es exactamente lo que esperamos lograr con el proyecto 'Transformando Conflictos'" (Varinia Penco, presidenta del Colegio de Mediadores de Chile)
Cuando las noticias muestran que la violencia en las escuelas escala a niveles inimaginables, surge la pregunta: ¿Cómo se puede fomentar la paz y la convivencia armónica en nuestras escuelas? La respuesta comienza a tomar forma en el Colegio Providencia del vecino país de Chile, donde acaba de instaurarse un nuevo proyecto llamado "Transformando Conflictos" que plantea una solución reactiva al problema para prevenir la violencia escolar. La idea es sencilla pero poderosa, enseñar a los niños y jóvenes a resolver sus diferencias con palabras en lugar de violencia. Esto se logra mediante la creación de mediadores escolares, estudiantes capacitados para facilitar el diálogo entre sus pares y ayudar a encontrar soluciones justas y pacíficas.
El proyecto nació desde extensión universitaria de La Universidad San Sebastián del mencionado país en su visión y misión de generar puentes con la comunidad co-construyendo acciones conjuntas para mejorar su realidad en algún punto en concreto. Es así que la universidad
generó lazos colaborativos con el Colegio de Mediadores de Chile, que es una organización de la
sociedad civil, para enfocarse en una escuela.
“Sabemos que los conflictos son una parte natural de la vida, pero también sabemos que pueden escalar y causar daño si no son abordados de manera adecuada. Es por eso que, es fundamental enseñar a los niños, niñas y jóvenes habilidades para gestionar y resolver conflictos de manera pacífica y constructiva”, dijo a ECOS Varinia Penco, presidenta del Colegio de Mediadores del vecino país, quien estuvo hace poco en Sucre en el Encuentro Internacional por la Cultura de Paz.
“La resolución pacífica de conflictos en el contexto educativo debiera ser una dimensión más de la educación y no una reacción frente a los conflictos o a la escalada de violencia. Tenemos el desafío de promover una formación ciudadana que incluya el aprendizaje y el desarrollo de habilidades y métodos para la gestión colaborativa de conflictos y de las diferencias en la convivencia desde los inicios de la vida escolar, como parte de los contenidos educativos”, dijo Penco enfáticamente para que se tenga un impacto real en la sociedad actual que parece haberse deshumanizado aún más en el periodo post pandemia.
La violencia escolar
Varinia Penco explica que la violencia escolar es parte del mismo fenómeno social comunitario que vemos a diario. Se refiere por ejemplo a la relación por y desde las redes sociales y la virtualidad que ha abierto paso a nuevas formas de violencia, acoso y cyberbulling, por solo citar algunas. “La comunidad escolar, muchas veces es un reflejo de la comunidad barrial y familiar. Por ende, generar acciones desde ahí implica también mirarnos como sociedad, y asumir la deshumanización y falta de cohesión social en la cual nos enfrentamos en esta etapa post pandemia”, enfatizó.
Cree profundamente que se debe comenzar a trabajar desde las etapas más tempranas de la educación donde se fomente el valor y el cuidado de los unos por los otros: “fortalecer los recursos y habilidades socioemocionales de nuestros niños, niñas y adolescentes; brindarles entornos seguros y afectuosos donde puedan florecer plenamente; acoger sus necesidades emocionales pueden abrir espacios de conversación y reflexión sobre lo que necesitan y cómo pueden apoyarse como grupo”, fueron algunas de sus recomendaciones.
También se refirió a la salud mental que recién ahora, luego de estar viendo las consecuencias, se le presta importancia. “Ellos deben estar bien para poder ser adultos receptivos”, puntualizó.
“Los estudiantes tienen mucho que decir, darles el espacio que permita la construcción de comunidades educativas en donde sean participes de una ciudadanía activa, reflexiva y crítica, los empodera para que ellos mismos puedan generar acciones de prevención de la violencia en las comunidades”, agrega a tiempo de aclarar que no solo hay que enfocarse en la sanción de los hechos sino en los procesos reflexivos de responsabilización del daño causado y la búsqueda de la reparación de éste donde esté involucrada la comunidad en general que debe asumir sus responsabilidades para realmente generar un cambio.
Las herramientas
Refiriéndose al proyecto que acaba de instaurarse en Chile bajo en nombre de “Transformando Conflictos”, Penco explicó que el mismo prevé proporcionar a los estudiantes herramientas prácticas y experiencias significativas para resolver conflictos de manera positiva y constructiva. De igual forma se realizarán actividades diseñadas para involucrar a los estudiantes de manera activa y empática. “Se hacen talleres y charlas educativas donde comparten sus pensamientos y emociones sobre el conflicto. Se llevan a cabo dinámicas y juegos de roles para que puedan experimentar diferentes perspectivas y practicar habilidades como la comunicación efectiva, la escucha activa y la resolución de problemas”, revela Penco.
Dijo que ya existe un grupo de estudiantes que se están formando como “monitores de convivencia y buen trato” que fueron invitados por el colegio Providencia donde se ejecutará el proyecto para que, en primera instancia, desempeñen un papel activo como mediadores escolares pares. “A ellos (los mediadores pares) les brindamos formación específica sobre mediación y resolución de conflictos junto con habilidades prácticas como la empatía, negociación y gestión emocional. Y lo más importante, les proporcionamos un entorno de apoyo y orientación para que se sientan seguros y confiados en su papel con un acompañamiento por parte de mediadores profesionales o docentes capacitados que les permita irse empoderando en su rol y poder también compartir sus experiencias y frustraciones”, dijo a tiempo de recordar que, aunque los monitores pares están capacitados y tienen todo un respaldo adulto profesional y emocional, siguen siendo niños con sus propios desafíos.
Los métodos
La mediadora chilena explicó que los métodos se basan en los principios del diálogo, de la participación y de la colaboración. “Fomentamos el diálogo abierto y respetuoso entre los estudiantes, animándolos a identificar intereses comunes y generar opciones creativas para resolver conflictos”, explicó.
Aclaró que debe generarse un ambiente donde la negociación y el acuerdo sean vistos como oportunidades para crecer conjuntamente y fortalecer las relaciones. Se abordan los principios de la mediación y del rol del mediador, pero también se busca la comprensión desde la mirada de niño o adolescente sobre el conflicto, sus efectos, motivaciones y formas de abordarlos particulares buscando las opciones creativas de solución. “Los mediadores pares nunca dejan de ser parte del grupo y de sus actividades generales por dedicarse al programa. Aprenden a compatibilizar su rol como facilitador (monitor/mediador) con su rol de compañero, amigo, estudiante, niño al fin”, mencionó •
“Ellos (los niños) nos observan constantemente como adultos, ven cómo convivimos, cómo nos relacionamos unos a otros, cómo respondemos frente a situaciones desafiantes y problemáticas y, desde ahí, van también construyendo su actuar, su reconocimiento a ese otro como un legítimo otro” (Varinia Penco, Pdta. Del Colegio de Mediadores de Chile)
ABC o primeros auxilios de manejo de conflictos
Algunos pasos a seguir para involucrar a toda la comunidad escolar para la construcción de una cultura de paz y de la conciencia de formación de monitores pares o niños/jóvenes dentro de la unidad educativa:
A) Poner en conocimiento – Lo ideal es generar grupos de trabajo participativo para recoger impresiones y su visión de la comunidad escolar, como también sus aprensiones y propuestas. El fin es acoger sus ideas e invitarlos a reflexionar para ser agentes de facilitación de la convivencia y de la construcción del tejido relacional.
B) Actividades de sensibilización – Focalizadas en la concientización de la importancia de la educación para la paz y la resolución pacífica de conflictos. La capacitación en gestión de conflictos es transversal a toda actividad humana y resulta útil en el ámbito profesional, social y familiar también.
C) Talleres específicos - Con funcionarios o profesionales que estuvieran más interesados en involucrarse para aprender habilidades comunicacionales y de manejo de conflictos básicas como practicar el acoger, el escuchar con empatía y conocer las técnicas para desescalar el conflicto, como para facilitar la comunicación no violenta.
Finalmente explicó los esfuerzos que se están realizando en su país (Chile) incluso a nivel normativo para que la “rehumanización de la educación” sea mucho más que una profunda reflexión que cada minuto sacude a toda la sociedad. “La importancia de la educación emocional de los estudiantes y dentro de eso está la formación para la convivencia y para la gestión pacífica de conflictos. Habilidades que sin duda son transversales en la vida futura de cada uno de las y los estudiantes. En los países cuyos indicadores miden el nivel de paz y la ausencia de violencia de un país o región, incluyen dentro de sus contenidos curriculares formativos, dichas temáticas porque entienden que la educación para la paz comienza desde pequeños y afecta a toda la sociedad”, concluyó.
* Representantes de las organizaciones involucradas en el proyecto Transformando Conflictos. Luis Felipe Cabrera, Municipalidad de Providencia; Alejandro Gómez, Universidad San Sebastián (USS), Patricia Miranda, de Padres del Colegio Providencia; Varinia Penco, presidenta Colegio de Mediadores de Chile; Laura Núñez, orientadora del Colegio Providencia; Claudia Gómez, directora del Colegio Providencia y Bladimiro Mancilla, representante de los alumnos de la USS.