El Museo Subterráneo del Gran Mariscal
El Teatro Gran Mariscal, el más hermoso de Bolivia, ha creado un nuevo y completo producto turístico para beneficio de la ciudad de Sucre que cautiva a los visitantes.
El Teatro Gran Mariscal, el más hermoso de Bolivia, ha creado un nuevo y completo producto turístico para beneficio de la ciudad de Sucre que cautiva a los visitantes. Se trata de la apertura del subsuelo donde se admira la curiosa arquitectura de los cimientos del teatro, a prueba de terremotos, y donde se exhiben las momias de Santo Domingo que han encontrado un lugar idóneo para contar su historia tras haber sido descubiertas en el sismo de 1948, y que datan de inicios del siglo XVII.
Ahora, el Gran Mariscal, centro de arte y cultura, es también museo y referente para la creación de nuevos productos turísticos. El presente artículo busca contribuir a impulsar la iniciativa y a enriquecer el producto museográfico con un relato fidedigno de ese fragmento de la historia de Sucre que allí se atesora. Igualmente se hace necesario aclarar que no son catacumbas, que el teatro tampoco fue construido por Antonio Camponovo y que no se encontraron datos históricos de que los Príncipes de la Glorieta hayan estado involucrados en la construcción del edificio que demoró 60 años en construirse y desde que se puso la piedra fundamental, transcurrieron 130 años. Esta es su historia.
Las momias de Santo Domingo
El director del Museo Antropológico USFX y del Instituto de Investigación Antropológica y Arqueológica, Edmundo Salinas, informó a ECOS que las momias que actualmente están en el subsuelo del Teatro Gran Mariscal “fueron encontradas originalmente en tumbas de la iglesia de Santo Domingo como parte de los enterramientos que antiguamente se realizaban en las iglesias porque no había cementerios”. Explicó que la momificación de los cuerpos fue casual debido a las condiciones climatológicas del entorno. Las momias se encontraban en posición horizontal (decúbito dorsal) y fueron descubiertas a causa del terremoto de 1948 por el Comité de Reconstrucción de la ciudad que se conformó ese mismo año y fueron entregadas en custodia del Museo Antropológico USFX que no las había expuesto sino hasta ahora.
“Los cementerios en Bolivia han sido públicos y generales recién desde 1826, establecidos por un decreto de Simón Bolívar. Hasta antes de aquella fecha se utilizaban como cementerio las iglesias en todo este territorio (…) En la ciudad y en las provincias, tienen criptas”, aclaró el especialista.
Momias casuales
“Estas son momificaciones casuales dadas las condiciones que presentaba el espacio en que fueron depositadas intencionalmente. Las características para que se produzca la momificación son ausencia de flujo de oxígeno, temperatura estable y ausencia total de humedad”, explicó Salinas. Es así que esos cuerpos inertes no sufrieron el proceso de descomposición.
Dijo que los “individuos” fueron enterrados por sus familiares en diferentes momentos. El varón tenía 60 años, la niña tenía 16 y el niño 10 años; todos fallecieron por causas naturales. Dijo que también hay un bebé que no está expuesto.
El ADN de las momias
La genética de las momias del Museo del Gran Mariscal ha sido estudiada por un equipo internacional compuesto por los especialistas de San Francisco Xavier, de universidades chilenas e institutos de investigación brasileños y una universidad de Varsovia, según informó Edmundo Salinas, el cual determinó que tanto el varón adulto como los niños datan de los años entre 1600 y 1639, lo que implica que fueron enterrados en tiempos diferentes. “Estas personas corresponden a los haplotipos T y U del ADN mitocondrial que pertenecen a la Península Ibérica (España)”, especificó.
Los objetos
Las momias son testimonios de una época y han conservado su ropa como los zapatos de la niña: “Se pudo llegar a la conclusión de que estos zapatos todavía se amarraban con una especie de cordón porque no se habían descubierto las hebillas hasta entonces que vienen en 1676, o sea que estas momias son anteriores. Otra de las piezas de vestuario notables que tenemos, es el jubón. Igualmente se conservan el chal de manila y la chompa de la niña”, destacó Edmundo Salinas.
La historia del teatro
El Teatro Gran Mariscal fue construido para dar cabida a la intensa actividad cultural que se vivía desde que la ciudad era Real Audiencia de Charcas, según relatan los archivos de la época estudiados por el historiador Norberto Benjamín Torres para sustentar el capítulo dedicado al Teatro en su libro: “Sucre, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Imágenes e historia de la Capital de Bolivia” (2023).
Según el mencionado autor, el primer teatro fue el “Templo de San Agustín” que se conocía como Teatro de San Agustín, ubicado donde actualmente es la iglesia de Don Bosco: “Era una edificación híbrida que funcionaba de salón, templo y teatro, hasta que se rehabilitó como templo en 1896”, dice Torres en su libro.
Antes, un decreto había convertido el templo de San Agustín en teatro desde 1835 a 1894, sin embargo, se sabe que en 1891 estaba tan deteriorado que apenas se lograba mantener en pie lo cual motivó a que el Concejo Municipal de Sucre llegue a un acuerdo en 1894 con la iglesia para reubicar el teatro en otro espacio. El Concejo buscó entonces un espacio disponible para construir un nuevo teatro. Entre las opciones estaban Santa Mónica, el colegio Junín, el Palacio de la Alcaldía y otros que, por diversas razones, eran inadecuados y fueron rechazados por los munícipes hasta que “finalmente se estableció el terreno del nuevo teatro al final de la Plazuela Libertad”.
Ese mismo año, un 25 de Mayo de 1894, se colocó la piedra fundamental en el mencionado sitio para la construcción del nuevo teatro, llamado originalmente Teatro Lírico Sucre. Desde entonces han pasado 130 años.
Sin embargo, fue hasta el 4 de agosto de 1927 que el comité a cargo, conformado por José María Linares, presidente del Concejo Municipal, junto a Eduardo Berdecio y Eduardo Urriolagoitia, pagó “176.485,20 pesos bolivianos al ingeniero Alberto Mariaca Pando para la elaboración de los planos y valor del contrato suscrito con Ángel Patarelli y Cia. (…) El contrato establecía la conclusión de la obra hasta el revoque y ornamentación”. Sin embargo, los sucrenses estaban aún lejos de ver su teatro terminado porque la empresa no cumplió con los plazos y se ejecutó la boleta de garantía en 1929. Hay registro de que en 1931 se hacían arreglos a los techos de calamina, a los pisos de madera y se colocaba vidrios. En 1935 se reiniciaron los trabajos y la primera parte de la obra se concluyó en 1945, lo que confirma que el teatro se construyó en diferentes etapas.
En 1944, en la presidencia de Gualberto Villarroel, por decreto se creó un fondo para terminar la construcción del Teatro Gran Mariscal Sucre y se organizó un “Comité pro teatro”. Cuando Alfredo Arana Urioste era prefecto y Alfredo Gutiérrez Valenzuela alcalde, se firmó, en 1951, un contrato con la empresa Víctor Márquez y Cia. para concluir el teatro hasta el 1 de febrero de 1954. Había pasado más de medio siglo desde la puesta de la piedra fundamental (60 años) para que Sucre cuente con su teatro. Lo primero que estaba listo fue el Foyer donde se realizaban fiestas o mascaradas e incluso el primer concurso de belleza de Sucre. Desde 1958 la administración del Teatro Gran Mariscal pasó a manos de la Universidad de San Francisco Xavier durante el rectorado de Oscar Frerking Salas.
La arquitectura del Gran Mariscal
El Teatro Gran Mariscal de Sucre posee algunos elementos constructivos neoclásicos similares al famoso Teatro Scala de Milán en Italia. Por ejemplo, en el primer piso de la fachada principal aparecen molduras horizontales o rehundidas, las cuales se denominan “avitolado” o “almohadillado”. Igualmente, en los ingresos principales hay arcos de medio punto y, en el segundo nivel, superficies con mayor profusión de molduras, balaustradas, pilastras sobrepuestas, frisados y parapetos coronados con pináculos, como es el caso del Scala de Milán.
La arquitecta Ligia Peñaranda, magister en arquitectura patrimonial refiere que “el subsuelo es la cimentación (cimientos) del Teatro, basado en un sistema de arcos y bóvedas de descarga para distribuirlas uniformemente y transmitirlas al suelo de manera óptima”. Aclara que este ingenioso sistema era usado para estructuras arquitectónicas importantes que tenían que soportar grandes esfuerzos. “De esta manera se evitaba el uso de cimientos y muros portantes excesivos, así como columnas, logrando mayor ligereza y espacios de grandes dimensiones. Otro ejemplo es de teatros, es la Opera de Paris que también tiene este sistema de cimentación en base a arcos y bóvedas de descarga que se constituían en un sistema antisísmico de la época”.
El producto turístico
El director de Cultura de la Universidad de San Francisco Xavier, Guillermo Torres, principal impulsor de este nuevo museo, explicó que “desde la propia construcción del Teatro Mariscal que data de hace más de 100 años atrás, estos subterráneos permanecen ahí”, igualmente sugiere hacer una investigación más profunda.
Hizo referencia a la creatividad para ensamblar el lugar con las momias. “El conjunto, el tema creativo lo hacen las momias, porque dan la idea que hubiese sido una especie de cementerio por la forma de la construcción; entonces lo que hacemos es recrear el espacio con las momias de Santo Domingo que se descubrieron en el terremoto en 1948 en muy buen estado de conservación, inclusive con ropa y objetos”.
Guillermo Torres aclara que no fue un cementerio, o sea no había criptas y tampoco son “catacumbas”.
Volviendo a las momias que fueron trasladadas desde el Museo Antropológico al subsuelo del Gran Mariscal, Torres aclaró que están sujetas a cuidados especiales como la desinfección, la temperatura y la humedad, por eso se exhiben dentro de urnas. “El valor agregado que le da a este subterráneo son las cuatro momias; un adulto y tres niños adolescentes que es lo que despierta el asombro y la curiosidad de la gente que nos visita y nos está visitando permanentemente”. La Noche de Museos no lograron abarcar a toda la gente de la fila y distribuyeron tickets como para una semana. El museo es un éxito.
Como plus, el Gran Mariscal tiene una cafetería en el Foyer y una biblioteca abierta. Además, ofrece actividades culturales nocturnas gratuitas y sus alumnos se forman en ocho talleres en diferentes disciplinas del arte.
“Tenemos también el Museo de la Comunicación donde CORREO DEL SUR es parte importante de la historia de la comunicación del país. En el Foyer se realizan actividades culturales permanentes, como los viernes en la noche, completamente gratis”, complementa Torres agregando que se busca dinamizar la actividad para recibir más gente y constituirse en referente de la cultura en Sucre, en Chuquisaca y Bolivia •
Es subterráneo, no catacumba
Entre las columnas empedradas parcialmente que actúan conjuntamente con arcos construidos con ladrillos de cerámica o vigas como elementos de sustentación estructural, se aprecian pisos empedrados y en otros sectores, corredores enmarcados con muros laterales de cal y canto.
La arquitecta Ligia Peñaranda Orías, aclara que “el termino de ´Catacumba´ que se está usando para este subsuelo (del Gran Mariscal) es errado totalmente, ya que las catacumbas son galerías subterráneas utilizadas principalmente como lugares de entierro y culto en la antigüedad, sobre todo por los cristianos primitivos, que cuentan con numerosas tumbas o nichos donde se colocaba a los difuntos como se dio en Roma y algunos lugares de Europa, en América”. También dice que en América se tienen criptas, pero no así catacumbas.
Camponovo no construyó el Gran Mariscal
El famoso arquitecto y urbanista Antonio Camponovo Pagano (1853-1938), nacido en Suiza y formado en Turín, Italia, realizó magníficas obras en Sucre como el Castillo de Glorieta por encargo de los Príncipes, pero no construyó el Teatro Gran Mariscal.
Las obras de las que se tiene registro que construyó durante su permanencia en Sucre fueron:
El Banco Argandoña, actual BNB, calle España – 1872
Inmueble de la Familia Heredia y sede de la Federación de Chóferes de Chuquisaca, Pza. 25 de Mayo - 1882.
Inmueble Familia Larreategui, esquina España y Pza. 25 de Mayo - 1885.
Palacete del Guereo – 1891.
Inmueble del Museo el Tesoro, Pza. 25 de Mayo – 1891
Palacio Nacional o de Gobierno que fue construido junto a Julios Pinkas para ser la Casa Presidencial de la República, donde actualmente funciona la Gobernación de Chuquisaca, Pza. 25 de Mayo – 1892
Puente Sucre sobre el río Pilcomayo junto a Julios Pinkas, Julio Knaut y Luis Soux - 1892.
Castillo de la Glorieta – 1897
Arcos del Triunfo y obelisco del actual Parque Bolívar - 1909
Obelisco de la plazuela Libertad – 1909
Corte Suprema de Justicia - 1925