San Eloy, Patrono de los Plateros: La historia de un peregrino

“Haz que mi alma pueda brillar tanto como las joyas que forjaste, que irradie la luz del oro con el que trabajaste….” (Oración a San Eloy)

San Eloy. Fotografía tomada en 1999. FOTO: San Eloy (ASORES).

San Eloy. Fotografía tomada en 1999. FOTO: San Eloy (ASORES). Foto: María Luisa Suárez Villegas

Gozos al ilustrísimo obispo de Noyons, insigne, famoso, e ingenioso Platero, el Señor San Eloy, y patrono del Ilustre Gremio de Plateros de Barcelona. FOTO: San Eloy - Padul Cofrad

Gozos al ilustrísimo obispo de Noyons, insigne, famoso, e ingenioso Platero, el Señor San Eloy, y patrono del Ilustre Gremio de Plateros de Barcelona. FOTO: San Eloy - Padul Cofrad Foto: María Luisa Suárez Villegas

Bella medalla, de 2,9 onzas de plata de 0,900 de fino, solamente labrada en su anverso, muestra al santo martillando una pieza de metal sobre un yunque, siendo su leyenda exterior

Bella medalla, de 2,9 onzas de plata de 0,900 de fino, solamente labrada en su anverso, muestra al santo martillando una pieza de metal sobre un yunque, siendo su leyenda exterior Foto: María Luisa Suárez Villegas


    María Luisa Suárez Villegas
    Ecos / 26/06/2024 03:18

    Con estas frases se inicia la oración a San Eloy, Patrono de los plateros del Viejo y Nuevo Mundo.

    En la ciudad de Sucre, la Asociación de Orfebres y Relojeros suele festejar a su patrono, San Eloy, el 25 de junio de cada año. 

    Nos preguntamos: ¿Desde cuándo se conoció a San Eloy en la América colonial y en la ciudad de La Plata, hoy Sucre? ¿Cómo llegó a ser patrono de los orfebres de nuestras tierras un santo que vivió en territorio francés nacido en el año 588? ¿Quién fue y que hizo Eloy para ser considerado patrono de los plateros?

    Para dar respuestas a esas preguntas es necesario recordar que en estas tierras existían plateros prehispánicos que trabajaban y transformaban en obras de arte el oro y la plata; que especialmente en la colonia llegaron plateros de la Península transfiriendo además de otras técnicas y modelos de objetos de platería, también sus leyes, tradiciones y creencias … una de ellas fue el reconocimiento de San Eloy como Patrono y protector de los plateros hispanoamericanos; el peregrino “que se quedó” en tierras extrañas.

    ¿Desde cuándo se conoció a San Eloy en la América colonial y la Ciudad de La Plata, hoy Sucre?

    Se tiene conocimiento que los plateros americanos reconocieron y veneraron a San Eloy como su Patrono desde tiempos inmemoriales, aspecto que quedó demostrado según documento colonial que llegó a Cuzco en fecha 12 de agosto de 1692, y que habla sobre la “…Vida y muerte de San Eloy Obispo de Noyons, abogado, y patrón de los plateros; escrita por San Avdeno y referida por Surio en Latín, y traducida en nuestro idioma Castellano por Don Francisco de Balderrabono. Impreso en Madrid en la Imprenta del Reyno de 1640 años y de Alonso Pérez de Montalban librero del rey…”. Dicho documento, posteriormente fue copiado y enviado a los maestros plateros de oro y plata, batihojas y herradores de esta región. 

    ¿Cómo llegó a ser su patrono? 

    El patronazgo de San Eloy, recién se “legalizó” en territorio americano cuando Don Tomás de Rivera y Santa Cruz que era presidente de la Real Audiencia de Guatemala, formuló unas Ordenanzas para la organización de gremios de plateros y batihojas en 1745. Estas ordenanzas fueron elevadas a Real Cédula el 12 de octubre de 1776, y “fueron remitidas a todas las autoridades de América, para que las adoptasen en todos los lugares donde no las hubiesen, para los gremios de platería establecidos que careciesen de las mismas”. 

    Fueron doce las ordenanzas dictadas. La primera ordenaba, a los gremios de plateros, reconocer a San Eloy como su patrono, y encargaba además el deber de celebrar su fiesta.

    ¿Quién fue y qué hizo Eloy?

    Eloy, también conocido como Eligio (el elegido), fue el más famoso orfebre de Francia en el siglo VII por la gran habilidad para trabajar y convertir en obras de arte los metales preciosos como la plata y el oro. Nació en el año 588 en Limoges (Francia) y falleció el 1 de diciembre del año 660.

    En el relato escrito en el documento antes mencionado del 12 de agosto de 1692, se habla sobre cómo los padres de Eloy procuraron “… que la educación de niño correspondiere a las dos obligaciones: la una de su piedad y la otra de los designios de Dios”. Por ello, Eloy fue bien instruido en la doctrina cristiana y católica, “porque no se debe descuidar la vida del alma”. 

    También describe que Eloy desde niño mostro ser gentil, diligente, atento a lo consejos y fácil en el aprender. En su juventud fue “muy amigo de la razón”, ingenioso, eficaz, activo y ejecutivo en responder a sus compromisos, y “… siempre que le encargaran alguna cosa admiraba a todos la presteza, alegría, felicidad y aliento con que lo ponía por obra…”

    Notando las habilidades y cualidades de Eloy, su padre le impulsó a que aprendiese el arte de la platería, con la seguridad de que “…por su mucha fidelidad sería muy acudido y frecuentado y vendría a ser consuelo y honra de la ancianidad además que este arte como tan honrado y previlegiado de los Reyes era más conforme a su calidad”…. y no se equivocó en su apreciación, ya que el rey Clotario II lo nombró jefe de la Casa de Moneda de París por la habilidad, inteligencia y especialmente por la honestidad demostrada cuando le encargaron que fabricara un trono, dándole para tal efecto los metales y piedras preciosas que se creía necesario para su construcción; pero Eloy fabricó no uno sino dos magníficos tronos, utilizando el material de manera honrada. Posteriormente fue orfebre y consejero del rey Dagoberto I y de Clovis II (hijo y nieto de Clotario II) . 

    Acuñó moneda a nombre de los soberanos nombrados. En el anverso de las mismas se muestra el busto del monarca reinante. En el reverso aparece “una cruz ancorada, rematada en su parte superior con un ancla invertida, y su nombre en latín, ELICI .   

    Se conoce que, entre otras obras, elaboró los preciosos relicarios en los cuales se guardaron las reliquias de San Martín, San Dionisio, San Quintín, Santa Genoveva y San Germán. 

    En el año 641 se ordenó como sacerdote y casi de inmediato fue elegido Obispo de Noyon en 641, sitio que ocupo hasta su muerte.

    Pero Eloy no solo fue conocido por su extraordinaria habilidad de orfebre, sino también por ser hombre generoso, caritativo y de bondadoso corazón para con las personas menos favorecidas y por el gran empeño que puso para convertir al cristianismo a numerosas almas paganas. Fundó un monasterio para hombres y otro para mujeres en terrenos obsequiados por el rey Dagoberto I. Cuentan que allí, además enseñaba a sus religiosos el arte de la orfebrería.

    ¿Qué se sabe de él en Sucre?

    La imagen del San Eloy de Sucre de la Asociación de Orfebres y Relojeros representa una persona de tez blanca, cabellos y barbas de color castaño claro y ojos celestes. Viste alba o túnica y palio. Lleva una mitra de plata con una cruz repujada en la parte central, sujeta un báculo de oro con la mano izquierda y en la derecha agarra un martillo que apoya sobre el yunque, ambos hechos en plata. Colgadas del cuello lleva dos cadenas con sus respectivas cruces, la una de plata y la otra de oro •

    BIBLIOGRAFÍA

    ABNB EC 1711 Nº 13.

    https://es.catholic.net/op/articulos/31819/eloy-santo.html#modal

    https://santoralhoy.com/san-eloy/

    CANO BORREGO, Pedro Damián. San Eligio o San Eloy, patrón de los plateros, orfebres, joyeros y numismáticos. Edita Crónica Numismática S. L.

    SUÁREZ VILLEGAS, María Luisa (1999) La Platería como oferta turística en la Chuquisaca del presente. 

     

    * María Luis Suárez V. es miembro de la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre.

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